Los mejores deseos del año
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Año nuevo en Madrd. Foto: especial.
“Cada que comienza un año, nos hace sentir bien mencionar los deseos, como si por el ejercicio de pensar, que no es poco, y desear mucho viniera la consecuencia de ello…”
POR NANCY CASTRO
MADRID. No son aquellos que al pronunciar se escuchan bonito, ni los que se dicen en la cena de noche vieja, la última del año. Ni los que con los ojos cerrados visualizamos y dejamos almacenados en la mente.
Cada que comienza un año, nos hace sentir bien mencionar los deseos, como si por el ejercicio de pensar, que no es poco, y desear mucho viniera la consecuencia de ello. Los deseos del año nuevo con lo que implica el adjetivo “nuevo”, no propicia un cambio desde cero, NUEVO no significa que atrás dejamos lo que ya no promete o lo que no nos gusta. Los deseos del año venidero sin embargo tienen un componente infantil: deseamos que llegue el 6 de enero para recibir los regalos con tanto fervor pensando que la magia lo puede todo.
Hay un efecto sintomático a la pausa que hacemos a nuestras actividades rutinarias en fin de año, cuando nos viene un tiempo para pensar, reflexionar y activar los propósitos que nos llevarán a sentir que la vida más allá de las responsabilidades mundanas tiene una razón de ser, una motivación personal, sentimos un éxtasis casi divino y entonces nos ponemos a imaginar cómo sería nuestra vida haciendo algunos cambios, y es cuando vienen los propósitos; entre la lista más mencionados se encuentran:
Hacer ejercicio. … Perder peso y hacer dieta. … Comer saludable. … Aprender algo nuevo. … Dejar de fumar. … Beber menos alcohol. … Viajar a nuevos lugares. …
Adquirir un nuevo hobby.
Necesitamos que nuestros deseos estén conectados con quienes realmente somos. Necesitamos tiempo de introspección para sentir, visualizar y ponerse a ello. Si no se logra el ejercicio profundo de hacer un cambio real, ni toda la fuerza de voluntad del mundo será suficiente. Lo que nos lleva a fracasar en nuestros propósitos de Año Nuevo: la falta de compromiso. Vemos como un hecho aislado todo eso que favorezca nuestros deseos, proyectados en propósitos, puestos en acción como cambio de hábitos.
Primero se tendría que establecer un reto que se pueda realizar y resulte factible llevar a cabo, trazar objetivos, constancia en fomentar pequeñas acciones en nuestro día a día, eso contribuirá a que no nos rindamos a la primera.
Necesitamos que nuestros deseos estén conectados con quienes realmente somos. Necesitamos tiempo de introspección para sentir, visualizar y ponerse a ello...”
Sin duda el que tengamos el ímpetu y entusiasmo para cambiar de hábitos, habla de un buen equilibrio mental y psicológico. Finalmente visualizarnos en vías de transformación refleja lo que nuestro inconsciente pide. Higiea la diosa del higiene, diosa de la curación, la limpieza y la sanidad; de su nombre deriva el término ‘higiene’. A esta diosa habitualmente se la representaba como una mujer joven que alimenta a una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo. Esta divinidad se asoció con la prevención de la enfermedad y la continuación de la buena salud. Por su parte, Panacea era la diosa de la salud; su nombre se compone de pan (‘todo’) y akos (‘remedio’), por lo que ‘panacea’ significa literalmente aquello que es ‘capaz de curar; procurar la salud, en pocas palabras es cambiar hábitos
Del castellano antiguo abito y habito, y estos del latín habitus significa un especial proceder adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas. Dicen los expertos que a los 21 días a fuerza de repetición una actividad se vuelve un hábito.
Un estudio -realizado por científicos de la Universidad de Scranton, en Estados Unidos- comparó el éxito de dos grupos de personas para alcanzar determinados objetivos: por un lado, gente que los proyectó como propósitos para el año nuevo; por el otro, individuos que anhelaban esos objetivos, pero no se los plantearon de esa manera.
Seis meses después, casi la mitad (el 46%) de quienes se habían puesto propósitos para el año nuevo estaban cumpliendo con sus metas. En el otro grupo, apenas el 4% seguía adelante. De acuerdo con estos resultados, la respuesta sería que sí: la lista de propósitos es recomendable. Elegir propósitos que motiven, Valorar las recompensas inmediatas que el propósito pueda generar, Ser realista, Establecer objetivos precisos, Llevar un registro, Enfocarse en los logros, Plantear los propósitos en forma de pregunta.
En estos versos que son un llamamiento al Carpe Diem, escribió Walt Whitman
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco/ sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños./No te dejes vencer por el desaliento./No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte/que es casi un deber/No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario/No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo/Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
¡Feliz 2025! Qué todos tus deseos se cumplan.