Ciudad de México, noviembre 21, 2024 20:00
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BJ es de todas y todos

El óptimo de un gobierno es ser eficaz, eficiente, e incluyente. Que respete derechos humanos y la diversidad de pensamiento; laico y con cumplimiento estricto del estado de derecho. Transparente y con cero corrupción. Sustentable y socialmente responsable. Con capacidad de comunicar, y escuchar siempre a quienes piensen distinto. Tolerante.

Sin embargo, parece que los últimos años de violencia y guerra en nuestro país han marcado también las actuales campañas políticas. ¿A qué me refiero? En las campañas, en las y los candidatos, lo que escuchamos y vemos son “cuartos de guerra verdes”, “ejércitos azules”, “comandos electorales amarillos”, priorizando la descalificación por encima de la propuesta, en la gran mayoría de quienes compiten.

A menos de un mes que se realicen las elecciones del 7 de junio, le apuesto estimado lector que no hay, por lo menos en Benito Juárez, un mensaje claro de propuesta para nosotr@s que identifique a candidat@ algún@ para la jefatura delegacional. Y no es responsabilidad exclusiva del candidato y sus partidos, también es responsabilidad del electorado, y diría que mayor responsabilidad de la autoridad electoral, del árbitro del partido pues.

Criticamos las mantas, pero de no ser por ellas, le apuesto que no sabríamos quienes son quienes quieren gobernarnos. Claro, es muy sabroso, y también yo lo comparto, el poder desahogar la ira contra la impunidad de los políticos bajando o rayando su publicidad. Al final de cuentas toda esa publicidad o es producto de la corrupción del político, o está pagada con nuestros impuestos.

Ahora, ¿cuáles son los mecanismos por los cuales tendríamos que conocer a quienes quieren representarnos? Desde mi punto de vista, el contacto directo entre votante y votado. Sin embargo, esto casi nunca sucede.

Nuestra democracia lleva ya varios años en pañales. Las autoridades electorales responden a los intereses de los partidos políticos, se vuelven cómplices contra el interés ciudadano. Una ciudad de avanzada, un país con democracia, prohibiría la publicidad de los partidos políticos y de sus candidatos. Obligaría a todas y todos los candidatos a debates, con tiempo pagado en televisión y radio, para contrastar sus propuestas.

Establecería mecanismos, en esta era digital, en la que al instante tuviéramos acceso a la trayectoria y capacidad de por quién queremos votar. Pondríamos las mismas condiciones para todos los partidos políticos y sus candidat@s. Permitiríamos la participación libre de ciudadan@s que no militen en partido alguno. Candidaturas independientes serían la normalidad y no la novedad. Las ideas y planes de trabajo tendrían que darse también en espacios públicos donde se contestaran directamente y al momento las preguntas de quienes vamos a contratar al gobernante.

La autoridad electoral tendría la facultad de obligar al candidato a encuentros públicos, con horarios adecuados, y en días óptimos para que el ciudadano pudiera realizar la entrevista de trabajo al siguiente administrador de la demarcación. Quien contrata y paga tiene derecho a saber qué es lo que lo espera, ya que aquí, no hay rescisión de contrato. A excepción del chapulineo y la promiscuidad en el cambio de camiseta política, claro.

Y algo básico que nunca se realiza; pediría como requisito básico indispensable, la constancia de residencia, con una vecindad efectiva de por lo menos 5 años en el distrito uninominal, federal, y territorio delegacional, para quienes quieren nuestro voto. Si usted le pregunta a su candidat@ a diputado local, o federal donde vive, seguramente le mentirán con su domicilio, a los partidos les encanta exportar e importar candidatos.

Por ejemplo, una destacada vecina de Benito Juárez, y Diputada local, hasta hace 3 meses panista Laura Ballesteros, es candidata a Jefa Delegacional ahora del PRI-Verde ¡en Miguel Hidalgo!; caso similar con el de la rescatable funcionaria que tuvimos en la fallida administración del delegado “no me toca”, Margarita Martínez Fisher, quien pensaría uno que pudo haber sido una extraordinaria candidata a Jefa Delegacional en Benito Juárez por haber desempeñado un buen trabajo pagado aquí, ¿pero qué cree respetable lectora lector? resulta que vivía ¡en la Miguel Hidalgo!, está de candidata en el distrito XIII.

Claro, hay esfuerzos, y hay que reconocerlos, como la plataforma #VotoInformado promovido por la UNAM, o el #3de3 del IMCO; igualmente el Ciudadan@s Uni2 del IEDF, pero claramente son insuficientes, considerando el multimillonario presupuesto que le destinamos a nuestra “democracia” la cual es la más cara de América Latina. Las millonarias multas impuestas al Partido Verde por su constante ilegalidad, no las paga el partido, se pagan con nuestros impuestos, tan sólo por poner un ejemplo.

Las redes sociales han dado vuelco y se vuelven protagónicas en estas elecciones del 2015; sin embargo, también hay que señalarlo, somos los menos los que interactuamos exigiendo a las distintas opciones nos den a conocer sus propuestas. Y menos aún l@s candidat@s que responden esas exigencias. En el caso de Benito Juárez, podría citar en este momento las cuentas en twitter que promueven el voto. Y también las cuentas que responden esa solicitud. No son más de 25. Llamémosle un círculo virtuoso, que por lo menos hace que las personas que manejan éstas cuentas se den su propio voto de esperanza por aportar su granito de arena. El reto sería involucrar a más vecin@s, a través de estas redes sociales.

Si las campañas van como las hemos “visto” hasta el momento, el resultado será desalentador; después de varios años, nuevamente la abstención y el voto nulo le ganarán a los partidos políticos. Quienes compiten igualmente, tienen mayor responsabilidad. Incentivarnos a salir a votar el 7 de junio. No es imperando, ni ofreciendo chambas, ni con elocuentes discursos; es generando liderazgo entre la comunidad que hasta el momento, desafortunadamente, no hemos visto. Queremos una delegación que sea de todas y todos.

En mi caso particular, no quisiera repetir, la mala experiencia como ciudadano que tuve con el ex “gobernante”, futuro diputado local, mafioso de la política, desgracia del PAN, Jorge Romero. Desearía una delegación que sea de todas y todos, y no de un solo color, ya sea azul, amarilla, verde, rosa, turquesa, naranja, morena, rubia o pelirroja #CiudadanoIncómodo para el candidato plurinominal bloqueador @floresaquino

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