Ciudad de México, abril 25, 2024 22:08
Ciencia y tecnología

El mundo ya no se divide en pobres y ricos

Los análisis clásicos de las desigualdades económicas entre los seres humanos han sido rebasados: El factor de la ‘brecha tecnológica’ transforma al mundo y provoca nuevas y riesgosas divisiones sociales.

POR ESTEBAN ORTIZ CASTAÑARES

Continuamente se publica en medios y discutimos sobre la división de la sociedad en estratos socio económicos. La mayoría de las métricas generales del desarrollo mundial se centran en los elementos económicos. Como el PIB que es una referencia continua y la constante de Gini como métrica de la distribución de la riqueza. Pero actualmente se está generando una separación mucho más profunda y a nivel mundial que podría impactar la estabilidad interna de los países.

Se trata de la llamada brecha tecnológica, que es la división que se está dando entre aquellos que tienen un amplio uso de internet como elemento fundamental para la interacción social, obtención de información y diversión, entre otras. Y otro grupo que se mantienen al margen o lo utiliza solo como sustituto de los medios tradicionales informativos, sin integrarse social y culturalmente a internet.

En lugar de leer el periódico o las revistas físicamente, las revisan en línea. El radio o la TV la escuchan y la ven en Internet. Las personas han sustituido el correo físico por el electrónico y probablemente las llamadas telefónicas por el WhatsApp; pero la manera como se informan e interactúan con el mundo sigue siendo la misma.

Y estos dos grupos cada vez se diferencían más en el mundo. Muestra de esto es el distanciamiento generacional declarado (New York Times, 2019) con la expresión “OK Boomer” (acuñada en 2009, reddit), que hace un par de años se volvió viral porque Chlöe Swarbrick, la integrante más joven del parlamento de Nueva Zelanda (Partido Verde), en una discusión sobre los problemas climáticos (2019) fue interrumpida por Todd Muller, respondiéndole ella con la expresión “OK Boomer”. Y luego el rapero alemán Julien Bam creó en el mismo año la canción “OK Boomer”.

El resultado de estos eventos fue una avalancha viral de memes y comentarios que criticaban a los “Baby Boomers” (nacidos entre 1946 y 1964 y que representan el 15% de la población mundial), como un grupo incapaz de entender la nueva sociedad. En un par de días la canción fue traducida y revisada en los múltiples foros de jóvenes a nivel mundial, principalmente en Estados Unidos y Europa y, por supuesto, la gran mayoría de los participantes eran milenialls (1981-1993, con una población del 22%) y Generación Z (1995–2005, 24% de la población). Las generaciones anteriores, salvo excepciones, no utilizan estas plataformas para discutir este tipo de temas y por lo tanto han quedado marginados.

El acelerado proceso en los cambios tecnológicos que hemos vivido en los últimos 30 años ha creado un choque generacional. Las diferencias son tan grandes como las que existieron en Europa en las generaciones de postguerra con respecto a las de sus padres, sobre todo aquellos que participaron en combates.

La velocidad de cambio ha sido tan rápida que, probablemente, en un tiempo no muy lejano las sociedades humanas que comparten la misma área geográfica se fragmenten en locales y globales.

El segmento integrado en la red medial tiende a ser muy homogéneo mundialmente. Los jóvenes actuales de México se parecen mucho más a los chinos, en comparación con lo que ocurría hace 30 años.

Desde la antigüedad siempre existieron grupos “globales”. Así, en la época de los romanos un comerciante fenicio se parecía más a un griego que a sus coterráneos de la actual Siria, pero siempre fue un segmento muy pequeño de la población.

En la actualidad este segmento representa al menos la tercera parte de la población mundial, si consideramos que los Milenialls y los de Generación Z equivalen al 50% del total de la población en el mundo, donde un 60% de la gente tiene internet (Banco Mundial, 2021).

Este nuevo segmento esta subdividido en un centro occidental, con foros, chats y páginas principalmente en Estados Unidos, países angloparlantes y Europa, que requieren el uso del inglés como lengua franca para poderse entender. Y por el otro lado están los grupos satélites que, conectados informativamente al epicentro, se mantienen semi locales utilizando idiomas y características culturales autóctonas.

La mayor parte de los círculos mexicanos y latinoamericanos tienden a estar en el segundo grupo a causa del bajo nivel de inglés que tiene la población. Pero el internet se ha convertido en un potencializador de este idioma y cada vez hay más jóvenes que, “aprendiendo en la red”, empiezan a poderse comunicar en inglés. Entre sus características más representativas destacan:

  • En su mayoría tienden a ser mucho más permisivos (en cuanto a diferencias sociales, culturales, pensamiento, género, preferencias).
  • Un gran número son más conscientes del medio ambiente y son mucho más igualitarios.
  • Separan claramente la vida del trabajo, no les importa escalar profesionalmente y prefieren invertir más tiempo conviviendo con sus amigos, redes sociales o juegos, donde internet es importante.
  • A muchos le dan preferencia a foros temáticos que sean divertidos sin importar que los comentaristas no sean profesionales en la materia que se discute.
  • Y gran parte de ellos sufren de una sed interminable por información nueva, por lo que prefieren mensajes cortos y concisos (lo que ha hecho que Tik-Tok se haya desarrollado tanto) y tienden a ver películas y videos con velocidad aumentada.

La velocidad de cambio ha sido tan rápida que, probablemente, en un tiempo no muy lejano las sociedades humanas que comparten la misma área geográfica se fragmenten en locales y globales. Las diferencias entre la local, orgullosa de sus raíces, y la global, con capacidades tecnológicas y riqueza superior, pudiesen llevar a conflictos sociales. ¡Espero equivocarme, y que esta nueva segmentación sea solo una nueva característica del mundo moderno! De cualquier manera, si la división se logra evitar, no imagino cómo se mantendrán las características locales o si al final terminemos siendo una sociedad homogénea mundial.

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