Ciudad de México, abril 17, 2024 18:43
Opinión Nancy Castro

Fractura

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La fractura emocional es la que, si bien les va, dejará cicatriz o una infección vírica y para esta sí que no hay vacunas…

POR NANCY CASTRO

MADRID. En los jóvenes, la pérdida de confianza a la sociedad provoca una fractura. Una fractura en la vida laboral, en los años cotizados, en la renta acumulada. Una fractura de la que será muy difícil recuperarse.

Se sabe que la generación “Z” que hoy se encuentra entre los 22 a 28 años de edad , convive hoy día con precariedad laboral, con una economía en su contra; y el curso de sus sueños, debilitado o en desánimo fulminante. La Incertidumbre se ha colocado como un estímulo vital, si bien los paraliza hasta la catatonia o asumen el trabajo de Sísifo con la piedra en la espalda que se resbala cuesta arriba una y otra vez. Sin embargo preocuparse por su salud mental, es algo que esta generación tiene muy normalizado.

La fractura emocional es la que, si bien les va, dejará cicatriz o una infección vírica y para esta sí que no hay vacunas.

Para continuar con esta reflexión y análisis tomo como referencia dos países, México y España, dadas mis circunstancias mediatas.

En México el crecimiento económico es magro, los salarios promedio no crecen y la pobreza persiste pero la fortuna de unos cuantos sigue expandiendose. México está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo y es la decimocuarta economía del mundo. La política fiscal tiene tres tipos de impuestos: al trabajo, al capital y al consumo. Hay aspectos del sistema tributario que parecen favorecer a quienes más ingresos perciben.

En el caso de España, la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE) indica que los ajustes fiscales y los subsidios de impuestos dispararon las diferencias, las desigualdades entre ricos y pobres, aún así la desigualdad nunca ha sido tan grande, sin embargo la política fiscal constituye un elemento determinante para mejorar la igualdad entre los ciudadanos, la prestación de los servicios públicos de los ciudadanos, se financia de los tributos(impuestos, tasas, y contribuciones especiales) que los mismos ciudadanos en mayor o menor medida satisfacen al estado.

Aunque las desigualdades permean en ambas sociedades, los contrastes son evidentes. Esta generación en vías de crecimiento ha nacido o crecido en medio de dos crisis, en México La caída del PIB en 2009 según Heath gran parte de esa caída se debió a la pandemia de influenza AH1N1 y en España en 2007 La crisis hipotecaria y ahora esta crisis sanitaria que ha desestabilizado al mundo entero.

Pero nada mejor que saber la manera en la que enfrenta este tiempo, la generación que se ha formado profesionalmente más que la anterior, que les ha tocado paliar un año de pandemia regresando a casa de sus padres o dándolo todo para poder seguir adelante.

Desde sus ciudades actuales dos jóvenes, originarias de México y España, tuvieron que salir de sus lugares natales en su día para formarse en estudios superiores, hoy nos hablan de su experiencia laboral, preocupaciones, anhelos y expectativas de futuro.

“Yo tengo 28 años y hasta la fecha no he pensado en ser mamá. Ni la vez que he estado más enamorada. Nuestra generación debe elegir una maternidad responsable, antes de decidirlo debe ir a terapia, porque todos crecemos con heridas. El mundo que me dejaron mis padres no es el óptimo, pero me han educado para tener una mentalidad sustentable, me han enseñado a decir lo que me pasa, lo que siento, me han enseñado a sanar”.

Liz Tinoco estudió la Licenciatura en diseño gráfico en la Universidad Autónoma de México, pero se ha decantado por las Artes Visuales , reconoce que este es el camino que quiere andar. Desde que salió de la escuela se dio cuenta de la brecha que dicta el sistema laboral “infravaloran la experiencia de profesionales jóvenes. Ya trabajé en el sector privado, pero prefiero trabajar como freelance, porque voy a mi ritmo, aunque tiene desventajas, no tengo las prestaciones de ley, como el fondo de ahorro ni derecho a la sanidad, me gustaría encontrar un punto medio, trabajar para una agencia aunque preferiría en el sector educativo y tener tiempo para trabajar en mis propios proyectos. Así lograría una estabilidad económica”

En México, más de 440 mil jóvenes entre 15 y 29 años quedaron desempleados durante la pandemia. Han sido los más afectados en el aspecto laboral durante este año. Millones de jóvenes en el mundo entero que empezaban a forjar su independencia económica, tuvieron que regresar a vivir con sus padres. Liz, después de 7 años regresó a la casa familiar, ante el panorama tan incierto, sentía que la oportunidad de expandir su horizonte creativo se había cerrado. “Esa masa de aire se volvía cada vez más densa provocó miedo, ansiedad, tristeza, preocupación, lloraba todo el tiempo” Tuvo que acudir a la ayuda psicológica, forzarse a generar una rutina que le permitiera estar creativa, de esta manera acudió a un proyecto que había dejado en pausa a causa de una afectación física (tendinitis) por su grado de implicación manual, “ahora trabajo mi propio proyecto, son esculturas en papel, una pieza de 70 centímetros de cinco a ocho centímetros de volumen, tardo en hacerla de dos a tres semanas y la vendo en seis mil pesos, aunque al momento de pagar impuestos debo sumar un porcentaje que debo pagar al estado y por eso debo elevar el precio a las piezas. Uno se convierte en una marca para que la gente compre tus productos”

Los jóvenes cada día se enfrentan a más dificultades laborales, los estados con mayor pérdida de empleo son: Ciudad de México, Quintana Roo, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, juntos representan un 78 por ciento de los empleos perdidos en 2020.

“Las oportunidades laborales se reducen, hay que seguir formándose para poder competir y por ende ser funcional ante el sistema. En tiempo de mis padres los estudios superiores no eran un factor importante, podían tener la secundaria y ya ser administrativos en cualquier dependencia gubernamental. A los 25 años ya tenían su casa. Yo ya no aspiro a poder comprar una casa, ni a gozar de privilegios como la pensión de jubilación. El estado invierte en nuestra generación, pero así como te da te quita. Ahora mismo no me atrevería a dar pasos tan grandes, ya no regresaría a la ciudad de México, las rentas son más caras. Por el momento me quedo aquí”

Liz vive actualmente en la ciudad de Guanajuato con sus padres, si viviera sola sus gastos básicos ascenderían a 12 mil pesos.

“Soy parte de una generación que no se calla, hemos aprendido a poner límites y dar visibilidad a todas las desigualdades, con mis padres hablo sobre estos temas, a veces les cuesta trabajo asumir que temas como la homofobia han generado sentimientos de odio que hoy reflejan muchos problemas en la sociedad”, dice.

La crisis económica prende fuego a tus alas cuando quieres volar
Liz, se ilusiona mientras me platica sus planes a futuro “quiero irme a Barcelona a estudiar un máster en Artes Visuales o Diseño de escaparates, mientras eso ocurre seguiré trabajando”

Blanca Márquez, es terapeuta ocupacional en Madrid, tiene 27 años. En 2016 salió de la carrera profesional y al mes ya estaba ingresando al sistema laboral; después de trabajar en varios dispositivos y programas en salud mental, actualmente trabaja en un Centro de día especializado en trastorno y salud mental.

“Cuando salí de la carrera, estaba muy dispersa, en cinco años he crecido muchísimo, ahora tengo un bagaje en salud mental, y trastorno, que no me imaginaba que tendría. Si que es verdad que ahora conozco los perfiles de los casos que nos llegan. Pero hasta ahí he llegado, no me permiten desarrollarme en otras áreas. Y es que el concepto de la empresa no da cabida a proyectos novedosos, proyectos que impliquen otras áreas como Sexología (otra de mis formaciones) que puedan producir cambios, cuando lo propuse, mis jefes me dijeron que no se podía porque la empresa está basada en una orden religioso y me dijeron que salud mental y educación sexual no tenían lugar”

Criados entre dos crisis, los jóvenes de esta generación prefieren tener un empleo seguro a montar su propia empresa. prefieren la estabilidad de un empleo en el sector público o privado, visto como un salvavidas.

Plantearse ser autónomo en una sociedad como la española en la que tienes que rendir actos tributarios percibas o no una entrada económica es tener menos privilegios que quien trabaja en el sector público. Cuando cotizas para la seguridad social tienes la oportunidad de recibir la prestación por desempleo. España es el 4to país de Europa con más paro laboral y el 3ero con menos universitarios con trabajo.

Blanca hace valer su experiencia, por su edad se ha sentido desvalorizada, “a nivel terapéutico que alguien le diga a una persona de 50 años, (es decir mucho menor que ella) que lleva años con un trastorno mental y darles recomendaciones en pro de tratamientos, es no ser tomada en serio”

Esta generación demuestra que aunque no tenga la suficiente experiencia laboral, está muy bien preparada, para integrarse al mercado “y aún así el sueldo no alcanza para poder vivir sola tienes que compartir piso hasta los 35, o si no, no te alcanza. aspirar a comprar un piso ni en mi pueblo (Alcolea de Calatrava, Ciudad Real) ni en Madrid podría, me parece algo inviable”. Blanca ha corrido con suerte después de 6años de compartir vivienda vive en un pequeño piso sola desde hace 3 años, muy barato, su media en gastos básicos con alquiler fluctúa entre 600euros mensuales.

“Los sueldos, en la época de mis padres por el tipo de contrato que tenían, siguen subiendo, pero a nuestra generación nos los tienen congelados, el estado ha disminuido a nivel académico las ayudas a lo jóvenes, antes había más becas o subvenciones pero cada vez son menos. En cuanto a nivel comunicativo si hay libertad para expresarnos y exigir nuestros derechos. Ser madre, ahora ni nunca me lo he planteado, entran en juego muchos factores, la calidad de vida ha bajado muchísimo y en las generaciones venideras bajará más, les costará más independizarse, y mantener a alguien por tanto tiempo será muy difícil, no es que no quiera pero pienso que no va haber oportunidades para que los hijos se desarrollen.

“Este año de pandemia lo pasé sola en Madrid, porque así lo elegí, tuve miedo, no lo verbalice, seguía trabajando y luego me preguntaba y yo que hago aquí, apoyando a otra gente sin saber cómo apoyar a mi familia en el pueblo, la mayoría estuvieron ingresados en el hospital. Trataba de funcionar y no pensar.Ha sido duro, pero ha servido para muchos, nos ha llevado a la reflexión.

“Mi generación ha sido muy curranta (trabajadora) se ha tenido que manifestar, gritar para que nos tomen en cuenta a base de mucho esfuerzo, pérdidas y lágrimas hemos logrado visibilizar nuestros derechos colectivos. O reivindicar comportamientos de violencia verbal. Mi generación ha nacido con una serie de privilegios, yo no he tenido que trabajar el campo como mis padres con 14 años, nuestra lucha es aquello que nuestros padres no pudieron ver ni pensar por estar trabajando, y esa lucha que es por la equidad de género e igualdad en nuestros derechos, es la lucha que nosotros fuimos capaces de ver”

Blanca es muy consciente que a su generación le tocará recoger lo que va a dejar esta pandemia y se ve preparada para ello. Se visualiza en constante cambio y abierta a aprender. después de esbozar una gran sonrisa, concluye. “ Esa apertura sí me representa”.

Escribo la ultimas líneas y recuerdo el soundtrack de mi infancia, (aquel que escuchaba mi madre) en voz de Juan Gabriel, “no tengo dinero ni nada que darte lo único que tengo es amor para darte” este pacto Intergeneracional confío plenamente que va ser conciliador.
La crisis económica prende fuego a tus alas cuando quieres volar, pero no nos queda más que esperar y cuidar del oxígeno que nos nutre.

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