Ciudad de México, diciembre 8, 2024 22:00
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Sólo una frase

No hay constancia de que la delegación Benito Juárez sea “el mejor lugar para vivir”, como reza el eslogan de la autoridad que aquí gobierna. Lo que existe es la documentación –por parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, de la ONU— de que la demarcación juarense es el municipio o su equivalente con mayor desarrollo humano del país, un indicador sociológico que mide de manera estricta únicamente los niveles de educación, salud e ingresos per cápita en una comunidad. Ninguno de esos tres factores –educación, salud e ingresos— son mérito ni obligación de la autoridad local, por razones obvias: El gobierno de una delegación política del DF, como en el caso de los municipios, atiende las demandas más inmediatas de la gente, justo aquellas que tienen que ver con la “calidad de vida” que daría contenido a la frase mal empleada. El jefe delegacional Mario Palacios comete por eso un error al colgar a su gobierno del marketing sofista que oculta incluso los aciertos; primero, porque la frase fue inventada por su antecesor en el cargo, Germán de la Garza, reiteradamente señalado por dirigentes vecinales de haber sido un gobernante omiso y sin sensibilidad. Luego tampoco es plausible la expresión porque parece intentar disfrazar la falta de respuestas concretas, lo que enoja a líderes de los Comités Ciudadanos cuyas opiniones fueron consignadas por Libre en el Sur en su edición impresa de septiembre. Y es que el enojo resulta justo cuando se padecen las consecuencias del paso diario de un millón y medio de personas por estas calles, según cálculos conservadores. Es deseable que para su tercer y último año de gestión, el gobernante de BJ asuma con absoluta franqueza los límites de sus posibilidades para resolver los problemas, hasta ahora omitidos en la mercadología política: ambulantaje en aumento, a la vista de cualquiera; renta ilegal –vulgar— de las calles por parte de los franeleros, parques oscuros e inseguros, banquetas rotas, delincuencia, desorden vial y fallas en el suministro de servicios como el agua y la luz. Palacios no ha negado esa realidad. Entonces lo que toca es reemplazar el mito de “el mejor lugar para vivir” por un diagnóstico preciso que ayude efectivamente a encontrar soluciones. Hay la intención gubernamental, nos dicen, de abrir más los oídos a las demandas vecinales. Ojalá, y sin intereses político-electorales. Porque los juarenses, si de nivel educatovo se trata, merecen respuestas concretas y no frases bonitas.

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