Sueltan en Kiosco Morisco 500 globos en protesta por bebés muertos en hospitales mexicanos y la insensibilidad hacia las madres
Alrededor de 500 personas se dieron cita la tarde de este domingo en el Kiosco Morisco de Santa María la Ribera para lanzar igual número de globos en honor a los bebés fallecidos en el vientre, en el parto o después de nacer, en el marco del Día de la Conmemoración y Concientización de las Pérdidas Gestacionales y de la Niñez Temprana, que se celebró el pasado 15 de octubre.
Como parte del programa, el Director de cine Hari Sama presentó una ponencia donde compartió su experiencia sobre el rodaje de su película “El Sueño de Lú”, que toca el tema de la pérdida de un hijo y cómo se transita sobre este puente entre el sufrimiento y aprender a vivir con el dolor que nos deja ver morir a un hijo.
Este evento masivo tiene como objetivo hacer un llamado a la sociedad para que comprenda este tipo de duelo, invisibilizado, minimizado y considerado tabú. También, resaltar que esta problemática, poco abordada, la viven miles mujeres como una dolorosa experiencia, pues en muchos casos no reciben la atención adecuada en los hospitales, sino al contrario, muchas son víctimas de violencia obstétrica al no existir en nuestro país protocolos específicos para abordar estos casos, como sí los hay en otros países.
De acuerdo con testimonios, a muchas mujeres se les ha criminalizado, en otros, no tienen acceso a información clara y precisa del motivo de la pérdida ni un diagnóstico; no se les permite conocer, despedirse o cargar su bebé muerto.
Estas mujeres también son canalizadas a la misma sala en donde están las madres con sus hijos vivos; algunas señalan que tienen que repetir en varias ocasiones a diferente personal de salud, que su hijo está muerto al no tener algún señalamiento que indique que esa mujer tuvo una pérdida, entre otras situaciones que les provocan una mayor afectación anímica.
Eca-Grupo de Apoyo ante Pérdidas Gestacionales y de la Niñez Temprana hizo un llamado urgente para que las autoridades impulsen acciones y políticas públicas que protejan los derechos humanos de las mujeres que viven esta experiencia. A los hospitales, a adoptar protocolos específicos, lo cual repercutirá en un mejor manejo intrahospitalario, evitando que estas mujeres regresen a los servicios médicos por distintas enfermedades derivadas del mal abordaje hospitalario.