Ciudad de México, abril 26, 2024 06:14
Alcaldía Benito Juárez

Aprueban con solo 39 votos cambio en camellón de Narvarte… ¡y lo impugnan 252 vecinos!

El caso en Narvarte II pone en entredicho los métodos para designar presupuestos vecinales con participaciones ridículas

Residentes inconformes obligan a reducir sendero en zona arbolada; representante de COPACO presenta recursos jurídicos.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

El proyecto que pretendía, según su diseño original, colocar en el camellón de  Zempoala, en la colonia Narvarte, un piso arcillado en el espacio destinado a pasto y plantas, así como dos decenas de bancas de cemento con aspecto de lápidas, ha confrontado a los vecinos y obligado a las autoridades de Benito Juárez a modificarlo.  

El caso es un botón de muestra de lo inoperante que resulta el proceso –estipulado en la Ley de Participación Ciudadana— con el que se seleccionan los proyectos del Presupuesto Participativo, un monto que asciende en cada alcaldía al 3.7% del presupuesto total respectivo.

El problema ha escalado justo ahora que está por concluir la etapa de presentación y registro de los proyectos de Presupuesto Participativo para el 2023, cuyo monto aumentará hasta el 4% de lo presupuestado para cada alcaldía capitalina.

Sendero junto a los árboles añosos. Sus raíces tuvieron que ser recortadas.

El proyecto relativo al año 2021 en Narvarte II, que considera cambios solo en un trecho del camellón de Zempoala, obtuvo únicamente 39 votos de vecinos… y después fue protestado por cerca de 300 residentes ante la Alcaldía Benito Juárez. El resultado de la elección (un caso que ejemplifica lo ridículo de la participación para asignar estos recursos) está publicado en la página oficial del Instituto Electoral de Ciudad de México.

La presión vecinal obligó a la Alcaldía a modificar el plan que, según pudo constatar Libre en el Sur, el original era inviable no solo por el tema estrictamente ambiental, sino porque en las maquetas del proyecto aparece una anchura de un mínimo de 1.20 metros, imposible para la colocación de la arcilla, pues justo a la mitad del camellón hay árboles y palmeras. Aún con la reducción a 90 centímetros, es evidente que fueron intervenidas las raíces de algunos de los ejemplares.

En total, en el tramo del camellón de Zempoala, entre Xola y La Morena, hay 133 árboles (entre ellos seis frutales recientemente sembrados), además de 19 palmeras, tan características de la zona de Narvarte.   

El asunto ha terminado por dejar descontento a todo mundo. Isis Villicaña, la actual representante de la COPACO (Comisión de Participación Comunitaria) de Narvarte II, que es la misma vecina que propuso el sendero de 280 metros lineales, ha interpuesto quejas ante el Instituto Electoral de Ciudad de México y la Contraloría Interna porque la Alcaldía modificó el proyecto que ganó con solo 39 votos, que son los que decidieron el destino de 1,454,270 pesos…

Tras la escasa participación, en un acta circunstanciada de hechos, oficial membretada y firmada por funcionarios de la Alcaldía, cuya copia está en poder de Libre en el Sur, quedó manifestada la inconformidad de 252 vecinos –entre ellos Adriana Montuy, que también es integrante de la COPACO– , que exigieron que “se respete” el camellón para plantas y pasto y que en todo caso se lleven a cabo acciones de reforestación. Lo que obtuvieron fue un triunfo parcial, con la reducción de la anchura del “sendero” y que las bancas fuesen colocadas solo a los extremos del camellón.   

El contratista colocó un pasillo de ecocreto gris, de 90 centímetros de ancho, que como serpentina va bordeando las laderas del camellón. Los inconformes –que reconocen las consecuencias de no haber votado aunque afirman que no obtuvieron la información sobre los diferentes proyectos postulados, buscan ahora que se retire “el caminito”, como le llaman… en la próxima elección del Presupuesto Participativo, en mayo.

Ante ello, Isis Villicaña difundió un documento entre vecinos, intitulado “crónica ejecución PP UT Narvarte II”, donde expone que en 2022 (no especifica el mes) inscribió un proyecto –que resultó electo– de mejoramiento urbano a la convocatoria de Presupuesto Participativo para la intervención de un tramo del camellón de Zempoala. A quienes lideran la impugnación del proyecto los acusa incluso de hacerle brujería.

“Es importante señalar que una vez que tu proyecto es elegido por votación popular deja de ser tuyo y se convierte en el proyecto de PP de tu UT. Lo digo porque hay por aquí a quien -vecinas y vecinos agresivas y agresivos- se le ocurre decir que ‘es mi proyecto’ cuando es en realidad el proyecto de la comunidad”.

Bancas como lápidas. Más gris, menos verde.

Y acusa textual:

“Si bien lo que les voy a contar no es específicamente sobre toda mi experiencia en este asunto, debo revelar que participar activamente en el PP ha resultado ser una experiencia literalmente peligrosa. Nos han amenazado de muerte a mí y a mi familia, específicamente a mis hijas; han pintado mi coche y ensuciado la puerta de entrada a la casa y dejado veladoras afuera”. Asegura que hay dos carpetas de investigación abiertas a estos hechos.

“En tanto que soy una ciudadana participativamente activa he procurado, además de participar en la convocatoria, mantenerme al tanto de la ejecución del proyecto tanto como ciudadana como como Copaco y como representante del Comité de Ejecución en mi UT. Soy arquitecta. El proyecto trata de la rehabilitación del camellón de Zempoala entre Eje 4 Sur Xola y La Morena”. Y asegura que “es un proyecto de rehabilitación de espacio para el esparcimiento y contemplación de los habitantes”.

La líder vecinal asegura que “el andador lo hicieron con material más barato que el presupuestado, indicado en la cotización que se adjuntó en la inscripción del proyecto ante el IECM y que fue aprobada: a partir de la cual debió elaborarse la licitación y después el contrato. Me gustaría que conocieran la propuesta: lo que proyectado y el resultado. Colocaron las bancas de manera ajena a cualquier reglamento de construcción o de cualquier noción básica, intuitiva, de circulación. Sembraron ¡en los montones de escombro! plantas demasiado jóvenes para sobrevivir en un espacio público en rehabilitación ¡y en el escombro! Y sin regar, claro”.

Aunque la obra no ha concluido ni ha sido entregada formalmente, ella se queja de que “fueron colocados sólo dos bolardos de siete y no dejaron los dados requeridos para anclarlos al piso. “Cortaron banquetas que no han restaurado. Se acordó colocar gravilla en todo el perímetro del camellón para poder transitar con más espacio (ya que implantaron un sendero de 90 cm que no cumple con el reglamento de construcción) y no lo han hecho. ¡Quiénes son estos ‘profesionistas’ servidores públicos que dirigen las obras de la Alcaldía Benito Juárez que carecen de nociones básicas de construcción! (sic)”.

Villicaña afirma que “la alcaldía ha modificado el proyecto para atender las quejas de un grupo de vecinas y vecinos que desconocen el modelo del PP y el proyecto y que no ejercieron sus derechos… que incluso han llegado a amenazar que propondrán como proyecto en 2023 deshacer el proyecto, desrehabilitar (sic), podríamos decir”.

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