DAR LA VUELTA / La Comer, el Walmart, la tiendita de la esquina y todo al mismo tiempo
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Foto: Francisco Ortiz Pardo
Este texto es un artículo local, focalizado, de las coordenadas referidas; pero no es una columna cuyo tema verse en realidad sobre Wallmart o La Comer.
POR ANA CECILIA TERRAZAS
En la frontera sur de la Benito Juárez, casi con la colonia Crédito Constructor, en la zona de Acacias o Actipan, si me preguntan recomiendo de preferencia comprar fruta o verdura en la tienda de abarrotes de McKy (McKinsey), que en realidad se llama frutería abarrotes Cabanzo y que merece su propio texto para otra ocasión.
Pero, para adquirir latas, detergentes, servilletas, limpiacosas, limpiacasas y lo de la semana, en la zona nos dividimos entre los supermercados cercanos; sobre todo Walmart (exDetodo) o el Superama express en Félix Cuevas o bien La Comer de Insurgentes Sur.
Walmarts, en el país, hay unos 2 mil 700; La Comer, escasos 300. Las diferencias entre ambos supermercados, que se llaman pomposamente tiendas de autoservicio, se pueden enunciar, pero para muchas personas no se puede votar de golpe por una o por otra, sobre todo para quien cuida de su presupuesto.
Según el presupuesto, las necesidades, conveniencias y circunstancias se pueden adquirir cosas en uno u otro lugar, independientemente de la segmentación que tengan ambas tiendas.
Las ventajas, en general, de Walmart, son los precios, las promociones en farmacia, la organización humana y espacial, la atención al cliente, los productos de temporada, la velocidad de las colas o que se puede pagar en cajero automático.
En La Comer los beneficios más obvios son, la variedad de todo, los productos gourmet, las novedades, las cafeterías adjuntas, las flores. En ambos supermercados las panaderías son lamentables.
Este texto es un artículo local, focalizado, de las coordenadas referidas al principio; pero no es una columna cuyo tema verse en realidad sobre Walmart o La Comer. Esta es una columna que pretende invitar a las personas que están en la zona (por lo pronto) a abandonar cualquier tipo de pensamiento maniqueo para que lo suplanten de inmediato, ahí, en cuanto noten que surge una idea dicotómica, bipolar, simplísima o simplista, por una reflexión compleja y con matices.
Algunas cositas de acá son buenas, magníficas, tienen ventajas, son para apostarle; otras son medianas, mediocres, malonas. Igual pasa con el otro lado, algo tiene que gusta, que facilita y que se entiende que así sea.
El calendario actual no da para la angostura ni para el aplastamiento entre una u otra; blanco o negro; sin meter el pensamiento crítico a pantone pleno de tamices, nomás no la vamos a hacer.
Esta no es una columna sobre súpers, y miren que, en todo caso, para frutas y verduras, una se iría a la abarrotería Cabanzos. ¿Verdad Dr. Bolavsky?