El espíritu de la época
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POR RODRIGO CORDERA THACKER
Los alemanes tienen una palabra hermosa para referirse al espíritu del tiempo o de una época; le llaman Zeitgeist. Se refiere a las creencias, luchas y batallas entre fuerzas, a las ideas que trascienden clases sociales y empiezan a tomar fuerza propia.
En las artes pasa lo mismo con las corrientes estéticas. Se nutren las unas y las otras para que en el futuro podamos apreciar un poco sobre el espíritu de una época.
La ilustración y todas sus grandes ideas cambiaron al mundo entero, y su espíritu sigue con fuerza a pesar de que existen proyectos políticos e ideológicos contrarios con la razón, léase: movimientos antivacunas, la pseudo ciencia, brexit, Trump. Ejemplos hay para entender a nuestra época como una plural y global, hasta en puntos antagónicos con la ilustración y todo lo que trajo consigo.
Pero existen también movimientos a favor de la humanidad, el medio ambiente, la igualdad entre hombres y mujeres, acabar con la explotación y generar (otra vez) un estado de bienestar.
Y me detengo en el punto de igualdad entre hombres y mujeres. Ya que en México acabamos de presenciar eventos que marcan el espíritu de la época. Y el espíritu de nuestra época es el feminismo.
Las mujeres de México tomaron los espacios públicos que por ley les pertenecen, pero por tradición patriarcal se les prohíben. Las mujeres de México quemaron y pintaron símbolos para marcar un alto en esta época de feminicidios y violencia gore contra ellas.
Las mujeres de México se apropiaron de lo público porque, aunque el gabinete del presidente sea paritario, la estructura del Estado en sí es patriarcal. Las mujeres feministas claman por participación real, por cambios reales, por pagos iguales, pero antes que todo: que no las maten, no las violen, no las acosen, que puedan caminar sin ser molestadas, que se acabe el odio machista.
El domingo mostraron un músculo envidiable para cualquier organización política. Pocos grupos organizados pueden generar esa convocatoria, y el lunes demostraron su ausencia. Que demostró una capacidad organizativa y solidaria fenomenal. Envidia de todos.
Después de este fin de semana no tengo duda que las cosas van a cambiar. Pero el cambio duele, y en una sociedad tan conservadora como la nuestra, el cambio será complicado y por desgracia me temo que también vendrá la reacción tan bien representada en los jerarcas de las iglesias y en las cúpulas de poder, que siempre querrán quedarse como están. Los verdaderos conservadores saldrán a relucir, pero no detendrán al espíritu de la época.
Si no se dan cuenta del cambio de época que estamos viviendo, que lástima.
Si no se dan cuenta que las relaciones sociales van a cambiar totalmente y para bien de la equidad, también qué lástima.
Es un privilegio observar un cambio de época, ver cómo cambia el espíritu de la época a uno feminista.
Estamos viviendo el movimiento social más importante de lo que lleva el siglo XXI. Si no lo pueden ver por machismo o por filias y fobias, qué triste. Se están perdiendo de cambios sociales hermosos que van a trastocar a la humanidad entera.