Democracia localizada
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POR JUANA DE SAN JOSÉ
El siglo pasado, en las escuelas públicas de la Ciudad funcionaba una figura de “autoridad” que era el Jefe de grupo. Si no recuerdo mal, lo designaba el director. En la secundaria donde estudié el director decidió que el Jefe de grupo se designaría en una votación a mano alzada. Entre gran algarabía ganó el más desmadroso de mi salón. Ese año, otra vez, el Jefe de grupo fue designado por el director. Iniciaba la década de los 80.
La semana pasada de este siglo nos enteramos de un grupo de alumnas en una secundaria de Cuautitlán que confrontaron a las autoridades escolares por no atender sus quejas de acoso, y por revictimizarlas.
“Ustedes tienen la culpa por no denunciar”, solo se escuchan claramente las primeras cuatro palabras; todo lo demás es rechifla de las alumnas en el video que circuló en las redes sociales.
Entre una escena y la otra han pasado cuatro décadas. Tomando de entre todos los ejes posibles de reflexión el de la perspectiva democrática, ¿cuál es la relación democrática entre alumnado y profesorado en cada caso? ¿Existe? ¿Es la escuela el ámbito comunitario donde deberíamos aprender a relacionarnos democráticamente entre iguales, y con las figuras de autoridad?.
Todo este preámbulo recordatorio y especulador viene a cuento porque en un par de semanas estaremos eligiendo representantes vecinales con nuevas reglas. De Comités ciudadanos conformados por 9 integrantes mediante representación proporcional de las fórmulas más votadas, a Comisiones de participación comunitaria (COPACO) conformadas hasta por 9 integrantes entre las personas más votadas en la jornada del domingo 15 de marzo.
Otra cosa que no es nueva es la bajísima participación en este ejercicio democrático y comunitario. En 28 de las 64 unidades territoriales (UT) que tiene Benito Juárez, las COPACO tendrán entre 3 y 8 integrantes, que son los aspirantes que se inscribieron; en se inscribieron 9 aspirantes; en 32 UT se inscribieron hasta 21 participantes. Las unidades territoriales donde hay más aspirantes son: Del Valle II (21 aspirantes), Portales II (20), Álamos I, Narvarte I y Portales I (19), así como Independencia, Niños Héroes de Chapultepec y Villa de Cortés (18). Las unidades territoriales con menor aspirantes inscritos son Crédito Constructor, Del Valle VII, Extremadura Insurgentes y Residencial Emperadores (3 aspirantes), y Del Valle II (4).
Con respecto a la inscripción de participantes en 2016, tomando en cuenta que cada fórmula se componía de 5 integrantes, llaman la atención Del Valle II que en 2016 registró 2 fórmulas (10 personas), la Nápoles que en 2016 tuvo 6 fórmulas (30 personas) y ahora registra 9 aspirantes, así como Portales IV, Ermita, Miravalle y Piedad Narvarte que en 2016 registraron entre 4 y 5 fórmulas (de 20 a 25 personas) y ahora registran entre 6 y 5 aspirantes.
Habrá que ver cómo funciona este nuevo modelo de representación vecinal, sobre todo pensando en cómo se organizará el voto corporativo en una elección donde se vota por una sola persona en cada unidad territorial.
Lo que no es nuevo es que en el registro de aspirantes y las campañas de promoción se repiten los vicios de siempre: por lo menos en Alcaldía Benito Juárez, vecinas han documentado que trabajadores de la Alcaldía se han registrado como aspirantes, y también actos no autorizados de promoción: instalación de módulos, uso de altavoces y de brigadistas. Veremos cómo conviven los jefes de grupo designados por la dirección con los ciudadanos que ya conocen su sitio en la relación democrática y saben cómo exigirla.