Ahogan ‘fritangueros’ al Hospital 20 de Noviembre; lo rodean ya 48 puestos de ambulantes
Sin que ni el Gobierno del DF, ni la Delegación Benito Juárez, ni el ISSSTE lo impidan, el número de vendedores ambulantes se incrementa cada día en los alrededores del Hospital 20 de Noviembre, en la colonia Del Valle, que se ve ya cercado por 48 puestos de informales, en la mayoría de los cuales se expenden fritangas, tacos y otros alimentos en condiciones evidentemente insalubres.
La mayoría de esos expendios callejeros se ubica justo en la misma acera del nosocomio, donde se ubica la entrada principal y dónde se estacionan las ambulancias, en la calle de San Lorenzo, entre Roberto Gayol y avenida Coyoacán. También han surgido otros, entre ellos un puesto donde venden tacos de birria, tripa y suadero, en la acera de enfrente de la cuadra contigua hacia Adolfo Prieto Y otros ocupan completa la cuadra entre avenida Coyoacán y Martín Mendalde.
Como lo constató Libre en el Sur la mañana del pasado viernes 10, entre olores nauseabundos que ascienden hacia las ventanas del llamado Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, los pacientes y sus familiares caminan esquivando puestos de caldos de gallina, quesadillas, sopes, birria, carnitas, tamales, ropa, bisutería, perfumes, fayuca, discos piratas estuches para teléfono celular, accesorios de computadoras y cualquier otro producto imaginable.
El número de vendedores ambulantes se ha cuando menos duplicado en los últimos cuatro meses y ahora ocupan también un trecho de la avenida Coyoacán sin que ninguna autoridad lo impida. La coartada es que por ser esta última avenida una “vía primaria”, corresponde a la autoridad del gobierno central hacer cumplir la normatividad. Sin embargo, el GDF aduce que la Delegación tiene facultades para intervenir, como ocurrió hace cinco años cuando el entonces delegado Fadlala Akabani limpió literalmente la cuadra frontal del Hospital, haciendo desalojar a los ambulantes y colocando enormes macetones para impedirles que regresaran y que todavía se encuentra ahí frente al nosocomio. Ahora los vendedores se ubican a las meras puertas del centro médico.
Por su parte, al ISSTE correspondería hacer las gestiones necesarias para evitar que esa fuente de infecciones directa y patente se ubique en torno a su más importante hospital, pero tampoco ha actuado en ese sentido.