Cumple 30 años la lucha de los vecinos del parque San Lorenzo, en Tlaco
El templo de San Lorenzo, en el parque del mismo nombre. Foto: Libre en el Sur.
Desde 1994, los vecinos de del antiguo pueblo originario de Xochimanca se opusieron a la instalación de parquímetros e impidieron un estacionamiento subterráneo en su parque.
Encabezados por Oscar Araiza y Juan Luis Umaña, promovieron que se declararan los parques como patrimonio, retirar una terminal de autobuses y cancelar un tianguis; fueron antecedente de la lucha contra la perforación de un pozo, la tala irracional de árboles o la instalación de ambulantes… y otra vez la operación de parquímetros.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
La lucha de los vecinos de la actual colonia Tlacoquemécatl del Valle en defensa de su enrono natural, en la alcaldía Benito Juárez, se remonta a 1994, cuando se organizaron para impedir que se construyera un estacionamiento subterráneo en el Parque de San Lorenzo y evitar la instalación de parquímetros.
En esa ocasión, el movimiento fue encabezado por los representantes vecinales Oscar Araiza y Juan Luis Umaña, ambos oriundos de la colonia y el segundo de ellos heredero de estirpe de cuatro generaciones.
En aquella lucha inicial, se logró también el retiro de una absurda terminal de autobuses en la calle Tejocotes (que en ese entonces dividía en dos el actual jardín), así como suprimir el tianguis semanal que se instalaba en el mencionado parque, ubicado entre las calles San Lorenzo, Fresas, Magnolias y Manzanas., con el consecuente daño a sus áreas verdes.
Los dirigentes Araiza y Omaña,), con el apoyo pleno de los residentes del antiguo pueblo originario de San Lorenzo Xochimanca, promovieron la emisión de un decreto que decretara como espacios ecológicos protegidos todos los parques de la entonces delegación Benito Juárez.
Propusieron asimismo la remodelación del mercado Tlacoquemécatl, en la calle de Miguel Laurent, entre San Francisco y Patricio Sánz, lo que finalmente se consiguió, así como la donación de tres cuatrimotos para la vigilancia del parque.
Otra petición vecinal fue la construcción de canchas deportivas y un módulo de vigilancia, para lo cual se cerró el tramo la calle Tejocotes comprendido entre San Lorenzo y Magnolias.
También se propuso la vigilancia vecinal en la asignación de usos del suelo, la supervisión de obras públicas y la conservación de las tradiciones de esta población, en especial la celebración anual de las fiestas patronales de San Lorenzo Mártir, venerado en la capilla franciscana del siglo XVI –catalogada como Monumento Histórico por el INAH– que se ubica en el parque, cada 10 de agosto.
Y una demanda más, hoy plenamente vigente por cierto, es la de no permitir la instalación de parquímetros en las calles aledañas al parque y en general en la colonia Tlacoquemécatl.
Todos esos fueron antecedentes de movilizaciones vecinales posteriores en defensa del Parque y la colonia, como actualmente ocurre con la oposición generalizada a la operación del sistema EcoPark con parquímetros.
Reiterados intentos de realizar talas indebida, instalar baños públicos o comercio ambulante, han sido impedidos por los vecinos, encabezados por el actor Pablo Georgé, con base en la legislación que actualmente protege a ese y otros parques juarenses catalogados como patrimonio urbanístico natural de la demarcación.
En dos ocasiones, en 2007 y en 2023, lograron detener sendos intentos de realizar la perforación de un pozo de extracción de agua en pleno Parque de San Lorenzo, lo que representaba un grave daño para ese jardín y su entorno.
En 2007 el Sistema de Aguas de Ciudad de México trató de engañar a los vecinos con la construcción de un pozo, que supuestamente dotaría de agua potable a los vecinos de la zona; sin embargo, Libre en el Sur descubrió los documentos oficiales donde se precisaba que el agua era para Iztapalapa, semillero de votos del entonces gobernante Partido de la Revolución Democrática. La revelación fue determinante para la cancelación del proyecto.
En septiembre del año pasado hubo un nuevo intento de realizar esa perforación, ahora con el pretexto de la escases de agua potable que afecta al Sistema Cutzamala, que surte del líquido a Benito Juárez y otras alcaldías del Poniente de la capital. La resistencia vecinal fue contundente y el gobierno morenista de Ciudad de México se vio obligado a cancelar definitivamente el proyecto.
En semanas recientes, sin ninguna consulta previa y sin siquiera difundir la información elemental sobre el funcionamiento de esos aparatos, se pretendió la instalación de parquímetros en todas las calles de la colonia Tlacoquemécatl de. Valle, a pesar de que habían sido ya rechazados desde hace 30 años.
Ha sido sin duda una historia ejemplar.