Ciudad de México, abril 19, 2024 18:53
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ViveBJ: Vecinas y vecinos haciendo comunidad

Por María Luisa Rubio González

Saludamos y agradecemos este espacio semanal que abre Libre en el Sur, en el que estaremos compartiendo nuestro pensamiento y nuestro punto de vista sobre el acontecer en nuestra demarcación, en nuestra ciudad, desde las distintas plumas de quienes integramos ViveBJ, asociación civil conformada por vecinos y vecinas de la delegación Benito Juárez, convencidos como estamos de que es en la confluencia de muchas voces, en el diálogo, como se encuentran y se construyen acuerdos, afinidades.

Eso me significa la delegación Benito Juárez: un diálogo enorme y permanente, en su historia, en su arquitectura, en la diversidad de sus colonias, de sus habitantes. La diversidad en Benito Juárez está atemperada por una gran homogeneidad en la urbanización de nuestras colonias, por mucho que las condiciones de mantenimiento entre unas y otras sean tan distintas.

Un diálogo, digo, porque los benitojuarenses hemos tenido siempre la capacidad de intercambiar puntos de vista aunque no siempre estemos de acuerdo; hasta hace muy poco tiempo, el hecho de ser la población con el nivel socioeconómico más alto de Latinoamérica tenía un efecto real sobre nuestra calidad de vida: los habitantes de esta demarcación hemos sido, tradicionalmente, ciudadanos en toda la extensión de la palabra: esto es, personas que conocen y exigen sus derechos, y que conocen y cumplen con sus deberes.

Por eso, quizá, es una sorpresa para mí, que me he dedicado estos últimos meses a caminar la delegación, encontrar las calles cada vez más oscuras, sucias y abandonadas; comercios cada vez más abusivos con la banqueta; los parques llenos de puestos ambulantes, brincolines y carritos eléctricos; demoliciones y construcciones sin licencia en todas las colonias de la Delegación.

No me malentiendan: sé que la delegación Benito Juárez es uno de los paraísos del Distrito Federal, o que por lo menos está igual de mal que otras delegaciones, pero eso equivale a decir que hay que resignarse al deterioro sin freno, y justamente una de las características de la ciudadanía de estos lares ha sido, históricamente, no resignarse. Y esa sí es una sorpresa mayúscula: en Benito Juárez nos hemos resignado.

La calidad de los servicios y del mantenimiento urbano es el reflejo de las prioridades del gobierno delegacional, pero también de la calidad de la participación ciudadana, que se confunde mayormente con votar, y con gestionar podas y luminarias. Basta darse una vuelta por los informes trimestrales que presenta el Delegado ante el Consejo Ciudadano para caer en la cuenta de que no existe una visión integral; autoridades y vecinos nos la pasamos administrando los problemas locales sin entrarle a una reflexión de fondo sobre lo que queremos para nuestra demarcación.

De ahí que una de las misiones de nuestra asociación civil sea recuperar el sentido de comunidad que ha hecho de esta delegación el escenario ideal para pilotear programas de participación ciudadana: promover el comercio local, rescatar la historia y las tradiciones, conocer y reconocer los lugares, edificios, monumentos y hasta las especies arbóreas que constituyen la riqueza de nuestra demarcación, fomentar la convivencia vecinal. Reapropiarnos del orgullo que significa habitar aquí para decidir, para construir, en ejercicio pleno de nuestra ciudadana, el lugar que queremos para estar, para ser, para vivir en Benito Juárez.

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