EN AMORES CON LA MORENA / Caminar sobre muertos
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Claudia. Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro
La “Cuarta Trasformación” ha llegado vigorosa a la mitad del camino… pese a los “conservadores” y los 600 mil muertos por Covid.
POR FRANCISCO ORTIZ PARDO
Si Claudia Sheinbaum pide no alarmarse por Ómicron, la nueva variante del virus, es normal: para ella lo importante es lo que conviene, no lo que es. Y desde que decidió, a partir de los funestos resultados electorales para Morena en junio de este año, alinearse con el presidente de la República al punto de andar pintando ciclovías del color de su partido, lo suyo es minimizar la desgracia.
Ya de por sí fue grave llamar a festejar la “vacunación total de los adultos”, con datos suyos tan poco confiables que los de la Encuesta Nacional de Salud Pública, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, que fueron dados a conocer apenas en septiembre, la contradicen. Es técnicamente imposible vacunar a la totalidad de una población, como ella presume. Pero eso no importa. Claudia está en campaña y no importa si acecha una cuarta ola o una quinta. No se va a interponer un pinche virus en su camino.
A la responsabilidad de la Jefa de Gobierno se puede atribuir que un millón de personas se aglutinaran el 30 de octubre ante un desfile de Día de Muertos que hoy es lo mismo cuestionado en medios que investigado por la Contraloría capitalina porque en su hechura no se vieron los 22 millones de pesos que costó, un dineral asignado directamente por su exsecretaria de Turismo a un amigo productor de musicales.
Sheinbaum, que no tuvo antes méritos de gobierno, ni como delegada en Tlalpan ni como secretaria de Medio Ambiente cuando López Obrador fue jefe de Gobierno, al menos en la primera parte de su gestión en el Palacio del Ayuntamiento había dado señales de racionalidad frente a las omisiones e irresponsabilidades de los otros por los que se puede afirmar que la batalla contra el Covid en México ha sido un fracaso.
Pero ahora, para su alivio, no hay más pleitos con las autoridades sanitarias del gobierno federal, después de tanta lata de la infodemia. No hay más dilema sobre la necesidad de usar el cubrebocas, por ejemplo. No cerrarán más las actividades, ni con una cuarta ola, lo ha dicho. Ello supone que cueste los muertos que cueste.
Claudia se ha puesto a la moda. Y por eso tendrá su lugar de honor en el estrado frente a la pletórica plaza desde la que se gritará al mundo que aquí, en México, no pasa nada, que mientras Europa y Estados Unidos viven el drama, aquí la “Cuarta Trasformación” ha llegado vigorosa a la mitad del camino… pese a los “conservadores” y los 600 mil muertos por Covid.
Los expertos que sí son expertos y no demagogos, como Gustavo Oláiz, coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la UNAM, y que alertan con base en lo ocurrido en países europeos y las medidas drásticas que sus gobiernos están tomando frente a la nueva cepa sudafricana, son para Claudia gente alarmista que habla antes de tiempo. Ella en cambio, es paciente e investiga. “A partir de ahí es que nosotros pudiéramos llegar a saber si es que hay presencia de esta variante en la ciudad de México. Hasta ahora no hay ninguna alerta en este sentido”, dijo. Hay que sentarse a esperar a que llegue el virus, pues. Y ya entonces veremos.
Su comentario debió dibujar una sonrisa cínica en el rostro de quienes desde las alturas del poder “transformador”, en el momento inicial de la pandemia, cuando ya la OMS –como ahora– había apretado el botón de alarma mundial, proclamaron que faltaban “evidencias” sobre la letalidad del coronavirus. ¿Quién se acuerda?
Y es que el modo en la “4T” es caminar sobre los muertos.