Ciudad de México, abril 20, 2024 01:57
Opinión Víctor Manuel Juárez Cruz

Alguien miente… y no la UNAM

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

No he escuchado o leído aún a quienes apoyen a López Obrador en sus acusaciones contra la UNAM, ubicada en el ranking internacional como una de las mejores universidades de Iberoamérica.

POR VÍCTOR MANUEL JUÁREZ

Luego de los recientes dimes y diretes del Ejecutivo Federal, su popularidad descendió cuatro puntos porcentuales y es posible que la caída se acentué. Cuidar a los malandros o criminales “porque son seres humanos”, no ha caído bien entre los deudos y quienes buscan a sus hijos en fosas clandestinas y entre todas aquellas personas víctimas del crimen organizado. Culpar a los médicos egresados de la UNAM de no haber hecho nada durante la pandemia, es el punto que derrama un vaso lleno de insultos, agravios, descalificaciones y señalamientos falaces contra diversos sectores.

Los médicos han respondido contundentemente como lo ha hecho la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la casa de estudios más importante del país, que mediante un puntual boletín dejó su claro su actuar durante los días más virulentos de la pandemia. Días oscuros en los que los médicos, enfermeras, paramédicos y demás personal de salud, se pusieron en la primera trinchera de la larga batalla, dejando, incluso, su vida en el ejercicio de la noble tarea de curar, de sanar. Entonces, y pese al rechazo de las autoridades de Salud, los médicos universitarios se desbordaron en ayuda a sus semejantes.

No he escuchado o leído aún a quienes apoyen a López Obrador en sus acusaciones contra la UNAM, ubicada en el ranking internacional como una de las mejores universidades de Iberoamérica. Por el contrario, todos los comentarios son favorables a la máxima casa de estudios del país y su rector, donde por cierto de formó el mandatario luego de 14 años de licenciatura.

El gremio médico, fuerte y de hablar claro, le ha respondido puntualmente: no hay plazas, ni seguridad y mucho menos los insumos para ejercer su labor. La UNAM, por su parte, fue contundente en su respuesta e hizo ver que quienes frenaron las tareas de sus estudiantes, fueron las mismas autoridades federales de Salud: “fue la misma autoridad federal la que impidió a las alumnas y alumnos, en sus diversos grados académicos, la que impidió participar en la lucha para la superación de la crisis sanitaria que tantas vidas cobró en el país”

Otras voces que destacan en el apoyo a la máxima casa de estudios del país son las de los senadores. Así el líder del Senado y de la bancada de Morena, quien ya no está invitado al club de los elegidos de Amlo. Ricardo Monreal ha mostrado una vez más su independencia y autonomía al señalar que está del lado de la UNAM, pues el actuar político pasará en un tiempo, pero no así su papel como académico de la Facultad de Derecho. En este marco, la mayoría de los legisladores opositores se pusieron también del lado de la UNAM y reprocharon los cuestionamientos del presidente López Obrador, quien no las ha traído consigo en sus decires.

En este tenor, los médicos que han rechazado la presencia de médicos cubanos, solo demandan seguridad, buen salario, buenas condiciones e insumos para realizar sus tareas en zonas serranas o ignotas. No quieren ser desaparecidos, asesinados o levantados por los inhumanos delincuentes.

Por su importancia y contundencia destacó algunos párrafos del comunicado universitario:

“Fue la autoridad sanitaria federal la que impidió la participación de los y las egresadas de medicina en la atención a la crisis sanitaria, como se señala en su oficio DGCES.DG-037-2020. Impidió también el acceso a los internos de pregrado en los hospitales del primer y segundo nivel de atención. La Universidad se apegó a estas medidas instruidas por la autoridad sanitaria y por considerarlas pertinentes para contener contagios y proteger la salud.

“Los estudiantes de pregrado se han integrado paulatinamente, desde el último cuatrimestre de 2021, a sus actividades hospitalarias, en la medida en que las autoridades de las instituciones de salud lo han permitido. Los pasantes del servicio social que se encontraban en unidades hospitalarias fueron, por instrucciones de la autoridad sanitaria, trasladados a centros de salud, para apoyar al Programa Nacional de Salud, donde continuaron prestando sus servicios de manera ininterrumpida.

“Los pasantes en áreas rurales permanecieron en ellas, afrontando las carencias propias de estas poblaciones y los efectos de la pandemia en la población rural marginada.

“En esas condiciones actuaron los más de mil quinientos pasantes de medicina de la UNAM, quienes se sumaron a los 14 mil pasantes de otras instituciones educativas del país.

“Cerca de 15 mil médicos residentes, estudiantes de los posgrados de especialidad,  estuvieron siempre presentes durante estos terribles meses, mostrando gran  profesionalismo, empatía  y dedicación en jornadas extenuantes de trabajo, no obstante los riesgos a su salud y la de sus allegados y  familiares.

“Los médicos, investigadores, docentes, y estudiantes de medicina y enfermería de la UNAM se mantuvieron siempre en la primera línea de contención al virus Sars-CoV-2 y en la atención a pacientes infectados”.

Hasta ahí los datos de la UNAM.

Los descalificativos contra la UNAM y sus egresados no sólo son injustos e innecesarios, son a todas luces una falacia. EstA nueva afrenta a la UNAM y sus egresados tiene como objetivo mermarla en su salud, y tratar de influir en el cambio de rector, esperado para diciembre del 2023. No dudo que Amlo y su gente tratarán de inducir fuertemente el proceso para la designación de rector o hasta rectora en nuestra máxima casa de estudios.

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