Ciudad de México, octubre 9, 2024 19:14
Alcaldía Benito Juárez

Suspenden por Covid-19 festividad centenaria de San Lorenzo Mártir, en Tlaco

STAFF/LIBRE EN EL SUR

Por primera vez en más de 120 años, la tradicional celebración patronal de San Lorenzo Mártir, en la colonia Tlacoquemécatl del Valle de la alcaldía Benito Juárez, se suspendió debido a la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19.

La imagen del mártir que fue martirizado y sacrificado en una parrilla precisamente el 10 de agosto del año 258, se venera desde el siglo XVI en una pequeña capilla colonial construida por los evangelizadores franciscanos, en el actual parque de San Lorenzo, ubicado entre las calles de Fresas, Magnolias, Manzanas y San Lorenzo.

Desde principios del siglo pasado, los habitantes del antiguo pueblo originario de San Lorenzo Xochimanca acuden cada año a venerar a su santo patrono, aun cuando ya no vivan en esa zona, hoy totalmente urbanizada.

Un patronato integrado por antiguos habitantes del barrio se encarga cada año de la organización del evento, para lo cual recauda donativos de los vecinos –que cada vez son más escasos, por cierto– y gestiona apoyos de la alcaldía y de la parroquia de Santa Mónica.  

Normalmente, la celebración anual tiene dos vertientes: la meramente religiosa, que incluye el canto de las mañanitas al santo, la celebración de misas y el rezo del rosario y danzas ceremoniales y la pagana,  con vendimia de antojitos, juegos mecánicos, función de lucha libre, baile popular y quema de juegos pirotécnicos, que culmina invariablemente con el “castillo”.

Es tradición también el colocar sobre la fachada del templo una “portada” elaborada con flores, que en la víspera de la festividad es llevada en procesión por las principales calles del barrio y bendecida al momento de su complicada colocación.

Este año no hubo ninguna de esas actividades y el templo, que atienden los padres agustinos recoletos de la cercana iglesia de Santa Monica, en la calle de Fresas,  permaneció cerrado.

San Lorenzo, (en latín Laurentius, ‘laureado’), nacido en el año 225, fue uno de los siete diáconos regionarios de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258, cuatro días después del martirio del papa Sixto II.

La tradición sitúa el nacimiento de Lorenzo de Roma, como también se le conoce, en la ciudad de Huesca de la Hispania Tarraconensis, aunque también podría ser originario de Valencia, donde sus padres habrían residido un corto espacio de tiempo, viniendo a nacer el santo en esta ciudad.

Cuando en 257 Sixto fue nombrado Papa, Lorenzo fue ordenado diácono, razón por la cual oficialmente es el santo patrono de los Diáconos, y fue encargado de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es considerado uno de los primeros archivistas y tesoreros de la Iglesia, y es considerado también el patrón de los bibliotecarios.

La capilla edificada por los franciscanos en su honor, catalogada como Patrimonio Colonial por el INAH en 1931, es uno de los templos más antiguos de México y de Mesoamérica, contemporáneo de las parroquias de Santo Domingo de Mixcoac y de Santa Cruz Atoyac, ambas en la actual alcaldía juarense.

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