Repudian mujeres inacción de gobierno en la más grande protesta feminista de la historia; ‘está más preocupado en justificarse’, acusan
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Frente al lugar en el que vive, estalló la rabia. Colectivos de mujeres acusaron al gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador de carecer de una estrategia integral contra los feminicidios y la violencia de género.
“Juntas y Organizadas”, que así se hacen llamar esos colectivos, lo dijeron con todas sus letras, convertida la manifestación en el señalamiento a la “cuarta transformación”. Habían pasado por las puertas quemadas y los monumentos pintarrajeados, los enfrentamientos violentos entre mujeres policías y mujeres manifestantes, y la detonación de bombas molotov frente al mismo Palacio Nacional:
“El Gobierno está más preocupado en justificarse que en implementar una estrategia eficaz que frene la violencia machista y patriarcal. Estamos juntas y organizadas, estamos convencidas que no podrán con nosotras. Estamos dispuestas a quemarlo todo”, advirtieron.
En el discurso, llegaron a plantear incluso que el Estado es “feminicida”. Resultó en la respuesta contundente al Presidente, que horas antes había asegurado, desde Fresnillo, Zacatecas, que en la “cuarta transformación” no cabe el machismo.
Y a las declaraciones de días anteriores, donde de manera explícita el mandatario dijo que las mujeres estaban siendo manipuladas por grupos conservadores. “Minimiza nuestras exigencias”, le reclamaron ellas en la plancha del Zócalo.
Decenas de miles de mujeres –sin importar condición social ni edad– marcharon en la más grande manifestación de su causa que se haya visto en la ciudad capital de México, en un Día Internacional de la Mujer.
Era tal la concentración que se fue dando desde las 14 horas en el Monumento a la Revolución, que los contingentes tardaron en salir de ahí hasta hora y media y la retaguardia venía avanzando cuando ya el Zócalo se llenaba.
Tanto, que a las 16 horas la Secretaría de Seguridad Ciudadana hablaba de la presencia ahí de 80 mil manifestantes.
En diferentes momentos y sitios, grupos dispersos de mujeres se manifestaban por causas más concretas, como en protestas subalternas. Uno de ellos fue el de las periodistas, que al llegar a la altura de Reforma y Bucareli protestaron contra los “medios machos” y pugnaron por condiciones de equidad y dignidad profesional.
También fueron demandas de otras participantes el derecho al trabajo, la vivienda y la educación digna.
Consigna central en pancartas y a gritos fue el “¡vivas nos queremos!”, y las fotos de la niña Fátima y de Ingrid Escamilla, se repetían entre la multitud.
Contingentes de universitarias, tanto de escuelas privadas como públicas, también tuvieron un papel relevante. Acusaron que esas instituciones educativas siguen siendo patriarcales, dirigidas fundamentalmente por hombres.