Ciudad de México, abril 19, 2024 14:46
Laura Ballesteros Opinión

Movilidad Activa, hacia una política nacional de caminabilidad

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Una ciudad caminable es una que dejó de estar al servicio de la expansión gentrificadora. Es por ello que toda política de movilidad activa se impulsa desde el espacio territorial y la expresión del mismo son las “Calles completas” y la movilidad segura.

POR LAURA BALLESTEROS MANCILLA

Nuestro país no puede esperar más, ¿Cuántos gobiernos orientados a la expansión desordenada de los territorios urbanos, van a pasar, para cambiar la fórmula? Esta inercia marcada por quienes han especulado por décadas con el precio de la tierra nos ha llevado a modelos de movilidad también agotados, donde ha fracasado la política de transporte público a falta de expansiones incosteables y mantenimientos necesarios, ignorando así a los principales usuarios de las ciudades, de las calles y el espacio urbano, los peatones y usuarios de transporte público, las personas más vulnerables de la vía.

Resulta fundamental cambiar el actual modelo de desarrollo y para lograrlo los aspirantes de gobernar el país y sus localidades deben aprender y defender sobre el siguiente nivel de la movilidad sostenible: accesibilidad.  La accesibilidad plantea la igualdad de condiciones para obtener bienes, servicios y oportunidades que las ciudades ofrecen, sin barrera alguna que se interponga, tales como, condición social, física o del entorno. La movilidad es esa llave de acceso al ejercicio pleno de nuestro derecho a la ciudad. Especialmente dirigido a los grupos más vulnerables, tales como, las personas con discapacidad, los niños y las personas adultas mayores y la población indígena. Pensar en accesibilidad, nos llevará a crear políticas integrales para la población, tales como vivienda, agua, transporte, luz, salud y educación, y es a partir de esta visión como se debe planear la movilidad urbana

Una ciudad caminable es una que dejó de estar al servicio de la expansión gentrificadora. Es por ello que toda política de movilidad activa se impulsa desde el espacio territorial y la expresión del mismo son las “Calles completas” y la movilidad segura. Dentro de los objetivos ODS, en el  número 3, se establece la meta de reducir para el 2020 a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo, así como garantizar condiciones de igualdad a la población urbana del mundo. Plantear políticas públicas que garanticen acceso a las calles, como política de movilidad, es apostar a que las personas regresen a ellas y se apropien de su entorno. Para la movilidad activa las calles son el espacio básico de creación de comunidad, de ejercicio de derechos y desarrollo para las familias, así como la base de la construcción de territorios justos, incluyentes y equitativos.

Toda política de movilidad activa debe impulsarse con políticas de seguridad vial reconociendo que la velocidad es el factor de riesgo principal en la seguridad de todos los usuarios de la vía, y su gestión es clave para salvar vidas. El diseño de nuestras calles de ser seguro y multimodal, tomando como base el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011 -2020 elaborado por Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, garantizando la vida de todos. Es por ello que hemos insistido tanto al Gobierno de la Ciudad de México y a su Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de frenar las políticas negligentes que han aumentado en más del 50% las muertes viales en las calles. Las víctimas, la comunidad internacional, y la experiencia de la ciudad apuntan hacia otra dirección, una que cuide a todas las personas.

Para lograr los cambios propuestos se requiere coordinación en los 3 niveles de gobierno e impulsar la coordinación metropolitana como eje clave de planeación, financiamiento e implementación de políticas públicas, el caso del Instituto de Planeación de la Zona Metropolitana de Guadalajara es un ejemplo de éxito replicable.

Una propuesta de movilidad activa ambiciosa debe plantearse crear la Red Peatonal y ciclista más grande de América Latina. Más kilómetros de calles completas, más cruces seguros, atendiendo la nueva jerarquía de la movilidad, más kilómetros de ciclovías y bici estacionamientos, conectadas a la red de transporte público.A través de una red de Calles completas e incluyentes se deben impulsar programas de Rutas Peatonales Seguras, conectando los orígenes y los destinos de la población. Por cada corredor peatonal intervenido, se deben trabajar los cruces peligrosos.

Resulta clave también la Modernización de Centros y áreas de transferencia, traduciéndose en rutas peatonales completas alrededor de estos puntos nodales, pues los trasbordos representan el momento más difícil de nuestros traslados ya que como peatones somos vulnerables por las malas condiciones de la calle.  Así como echar a andar la creación de un Programa Maestro de Movilidad Peatonal y Ciclista: El primero en su tipo de la región. Impulsar la construcción de bici estacionamientos masivos., se requiere de espacios que permitan dejar las bicicletas en sitios seguros y protegidas del ambiente, así como impulsar la bicicleta pública en las ciudades.

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