La película mexicana Tótem avanza a las 15 finalistas del Oscar
Lila Avilés y Náima Sentíes. Foto: Especial
Se coloca la cinta de Lila Avilés en la ‘shortlist’, con otras 14 producciones internacionales
STAFF / LIBRE EN EL SUE
La película mexicana Tótem logró pasar la prueba entre 80 cintas del mundo para colcarse en la shortlist de las 15 finalistas a una nominación al Oscar como mejorn película extranjera.
Tótem, un largometraje dirigido por Lila Avilés que cuenta la historia de una familia que se enfrenta a la muerte cuando ya las explicaciones científicas no son suficientes, fue seleccionada por la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas para representar a nuestro país en los premios Oscar.
Y este jueves se ha abierto camino cuando la Academia estadounidense reveló la lista de las 15 favoritas, donde Tótem competirá con:
Armenia, “Amerikatsi”
Bután, “The Monk and the Gun”
Dinamarca, “The Promised Land”
Finlandia, “Fallen Leaves”
Francia, “The Taste of Things”
Alemania, “The Teachers’ Lounge”
Italia, “Io Capitano”
Japón, “Perfect Days”
Marruecos, “The Mother of All Lies”
España, “Society of the Snow”
Túnez, “Four Daughters”
Ucrania, “20 Days in Mariupol”
Reino Unido, “The Zone of Interest”
En su columna semanal En Amores con la Morena, del pasado 12 de diciembre, Francisco Ortiz Pardo considera que el mérito de la película es que nos muestra lo que no vemos pero es de lo que nos avergonzamos. “El encanto de la película, que por momentos tiene desplantes fotográficos que restan fuerza a la dramatización de los bien delineados personajes, está en aquellas escenas donde los acomodos de los símbolos son tan naturales como cuando los amantes se hacen los guiños con los que se deshebran las emociones”, enfatiza.
“Tótem nos repite aquello donde una gran idea no se logra colocar con justicia en la producción, eso que deja al cine mexicano en el “ya merito” del virtuosismo. No es Roma y, aunque no tendría por qué serlo, está lejos de ganar un Oscar”.
Sin embargo, expone, “la obra logra cautivarnos con las expresiones transparentes de una niña que se envuelve entre los cojines de una sala para encontrar un lugar seguro y cobijarse de la tristeza. Los niños suelen jugar a eso y los papás nunca se percatan de las causas que no son juego, como una ausencia del padre no voluntaria, sino inevitable”.
Y añade que “la escena poética de Sol, interpretada por Naíma Sentíes, una niña de siete años vestida de payasita, volando sobre los hombros de su mamá mientras canta una ópera para dar alegría a su progenitor que padece una enfermedad terminal es, por exagerado que suene, una toma imborrable en la historia del cine por la inquietante y finísima revelación de las propias fragilidades del espectador ante la muerte”.
En la sinópsisi oficial se dice que “Tótem nos cuenta la historia de Sol, una niña de siete años, pasa el día en casa de su abuelo ayudando a sus tías con los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre. Se trata de un retrato íntimo de las familias mexicanas e incluso de cómo es México, su gente, sus costumbres y sus problemas familiares”.