Ciudad de México, junio 15, 2025 10:30
Alcaldía Benito Juárez Medio ambiente

PAOT guarda silencio ante el riesgo de Laureano, pese a excavaciones confesas

Pese a excavaciones confesas y decenas de denuncias, la Procuraduría Ambiental no ha emitido medidas cautelares para proteger al laurel centenario

La PAOT también fue alertada institucionalmente por la Alcaldía BJ de un posible daño ambiental y su respuesta ha sido el mutismo absoluto.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Mientras en la colonia Tlacoquemécatl del Valle se multiplican las denuncias vecinales por el riesgo inminente que enfrenta el árbol conocido como Laureano —un laurel de la India centenario cuya copa alcanza unos 15 metros de diámetro—, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT) ha guardado un silencio institucional inquietante.

No hay constancia pública de que la PAOT haya emitido alguna medida cautelar, inspección o suspensión de actividades en el predio aledaño, donde desde abril se han documentado excavaciones profundas, ingreso de maquinaria pesada y vertido de cemento a escasos metros del árbol. Se trata de excavaciones confesas, pues incluso el encargado de la obra en Miguel Laurent 48 reconoció públicamente que se excavó a una profundidad de metro y medio, a tan solo ocho metros del tronco de Laureano.

Así lo documentó Libre en el Sur en su edición del 13 de junio, al señalar que “representantes de la obra admitieron haber excavado a 1.5 metros de profundidad, a tan solo ocho metros del árbol, lo cual representa un riesgo directo al sistema radicular del laurel centenario” (ver nota).

La falta de acción de la PAOT contrasta con la movilización comunitaria. A través del movimiento #SalvemosALaureano, vecinas y vecinos han interpuesto denuncias, solicitado peritajes independientes y documentado con fotos y videos las obras realizadas por la inmobiliaria Núcleo Urbano en el predio de Miguel Laurent 48. El proyecto, que pretende erigir un edificio de departamentos de lujo, ha sido cuestionado por carecer de estudios públicos sobre el subsuelo y por amenazar el sistema radicular del árbol, cuyas raíces, de acuerdo con especialistas de la UNAM, pueden extenderse hasta 90 metros bajo tierra.

Pese a ello, la PAOT no ha emitido ningún comunicado oficial. Tampoco se ha pronunciado sobre las denuncias recibidas ni sobre el riesgo ambiental en curso. Y si ha realizado inspecciones o iniciado expediente, lo ha hecho sin informar a la ciudadanía, en contravención de su mandato de transparencia.

Resulta aún más preocupante que la alcaldía Benito Juárez sí dio vista formal a la PAOT sobre el caso, y hasta la fecha no se ha informado de ninguna actuación concreta derivada de esa notificación. Es decir, la Procuraduría fue alertada institucionalmente de un posible daño ambiental y, sin embargo, su respuesta ha sido el mutismo absoluto.

La Ley Orgánica de la PAOT otorga al organismo facultades claras para intervenir en casos como este: iniciar procedimientos de oficio ante riesgo ambiental (Art. 5.XII); realizar inspecciones técnicas (Art. 5.VI BIS); ordenar la suspensión de obras (Art. 5.IX); solicitar inspecciones a Sedema o a la alcaldía (Art. 5.VII); emitir medidas correctivas y de seguridad (Art. 5.IX BIS y X); recomendar públicamente la revocación de permisos (Art. 5.XIII); e informar al denunciante sobre las acciones emprendidas (Art. 5.XI).

Excavaciones confesas, denuncias documentadas, vista formal de la autoridad local, riesgo evidente. Y aún así, la PAOT permanece muda.

Las obra continúa. La raíz de Laureano está comprometida. Y los vecinos siguen a la espera de una respuesta que no llega. Mientras tanto, las instituciones se deslindan entre sí y el patrimonio ambiental se deteriora día a día.

Un árbol centenario que ha sobrevivido a terremotos, sequías, dictaduras urbanas y décadas de desdén institucional, enfrenta hoy su mayor amenaza a manos de una retroexcavadora sin freno… y una Procuraduría sin voz.

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