Ciudad de México, noviembre 22, 2024 01:59
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La DBJ de Mario Palacios: corrupción, construcciones ilegales, ambulantes, tala de árboles, banquetas rotas, giros negros, funcionarios sancionados

Opacidad en la información, cuatro decenas de funcionarios sancionados por Contraloría –incluidos los que tienen que ver con enriquecimiento ilícito–, giros negros, proliferación de ambulantes, banquetas rotas, tala inmoderada… Son los saldos de tres años de un mal gobierno delegacional, documentados en un reportaje por la edición impresa de Libre en el Sur número 111, correspondiente al mes de octubre, que circula desde este lunes primero.

Al margen del escándalo suscitado por el boom de construcciones ilegales, el recién finalizado gobierno de Mario Palacios Acosta en la Delegación Benito Juárez no dio buenos resultados en el ejercicio del poder. Un dato es elocuente: durante ese mandato la Contraloría del DF sancionó a 38 funcionarios públicos, ocho de los cuales fueron señalados por irregularidades en su situación patrimonial.

Además de las múltiples denuncias anónimas sobre presuntas extorsiones a empresarios, que circularon hasta en panfletos, la gestión de Palacios dejó pendientes obligaciones elementales como 50 mil metros de banquetas que permanecen rotas y 210 solicitudes para la sustitución o arreglo de luminarias (Oficio DGSU/DSMU/1134/12, del 11 de septiembre del 2012). Además, quedó marcado por la opacidad en la información, como en los casos sobre la proliferación del ambulantaje y la tala de más de dos mil árboles.

En efecto, de manera inaudita, la autoridad delegacional acabó por ocultar esos derribos, al afirmar que en el trienio se tiraron en total menos de 700 árboles. La manipulación de las cifras está plenamente sustentada en documentos oficiales: En agosto del año pasado, de acuerdo con el oficio DGSU/DSMU/CO/830/2011 de la Dirección General de Servicios Urbanos, entre el 1 de octubre del 2009 y el 25 de agosto del 2011 habían sido derribados, con autorización, 2,161 árboles, 474 por obras privadas y el restante por administración. Tan sólo en el 2011 fueron tirados 589 árboles (38 por obras privadas). ¡Pero sorpresa!: Resulta que ahora, de acuerdo con un nuevo oficio –el DGDD/DPE/CMA/UDT/4055/2012, de la Dirección General de Servicios Urbanos— la cantidad de árboles talados se redujo a casi la cuarta parte. “La dirección general en cita informa que el total de árboles autorizados mediante la expedición de permisos en el periodo comprendido del 1 de octubre del 2009 al 27 de julio del 2012 asciende a 678”, pone el documento fechado el 1 de agosto. De la tala infame hay ejemplos que crispan. La DBJ ha reconocido, sin precisar nunca las razones, que concedió los permisos para derribar tres jacarandas –vigorosas y añosas— en la esquina de Moras y Parroquia, en plena zona habitacional donde se construyó un centro comercial. “Mediante folio 268 ingresado a través de la Ventanilla Única Delegacional, fue autorizado el 16 de noviembre de 2010, el derribo de tres jacarandas localizadas en calle Parroquia número 406, entre Moras y Bartolache colonia Del Valle Sur”, informó en el oficio DGDDIDPE/CMAlUDT/168/2011.

Y qué decir de las banquetas. La Jefatura de Obras Viales y Señalización de la DBJ dio a conocer en el oficio DGSU/DSMU/SIBE/OVS/321/2012, emitido por la OIP, que son 48,795 metros cuadrados de aceras los que están pendientes por arreglar; ello, cuando los vecinos de varias colonias decidieron optar por el uso de los recursos del presupuesto participativo para su reposición. La situación es tan apremiante que Humberto Luna, director de Obras, instó a la de Servicios Urbanos, (oficio DO/586/2012, del 31 de julio), a apurar el arreglo y sustitución de 25,714 metros cuadrados de banquetas.

En su edición impresa de junio del 2011, Libre en el Sur dio cuenta, a partir de un censo realizado en las cercanías de las estaciones de la nueva Línea 12 del Metro ubicadas en el Eje 7 Sur Félix Cuevas, de la existencia de 267 puestos de comercio informal en esa misma arteria, así como en la avenida Universidad y la calle Parroquia. En vísperas de la inauguración del Metro 12, esa cifra se ha quedado corta a la vista de cualquier transeúnte, sin que la autoridad delegacional haya siquiera intentado poner un freno.

La Delegación Benito Juárez, en efecto, se tiñó de corrupción. De acuerdo con el Registro de Servidores Públicos de la Contraloría capitalina, entre el 1 de octubre del 2009 y el 24 de julio de 2012 (Oficio CG/OIPCG/0115000124112/2012, fechado el 13 de agosto del 2012 y firmado por María Inés Gordillo, responsable de la OIP de esa dependencia), fueron sancionados 38 funcionarios de la DBJ. En el documento se asienta que otras 14 sanciones se emitieron desde la Contraloría Interna de la Delegación… y dos más desde la Dirección de Responsabilidades y Sanciones de la dependencia. El Sistema Integral de Quejas, Denuncias, Procedimientos Administrativos Disciplinarios y Medios de Impugnación informó por su parte que son 14 los servidores públicos de la actual administración que han sido sancionados por esa oficina. Adicionalmente está la confesa incompetencia del propio Mario Palacios en el tema de los giros negros, pues un mes antes de dejar el cargo declaró en entrevista con el reportero Andrés Carreón, de Radio Mil, que ya no cerraría los table dance porque el tiempo le ganó. Así lo dijo: “Nosotros sí tenemos cuatro, pero ya no tenemos tiempo. En una semana se cierran los trámites administrativos y ya no podemos hacer ningún trámite”.

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