“Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida…”
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Foto: Manuel Rodríguez.
Ojalá nos atrevamos los adultos, a ser valientes como aquel niño. De manera espontánea intento parar el contingente en Celaya para defender a su tío, la imagen de ese niño que se compartió más de siete mil veces, contribuyó a no sólo poner sobre la mira las reacciones homofóbicas, sino a la mejora de un futuro…”
POR NANCY CASTRO
El 10 de septiembre de 2016 en la ciudad de Celaya, estado de Guanajuato, miles de personas marchaban en defensa a lo que ellos consideran la familia natural, la conformada por hombre y mujer e hijos. Convocada por la coalición de afiliación católica Frente Nacional por la Familia, cuyo principal objetivo es revertir la legalización del matrimonio gay en México, mientras el contingente avanza un niño de aproximadamente 10 a 12 años, está de pie con los brazos abiertos en avanzada frente a la multitud. Se puede ver claramente el gesto de querer parar el movimiento. Cuando le preguntan por qué lo hizo, contesta: “porque mi tío es gay y no me gusta que lo odien”. La imagen circuló por las redes, en respuesta a la impotencia y coraje que sentían las personas que estaba en contra de la manifestación homófoba. Guanajuato es uno de los estados más conservadores.
La imagen es contundente, generaciones posteriores tendrán que trabajar en cambios sustanciales.
Es 20 de diciembre de 2021 a diez días para que termine el año, el gobierno del estado de Guanajuato ha sacado un comunicado, bajo el oficio número 2261. Asunto: Procedencia de los matrimonios igualitarios. “En cumplimiento a los artículos 1º de la Constitución Política para el Estado de Guanajuato artículo 2.1 del pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, establecen la obligación de todas las autoridades de otorgar la protección más amplia de los derechos humanos, la prohibición de toda discriminación por razón de opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y que con ello menoscabe derechos y libertades, así como el imperativo de proteger el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad, con el propósito de hacer cumplir estos principios, se le intuye lo siguiente: A partir de esta fecha y en lo subsecuente, se reconozca y materialice el derecho que tienen todas las personas, sin discriminación por su preferencia sexual, a contraer matrimonio en nuestras oficialías del Registro Civil, si así fuera solicitado y sin necesidad de que medie recurso legal alguno para su procedencia”.
El comunicado no es hacia los medios, es un comunicado interno que se filtró a medios informativos. El que no haya sido información pública no es menos importante. Pero la gente desconfía, comenta en las redes que seguro es mentira “o dirán a la mera hora que siempre no”. En todo el estado se podrá celebrar el matrimonio igualitario y la gente está sorprendida, azorada ante tal avance en materia de derechos humanos igualitarios.
“La noticia de que se haya eliminado el requisito de amparo para los matrimonios igualitarios es un cambio de forma, no de fondo, el cambio se hizo no en la cuestión legislativa, sino en la administrativa. Hace falta que se reforme el Código Civil. Antes, las parejas homosexuales tenían que hacer la solicitud de matrimonio al Registro Civil, se rechazaba y luego se interponía el amparo para poder casarse, es decir ahora del paso 1 vamos al paso 3. Aún así es necesario el reconocimiento ante el Código Civil de Guanajuato, en caso contrario, la decisión publicada por el oficio de la Secretaria de Gobierno puede ser retirada por otro funcionario en cualquier momento”. Afirma la regidora de León, Guanajuato, por Movimiento Ciudadano Lucia Verdín.
Guanajuato es el estado número 25 que se suma a la ley sin necesidad de un amparo.
Parece ser un gran paso a la inclusión y promoción de los derechos en México, aunque esta determinación llegó 12 años después que se reconociera este derecho y legalizará el matrimonio igualitario por primera vez en el extinto DF, ahora Ciudad de México.
Es importante reconocer que la legalización del matrimonio igualitario es una de las tantas consignas que ha promovido el movimiento LGBTTTI en su agenda de inclusión social para tener los mismos derechos.
Ojalá nos atrevamos los adultos, a ser valientes como aquel niño. De manera espontánea intento parar el contingente en Celaya para defender a su tío, la imagen de ese niño que se compartió más de siete mil veces, contribuyó a no sólo poner sobre la mira las reacciones homofóbicas, sino a la mejora de un futuro. Hoy su tío si bien lo desea, podrá consumar su amor por medio de un matrimonio igualitario.