Claudia, Alejandra y Mikel cruzan señalamientos en el primer debate de candidatos a la Jefatura de CDMX; falta de agua, caos en transporte e inseguridad, los temas centrales
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Las candidatas a la Jefatura de Gobierno del PRD y Morena, Alejandra Barrales y Claudia Sheinbaum, respectivamente, no solo se confrontaron entre ellas sino que dieron lugar de tercero en disputa al abanderado priísta Mikel Arriola.
Efectivamente, los tres candidatos cruzaron señalamientos en temas como la inseguridad, el transporte público ineficiente y la falta de agua, mientras los otros cuatro contendientes se esforzaron en dar propuestas innovadoras.
Al abrir el fuego verbal, Arriola se dijo sorprendido de escuchar hablar a Barrales y Sheinbaum “de lo que no han podido hacer en 20 años”. Particularmente, a la candidata de Morena acusó de que en su gestión como Jefa Delegacional de Tlalpan se disparó el índice de secuestros. Sheinbaum reviró con el cuestionamiento a Mikel por atreverse hablar de inseguridad cuando su partido tiene al país sumido en la violencia.
Alejandra Barrales involucró a Sheinbaum en la tragedia del sismo del 19 de septiembre. Dijo que los damnificados y familiares de las víctimas ahora son “doblemente agraviados” al ver que ella busca la Jefatura de Gobierno de la ciudad. Ofreció combatir el narcotráfico en las delegaciones que gobierna Morena.
La candidata de Morena, que se ha mantenido puntera en todas las encuestas, aseguró que hasta el mandato de Marcelo Ebrard los índices de inseguridad habían bajado, pero con el de Miguel Ángel Mancera se abandonó el control desde la Jefatura de Gobierno. Para combatir la delincuencia, dijo que en lugar de criminalizar a los jóvenes ella les dará oportunidades en educación, cultura y deporte.
Mariana Boy, del Partido Verde, que previamente al debate era desconocida para el electorado, irrumpió con seguridad y fluidez para priorizar el tema de la falta de agua. Propuso quitar el subsidio a los más ricos pues, criticó, se ha dado una desigualdad en el consumo, donde se derrocha en Las Lomas mientras en Iztapalapa se sufre por la falta de suministro.
Señaló que en la capital “reina la corrupción en materia inmobiliaria”, y advirtió que en un gobierno encabezado por ella se encarcelarían los Directores Responsables de Obra que no cumplan con la ley.
Purificación Carpynteiro, de Nueva Alianza, criticó que “nuestras fuerzas de seguridad están siendo atropelladas”, dado que existe una colusión entre los altos mandos de la policía y la delincuencia. Coincidió con Mariana Boy en la necesidad de implementar una policía especializada en el transporte público, aunque precisó que con ella se trataría de agentes encubiertos.
Marco Rascón, del Partido Humanista, retó a Mikel Arriola a una pelea en la Plaza Pública entre Batman y Superbarrio, enmascarado al que personificó en los años ochenta y parte de los noventa. A Mikel dedicó tres minutos, para calificarlo de un “chapulín que brincó de la derecha a la ultraderecha”, que “está inspirado en Gustavo Díaz Ordaz”.
Pero también criticó a Barrales y Sheinbaum. “PRD y Morena son opositores de su propia obra”, lanzó poco antes de proponer una “justicia de barrio, con rostro humano”, done entre otras cosas sea dotada de cultura la comunidad.
El ex perredista propuso que para paliar las consecuencias del segundo piso del Periférico se deben aislar dos carriles para destinarlos a un tren exprés.
La independiente Lorena Osornio festejó por su parte que, a pesar de las leyes electorales “impuestas por los partidos”, ella se convirtió en la primera candidata ciudadana. Vecina de la Lagunilla, asentó que “tal vez no sepa hablar pero conozco nuestra realidad, porque no estoy sentada como ustedes, detrás de un escritorio”.
Los siete candidatos reconocieron el rezago del transporte público y la falta de mantenimiento de la red hídrica, que provoca en buena medida la escasez de agua. Sobre el primer punto, Claudia Sheinbaum recibió la crítica de todos sus contendientes por el aumento del 35% de tráfico vehicular que significó el segundo piso del Periférico, cuya construcción instrumentó cuando fue secretaria de Medio Ambiente de la ciudad, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ella se defendió diciendo que esa obra formó parte de un proyecto integral que también incluyó el mantenimiento del Metro y la implementación del sistema Metrobús. Ofreció que invertirá para la construcción de 38 kilómetros en cuatro sistemas del cablebús.
Fue enfática al criticar la corrupción inmobiliaria que ha imperado en los últimos años, y ofreció que no permitirá las violaciones al uso de suelo.