Ciudad de México, mayo 8, 2025 12:31
Política Política Internacional

Claudia Sheinbaum afirma que Gutiérrez Müller está en su derecho de juramentar lealtad al rey de España

“Todavía es tiempo de pedir perdón por las atrocidades cometidas contra los mexicas y otros pueblos”, dijo la Presidenta, apenas en febrero, refiriéndose a la monarquía española.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

En una declaración que exhibe una de las contradicciones más notorias del nuevo gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este martes 7 de mayo que Beatriz Gutiérrez Müller “está en su derecho” de solicitar la nacionalidad española. Lo dijo en plena conferencia matutina, como si el trámite no implicara, según marca la ley, el juramento de fidelidad al rey de España, Felipe VI. Y como si ella misma no hubiera reiterado —aún ya como jefa del Estado mexicano— su exigencia de que el Reino de España ofrezca disculpas por los agravios cometidos durante la Conquista.

La respuesta presidencial desató de inmediato una ola de críticas en redes sociales, no solo por la contradicción con el discurso soberanista del obradorismo, sino por el silencio sostenido de Gutiérrez Müller sobre el caso. 

Las palabras de Sheinbaum se contraponen directamente a su propia narrativa. En febrero de 2025, durante la conmemoración oficial por los 500 años del asesinato de Cuauhtémoc, la presidenta pronunció un discurso tajante: “Todavía es tiempo de pedir perdón por las atrocidades cometidas contra los mexicas y otros pueblos, y por el cruel asesinato de Cuauhtémoc. Todavía es tiempo. Engrandece a quien lo ofrece y a quien lo otorga”. No era la primera vez que lo decía. En su toma de protesta como presidenta, en octubre de 2024, insistió: “La disculpa pública frente a atrocidades del pasado engrandece a los pueblos, engrandece a los gobiernos”. 

Por eso la respuesta de este martes —“está en su derecho”—, lejos de cerrar el tema, lo abrió a una serie de cuestionamientos que ya circulan no solo en redes sociales, sino entre voces relevantes del ámbito público. Aunque hasta el momento ninguna figura ha reaccionado directamente a la solicitud de nacionalidad de Gutiérrez Müller, el desdén del escritor español Arturo Pérez-Reverte hacia el gobierno mexicano ya había quedado evidenciado meses atrás. El 25 de septiembre de 2024, tras la carta de Sheinbaum justificando la ausencia del rey Felipe VI en su toma de protesta, el novelista escribió en su cuenta de X: “Albergaba ciertas dudas sobre si López Obrador y Claudia Sheinbaum eran imbéciles, oportunistas, demagogos, sinvergüenzas o las cuatro cosas a la vez. Este comunicado me lo aclara todo”  . Aunque su comentario se refería a la exclusión del monarca español de los actos oficiales, su crítica adquirió nuevo eco tras conocerse que una de las principales figuras simbólicas del obradorismo habría jurado lealtad al mismo rey, ahora como parte de un trámite personal. 

La solicitud de nacionalidad española de Gutiérrez Müller fue confirmada por el diario ABC de Madrid, que reveló que la historiadora la presentó al amparo de la Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022, la cual permite a los nietos de españoles exiliados obtener la ciudadanía por opción. A diferencia de la carta de naturaleza, este procedimiento no requiere la intervención del Consejo de Ministros, pero sí está sujeto al control del Ministerio de Justicia, que puede denegar el trámite por razones de orden público, seguridad nacional o interés general, conforme al artículo 25 del Código Civil español. 

Libre en el Sur anticipó la revelación del caso y documentó, con sustento en archivos genealógicos, los dos linajes españoles por vía paterna que sustentan la solicitud de Gutiérrez Müller: uno derivado de Juan Gutiérrez Rodríguez, originario de Barcelona, y otro a través de la línea Gutiérrez Arias. Por el lado materno, en cambio, Gutiérrez Müller tiene ascendencia alemana, a través de Walter Carl Müller —quien se estableció en Sudamérica en los años 30—, pero esa filiación no le ofrece posibilidad alguna de acceso a ciudadanía europea.

La historiadora —quien ha guardado silencio público desde que trascendió la noticia— no apeló a vínculos con pueblos originarios ni a argumentos simbólicos, sino a su ascendencia europea por línea paterna para acogerse a los beneficios de la Ley de Memoria Democrática. Cabe destacar que esta legislación vencía en octubre de 2024, justo cuando Andrés Manuel López Obrador concluía su mandato, pero Gutiérrez Müller aprovechó la prórroga de un año concedida por el gobierno español para presentar su solicitud dentro del nuevo plazo extendido. 

Así, lo que comenzó como una exigencia de dignidad nacional frente al pasado, termina en un acto de lealtad personal ante la corona española. El viraje no solo exhibe la flexibilidad del discurso político, sino la facilidad con la que quienes construyeron una narrativa de soberanía pueden desmontarla en cuanto se trata de trámites personales. A la exigencia de disculpa ha seguido el silencio. Y a la memoria histórica, el juramento de lealtad al rey. 

“No conozco el tema, no se si haya; porque ha salido en las redes, no tengo más información y está en su derecho si es el caso”, fue lo dicho por la presidenta mexicana.

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