Renace fervor religioso en celebraciones de Semana Santa en Mixcoac; este Viernes, la imponente Procesión del Silencio
Cada año adquieren mayor relevancia las celebraciones de la Semana Santa en el barrio de Mixcoac, especialmente este Viernes Santo: a partir de las ocho de la noche se llevará a cabo la imponente Procesión del Silencio, que recorre prácticamente toda la colonia Insurgentes Mixcoac para terminar en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y en la que participan miles de fieles juarenses, vecinos de las colonias adyacentes e incluso de otros rumbos distantes de la capital mexicana.
La Procesión del Silencio es una manifestación de duelo por parte de los fieles católicos y su Iglesia, con motivo de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. La imagen central de la conmemoración es la Santísima Vírgen María en su advocación de La Dolorosa, que representa e inmenso dolor de una madre que ha perdido a su hijo. Los miles de marticipantes guardan durante el recorrido por las calles de la colonia Insurgentes Mixcoac un impresionante silencio.
El Sábado Santo se lleva a cabo el Lucernario, a partir de las 19 horas. Durante esta celebración se tiene la bendición del fuego y del cirio pascual, antes de que el templo todo se ilumine con la luz de las velas. Terminado esto se realiza una convivencia popular en el hermoso atrio. Y, finalmente, el Domingo de Resurrección tiene lugar la misa solemne a las 12 del día en el atrio de Santo Domingo de Guzmán, con la cual culminan las celebraciones litúrgicas de la Semana Mayor.
En pocos lugares en la ciudad de México pueden vivirse con tanta emotividad estas celebraciones litúrgicas como en el viejo Mixcoac, en torno a la parroquia de Santo Domingo de Guzmán. El barrio todo adquiere en esas fechas un ambiente místico lleno de remembranzas y desbordante fervor. Y esto no es casual. En esta zona de la colonia Insurgentes Mixcoac, presidida por el emblemático templo de principios del siglo XVI hay al menos una docena de conventos y monasterios, algunos de ellos centenarios, donde monjas y religiosos viven intensamente su fe, que irradian a toda la comunidad especialmente en los llamados días santos.
En la calle Campana están las sedes de tres de estas congregaciones: la de las hermanas de la caridad dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, en el número 45; la de las hermanas de la Visitación, que viven enclaustradas en el número 47, y la de las hermanas agustinas de Nuestra Señora del Socorro, en el 63. En la calle Goya número 58 están las hermanas capuchinas Sacramentarias, que viven en clausura y contemplación: En Poissin 45, las hermanas de María Reparadora; en Augusto Rodin 475 se ubica la prelatura del Opus Dei y en Río Mixcoac 143 la casa de las hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción.
También están, en Murcia 11, las hermanas guadalupanas de La Sallle; en Galicia 8, la centenaria congregación de los hermanos de las Escuelas Cristianas Lasallistas; en Patriotismo 803, las hermanas de San José de Lyon; en Santander 27, las hermanas Mercedarias Misioneras de Berriz, y en Acordada 99, las religiosos de María Inmaculada para el Servicio y Protección de la Joven.