Ciudad de México, octubre 14, 2024 17:32
Revista Digital Mayo 2021

Mamás en pandemia / Tres retos

Para mí antes de la pandemia el no hacer nada era igual a no producir y la vida no está hecha solo para ser productivo sino también para disfrutar.

POR ARLÉN RAMOS

Cuando decidí ser mamá, jamás me imaginé lo que significaba esa responsabilidad, no es solo darle vida sino creer y crecer con él. Van creciendo, formando carácter y personalidad. Justo cuando está en ese momento de autonomía y la independencia florece… ¡pum! Llegó la pandemia y ese camino que Santi había iniciado, se congeló por más de un año.

Descubrí que Santi tiene una gran creatividad para crear y resolver las cosas; no se preocupa ni se aferra tanto a las cosas como yo; disfruta estar en su casa; estar en la cama sin hacer nada y eso se lo reconozco porque para mí antes de la pandemia el no hacer nada era igual a no producir y la vida no está hecha solo para ser productivo sino también para disfrutar.

Mi relación con mi hijo se desgastó. Reto número uno, entender sus necesidades. Así empecé a darme cuenta que necesitaba apoyo en la transición de tener clases presenciales a clases en línea. Entendí que era más apoyo emocional que mental. Necesitaba entender lo que pasaba en el mundo y que él no veía, un virus atacando a la humanidad y que lo mejor era quedarse en casa, pero no era solo eso, era no ver a sus abuelos, amigos y eso sí era triste.

Y cómo hacerle entender que todo esto se había concentrado en un mundo paralelo, que no es tangible, que hoy en día está en una red que se guarda en la nube y que navegamos con internet por medio de aplicaciones y nos relacionamos por medio de pantallas que no nos permiten sentir al otro, solo verlo y abrazarlo como hoy ya es costumbre escribir y decir te abrazo a la distancia.

¿Cómo explicarle que un virus… un qué? Jaja, empezando por ahí. Así se dio este nuevo ciclo, saber qué es un virus y cómo se comporta y por qué algo tan diminuto puede ser tan destructivo o no, capaz de cambiar el modo de vida de todo un mundo. Y así lo fue entendiendo, que no solo el virus puede cambiar a las personas, sino que él también tiene la decisión de cambiar y hacer que eso resuene en su interior. Que debía cambiar su actitud a la novedad de esta pandemia, los videojuegos que son otra plataforma que lo unen a sus amigos pero que también lo dañan. Reto numero dos, aprender los beneficios y riesgos de los videojuegos.

Y hoy así lo veo. La vida nos llena de oportunidades para trascender como individuos y como especie. Así nace el reto número tres, agradecer. Agradecerle a la vida por sentirme viva, por trascender, que ama y valora quién es. Gracias vida por darme el espacio de abrazar a mi hijo y escuchar decirme te amo todo lo posible.

Diseñadora gráfica

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