Ciudad de México, abril 18, 2024 12:42
Marco Antonio Romero Sarabia Opinión

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POR MARCO ANTONIO ROMERO SARABIA

Apenas este sábado algunos legisladores del Congreso de la Ciudad de México dieron la nota porque con su ausencia y omisiones impidieron el avance de una iniciativa que pretendía atender y sancionar la violencia política por razón de género.

Regresemos un poco la cinta. En marzo de este año se aprobaron a nivel federal las reformas a diversas leyes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres, así como establecer medidas de protección y reparación del daño.

A principios de mayo la titular de la Secretaría de Gobernación exhortó a los congresos locales a redoblar esfuerzos para lograr la armonización legislativa con el fin de garantizar el goce de los mismos derechos y avanzar en la erradicación de la violencia política de género de cara al proceso electoral 2020-21.

Solo para ejemplificar la importancia de esta reforma, vale la pena recordar el caso de María Rojo, candidata a la Alcaldía de Coyoacán en las pasadas elecciones, quien denunció violencia política de género y cuyos hechos fueron acreditados por la autoridad electoral pero que no fueron considerados suficientes para declarar la nulidad de pérdida de registro.

Pese a estos antecedentes y a un contexto de violencia sistemática en contra de las mujeres, algunos legisladores prefirieron las descalificaciones, señalamientos y acusaciones que avanzar en la materia.

A pesar de que la Diputada Paula Soto, Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, realizó la convocatoria apegada a la ley, en tiempo y forma, y de que el dictamen por votarse había sido redactado, negociado y acordado de manera democrática entre las integrantes de dicha comisión y los de la Comisión de Asuntos Político Electorales, a la hora de la votación hubo ausencias y desapariciones inexplicables que impidieron el desarrollo de la sesión debido a la falta de quorum legal.

Los diputados panistas Mauricio Tabe y Jorge Triana (conocido por pasar más tiempo en Twitter que legislando) decidieron defender la infamia acusando con base en falsedades que la convocatoria no había sido legal, así como que la iniciativas no se presentaron en tiempo y forma. Sus mentiras han sido documentadas y exhibidas, sin embargo no sorprende porque de ellos no se espera nada.

Llamó también la atención la falta injustificada de Diputadas y Diputados de todos los partidos, incluyendo MORENA, quienes con su ausencia dejaron solas a todas las mujeres que luchan a diario por espacios en las instituciones libres de violencia de género. Su sufrimiento tendrá que esperar porque unos cuantos no se pudieron presentar a trabajar

Cometen un grave error quienes olvidan que son representantes del pueblo y que están ahí para protegerlo. Legislar en contra de la violencia política de género no sólo es una causa justa, sino urgente de resolver de cara a los comicios en 2021.

A los faltistas: que den una explicación al pueblo de por qué se ausentan en momentos tan importantes. O que nos digan si no les importan las mujeres. Lo que ha sido la ciudad de la esperanza, de la innovación y de los derechos, se ha conseguido gracias al impulso democrático y progresista del pueblo a través de sus representantes populares. En 2018 votamos en esa dirección y no podemos quedarnos callados cuando algunos toman la contraria.

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