Ciudad de México, abril 28, 2024 07:45
Nancy Castro Opinión

La Bufa se manifiesta

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Lejos de preservar la arquitectura y el patrimonio de la ciudad, el gobierno municipal de Guanajuato capital, liderado por Alejandro Navarro, quiere imponer este proyecto que supone un alto riesgo de devastación en predios forestales. 

POR NANCY CASTRO.

Afirman los expertos que la crisis climática desestabiliza el ecosistema de las ciudades poniendo en riesgo la vida de sus ciudadanos.  Esta desestabilización es provocada por los humanos que en ocasiones son representantes del pueblo y son los más dañinos, actúan alterando la legalidad para sus propios intereses lo que claramente es un acto de corrupción.

Guanajuato se sitúa a las faldas de varios cerros, conocida como la ciudad de las épicas montañas. El más conocido de los mismos es la Bufa en la que se manifiestan varios picachos en la cima en colindancia con otros cerros como el Hormiguero. Ubicada al norte de la ciudad, y por mencionar una de sus características beneficiosas para la población de Guanajuato, es ser una de las principales zonas de recarga de acuíferos.

Desde la entrada a la ciudad, se vislumbra la majestuosidad de la bufa con personalidad propia de leyenda, como quien ha quedado petrificado bajo una maldición, que reza la célebre leyenda de “la Bufa y el Pastor”

El Cerro de la Bufa corre el peligro de ser deforestado, de perder un valor escénico tradicional y popular, pues allí es donde se lleva a cabo una de las tradiciones más icónicas y antiguas de la ciudad que data de más de 300 años...”

Esta zona, por ser considerada uno de los emblemas de la ciudad, ha sido una vez más amenazada por consorcios hoteleros y turísticos. En septiembre de 2021 Real Turismo,  empresa hotelera que maneja la cadena de hoteles Quinta Real, se propuso como inversor para la construcción de un estacionamiento, un hotel con 85 suites y un fraccionamiento residencial. Este grupo empresarial comandado por el grupo Ángeles, que agrupa propiedades como el Hospital Ángeles, medios de comunicación como Excelsior e Imagen, está detrás de este atentado a la ciudad.

Y no es sino a través de denuncias públicas que se dio a conocer las intenciones catastróficas, comenzaron a talar árboles sobre el predio, deforestar especies endémicas.

Todo comenzó hace diez años cuando Alejandro Navarro, el actual presidente municipal aún no emprendía su carrera política abanderó este movimiento y se opuso al proyecto, declarándose estar del lado de la preservación de dicha reserva. Hoy día él es el que impulsa y apoya dicho proyecto, detrás hay una serie de interés políticos que responden a compadrazgos entre empresas constructoras e inmobiliarias y hoteleras.

Sin tener en cuenta la devastación ambiental, el interés del crecimiento turístico compromete y desajusta el funcionamiento natural, alterando su orden ecosistémico. En general, en el mundo las crisis ambientales causadas por el fenómeno de la deforestación devienen en el cambio climático. Este efecto marcará pautas negativas no en lo inmediato sino en tiempo futuro. En algunas ciudades y países ya se están sufriendo dichas causas.

Guanajuato sufre una crisis hídrica alarmante, posicionándose en la cuarta entidad con menor disponibilidad de agua per cápita en el país, advierte el informe sobre “Modernizar la regulación de aguas en México” que elaboró el Instituto Mexicano para la Competitividad.

El Cerro de la Bufa corre el peligro de ser deforestado, de perder un valor escénico tradicional y popular, pues allí es donde se lleva a cabo una de las tradiciones más icónicas y antiguas de la ciudad que data de más de 300 años. Los habitantes año con año se reúnen para celebrar el día de la Cueva el 31 de Julio. Dicha festividad encumbra el refugio de San Ignacio de Loyola dentro de una de las Cuevas, localizada en uno de los picachos.

La peregrinación comienza una noche anterior a la víspera de la fiesta en donde se señaliza un camino, los peregrinos con velas en mano, y al estallido de fuegos artificiales le cantan las mañanitas a San Ignacio de Loyola. Al día siguiente la Bufa se viste de fiesta, justo allí en las faldas del cerro es donde se establece la verbena y la misa al santo se oficia en la Cueva. Esta fiesta junto con este cerro es patrimonio intangible de la ciudad.

Lejos de preservar la arquitectura y el patrimonio de la ciudad, el gobierno municipal liderado por Alejandro Navarro quiere imponer este proyecto que supone un alto riesgo de devastación en predios forestales. 

El uso de los espacios libres y la estructuración general de la ciudad son presa de la crisis que se ha producido en la ocupación del territorio de manera desmedida y bajo ninguna planeación sustentable de impacto ambiental, como consecuencia se percibe la explotación de los recursos naturales de la ciudad.

Aun no se han gestionado los permisos del uso de suelo pero dicha empresa ya promovió el permiso para perimetral 247,800 m2, poner una malla con púas y talar más de 80 árboles.   

La pérdida de este ecosistema significa mucho más que la desaparición de árboles y plantas; representa la destrucción del hábitat de numerosas especies vegetales y animales locales. En su momento el director del INAH, declinó el proyecto por tratarse de un predio de carácter ecológico. Decenas de manifestantes alzaron la voz el 15 de octubre en el día del medio ambiente a la puerta de la presidencia al sonoro rugir: NAVARRO ENTIENDE, LA BUFA NO SE VENDE.

Quizá este ataque a la montaña sea respondido por la propia montaña, al igual que el clima nos lanza fenómenos atmosféricos adversos por el cambio climático, que mutan provocando auténticos desastres.

En tiempos gobernados por caciques ¿Qué quedará para las generaciones venideras?

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