Ciudad de México, julio 12, 2025 05:21
Itzel García Muñoz Medio ambiente Opinión

Los árboles, mejores amigos: Combaten contaminación y calor

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

En plena era del cambio climático y del calentamiento global resulta realmente paradójico que los vecinos salgan a dar una batalla por cada árbol que está en riesgo.

POR ITZEL GARCÍA MUÑOZ

Solo una ciudad perdida entre los bosques es una ciudad de verdad. Mehmet Murat Ildan.

La Ciudad de México es un claro ejemplo de una urbe con altos niveles de depredación ambiental debido, entre otras cuestiones, a la contaminación y la deforestación excesiva causada por varios factores. Y muchas veces he pensado que nuestro ecosistema ha sido tan noble que apenas está colapsando.

Durante los últimos años, en la alcaldía Benito Juárez  han surgido movimientos vecinales para salvar los árboles como “Salvemos a Laureano”, sobre todo de la depredación inmobiliaria que se ha producido de manera acelerada a partir de los primeros años  del presente siglo. Así, a lo largo de un cuarto de siglo, vecinos  de distintas colonias hemos alzado la voz y emprendido batallas vecinales porque sabemos que los árboles son fundamentales para nuestra supervivencia y el buen funcionamiento de nuestro  ecosistema. Por lo tanto, protegerlos es nuestra responsabilidad.

Los árboles son esenciales para el equilibrio ecológico y el bienestar de los humanos. Son tan importantes porque proporcionan los siguientes  servicios ambientales que muchas veces pasan por desapercibidos:

  1. Son reguladores de temperatura;
  2. Purifican el aire al filtrar contaminantes como el ozono y el dióxido de nitrógeno;
  3. Dan oxígeno;
  4. Regulan el ciclo hidrológico ayudando a captar y retener el agua de lluvia;
  5. Permiten  la recarga de los acuíferos, reduciendo el riesgo de inundaciones;
  6. Evitan la erosión del suelo causada por la acción del agua y el viento;y
  7. Protegen la biodiversidad al ser el hábitat y dar alimento a diversas especies de animales, algunas de ellas en peligro de extinción en la Ciudad de México.

Además, la presencia de los árboles incrementa el valor de la propiedad en las zonas urbanas. Por todas éstas razones, no solamente los gobernados sino principalmente las autoridades deben protegerlos de manera integral. Sin embargo, en plena era del cambio climático los árboles son talados, envenenados, mutilados o secados intencionalmente para construir en esos lugares edificios con departamentos  de lujo a los que difìcilmente un citadino de a pie puede acceder por los altos costos que son producto de una especulaciòn inmobiliaria que no  ha sido combatida de manera eficaz por las autoridades competentes, lo que ha provocado la gentrificación de muchas colonias.

En plena era del cambio climático y del calentamiento global resulta realmente paradójico que los vecinos tengamos que salir a dar literalmente una batalla por cada árbol que está en riesgo por la voracidad inmobiliaria; y que no exista una política pública integral no solamente para la conservación sino para el incremento de las zonas verdes en la Ciudad capital.

Actualmente, los vecinos de la alcaldía estamos luchando para evitar que más árboles de nuestra ciudad sean talados, muestra de ello es la resistencia vecinal que se ha producido por el proyecto para construir una supermercado en un predio que se ubica en Moras y termina en Patricio Sanz. Los vecinos han denunciado que se trata de aproximadamente 150 árboles.  El conteo de árboles que ofrece la empresa es de 153, entre ellos hay cuatro aguacates, 13 ciruelos, 18 ficus, 48 truenos y nueve jacarandas. Una barbaridad.

Necesitamos más parques, jardines y menos cemento. Si un desarrollador quiere construir en un predio donde habitan árboles, es el proyecto el que debe adaptarse a ellos, y no al revés. Las sanciones por talar, secar, envenenar o mutilar un árbol deben ser ejemplares para quienes cometen este grave delito ambiental.

Los parques y los jardines son espacios para hacer deporte, la recreación e incluso  la reflexión, para abstraernos del estrés cotidiano y gozar de un poco de tranquilidad. Hoy en día, debe prevalecer el interés público y el derecho de los ciudadanos a un medio ambiente sano frente a los intereses particulares que además, en muchos casos fomentan el consumismo irracional que también genera mucha contaminación. ¿Qué bueno hubiera sido que en vez de edificar el complejo Mitikah se hubiese construido un parque para todos que sirviera de ejemplo para la depredación inmobiliaria.

Espero que esta columna aporte un granito de arena al educar a la población sobre la importancia de los árboles  y su papel en la mitigación del cambio climático; así como para promover la reforestación y la conservación de las áreas verdes, y fomentar la participación ciudadana en la materia. Y que a la vez sea un llamado para que las autoridades establezcan un marco legal que salvaguarde a cabalidad a nuestros amigos arbóreos, regulando cuidadosamente la explotación forestal, garantizando prácticas sostenibles.

Compartir

comentarios

Artículos relacionadas