Ciudad de México, diciembre 7, 2024 11:19
Nancy Castro Opinión

Carta a los Reyes Magos

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

“La solución no es la campaña de donación de regalos que se hace cada año el Día de Reyes, para que los niños no se queden sin juguetes. ¿Cómo erradicar las diferencias? ¿De qué manera se pone en la balanza las necesidades reales de una población vulnerable?…”

POR NANCY CASTRO

Cuántas contradicciones puede representar una fecha como el 6 de enero, el día en el que los niños son vanagloriados por su inocencia por la fantasía ilusoria de recibir regalos de las figuras mitológicas que siguen contribuyendo a la desigualdad más cruel.

Cuántas veces hemos escuchado o hemos vivido en carne propia el ¿por qué a mi amigo le trajeron el coche que está de moda y a mí no? ¿Por qué yo sí recibí la Barbie que pedí y a mi amiga no le trajeron absolutamente nada?

Cuántas deudas tienen que arrastrar los padres durante toda su vida para cubrir carencias propias reflejadas en sus hijos. Cuántas veces hemos escuchado, a ti no te va a faltar nada como a mí.

Qué necesidad de proveer a los niños de falsedades ilusorias o de imponer constructos sociales imposibles de resolver al regalarles el bebé que llora y pide leche. Desde pequeña a la niña indirectamente se le impone una tarea dificilísima. Maternar,  va más allá de cambiar el pañal, alimentar y  darle al niño lo que pida. Hasta en estos días de felicidad para los niños los estamos preparando en roles patriarcales, donde la niña cumple su función de madre. El niño al fútbol y la niña a criar.

Por qué seguir alimentando un paradigma que hoy en día y más que nunca está en crisis. Precisamente porque después de unos cuantos siglos de dominación las mujeres nos hemos dado cuenta que la figura materna ya no es la que se sacrifica por sus hijos, la que se deja la vida entera cuidando de sus hijos y después cuidando de los hijos de sus hijos para ser la abuela entrañable. Después de mucho luchar, las mujeres también nos hemos dado cuenta que también tenemos  vida propia y profesional y muchos sueños por cumplir a parte del de ser sólo madre.

   Qué necesidad de proveer a los niños de falsedades ilusorias o de imponer constructos sociales imposibles de resolver al regalarles el bebé que llora y pide leche…”

En ‘La mujer helada’ Annie Ernaux  narra con maestría los conflictos del día a día cuando estás obligada a cumplir unos roles  y sin embargo tienes la libertad a la vuelta de la esquina sin poder tocarla: “Yo también caí en la trampa de la mujer total, orgullosa por fin de conciliarlo todo, la subsistencia, hijo, y 3 cursos de lengua francesa,  guardiana del hogar y dispensadora del saber, superwoman,  no solo intelectualmente hablando. En resumidas cuentas armónica”

A través del flujo de conciencia, con frases cortas y muy directas, ‘La mujer helada’ habla de cómo la falsa conciliación familiar empuja a las mujeres a un desafío diario y familiar en el que se termina perdiendo, irremediablemente, su identidad.

La exigencia de la mujer de ir más allá de sus posibilidades, la posiciona socialmente a tal grado de sujetarla a una competitividad con el hombre, a diferencia ella da a luz vida, es madre y desarrolla un instinto de supervivencia mayor que el del hombre.

La auto exigencia al empoderamiento es un falso control del sistema capitalista que deriva en  verdaderos desequilibrios tanto físicos, psicológicos, como morales.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)  a finales de abril 2022, México tiene una población de 38.3 millones de personas de entre 0 y 17 años. De esta población infantil y adolescente, el 52.6 por ciento vive en situación de pobreza extrema (19.5 millones), una carencia que ha aumentado en los últimos años: de 2018 y 2022 la pobreza en esta población creció 2.3 puntos porcentuales.

Es decir que 19.5 millones de niños no reciben regalos en estas fechas y mucho menos juguetes el 6 de enero.

Y la solución no es la campaña de donación de regalos que se hace cada año, para que los niños no se queden sin juguetes. ¿Cómo erradicar las diferencias? ¿De qué manera se pone en la balanza las necesidades reales de una población vulnerable? ¿Cómo proveer de herramientas sustanciales para el aprovechamiento de una educación escolar?

México ocupa el quinto lugar con mayor pobreza en Latinoamérica, según la UNICEF más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela, mientras que 600 mil más están en riesgo de dejarla por diversos factores como la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y circunstancias desfavorables por motivos de violencia intrafamiliar o violencia en sus entorno social. Además, los niños y niñas que sí van a la escuela tienen un aprovechamiento bajo de los contenidos impartidos en la educación básica obligatoria.

Por otro lado está el caso de los padres que saturan a sus hijos de actividades extraescolares. ¿Los padres quieren que sus hijos aprendan inglés, francés, natación, gimnasia, fútbol, etcétera, o lo hacen por qué no tienen con quién dejarlos? ¿Estamos tomando en cuenta las necesidades de los niños?

Como adultos estamos generando una expectativa depositando en ellos una responsabilidad como representantes de una sociedad anhelada a la que tienen que llegar como adultos híper preparados. Y sí, ellos, los niños de hoy serán los adultos del futuro.

Si dejamos de anteponer las ideas como adultos a las necesidades reales de los niños y niñas, si como adultos  incidimos en que tendríamos que ser menos competitivos, menos exigentes, menos esclavos deshumanizados.

Y si el paradigma estandarizado de la educación cambiara a entender los procesos de crecimiento, y si en la escuela se potencia la autonomía y la igualdad y si la escuela  fuera universal e igualitaria sin depender de la capacidad económica de cada familia. El futuro está  en la educación, si cambiamos la educación, cambiamos a la sociedad. Y nuestro país está necesitado de un cambio.

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