EN AMORES CON LA MORENA / Las dudas de una boda
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Paola Félix Díaz, en medio, durante la inauguración del Pabellón CDMX del Gran Premio, el pasado 4 de noviembre. Foto: Facebook
Con la apresurada aceptación de la renuncia de Paola Félix Díaz y la falta de explicaciones, la Jefa de Gobierno motiva más preguntas.
POR FRANCISCO ORTIZ PARDO
Pasadas tres oportunidades desde que suscitó el escándalo de la boda de Santiago Nieto y Carla Humphrey, Claudia Sheinbaum Pardo ha eludido su postura real acerca de la trama que derivó en la renuncia de su secretaria de Turismo, Paola Félix Díaz, apenas 37 días después de ocupar el cargo.
Con su comportamiento, la Jefa de Gobierno solo ha sembrado dudas. La última vez, este mediodía de martes, cuando se limitó a repetir las palabras de quien hoy la guía hacia la silla presidencial en el 2024: Hay que vivir “con justa medianía”. Es todo cuanto dice en lo relativo al escándalo de la suntuosa –y misteriosa– boda, como lo había dicho ya de Paola por viajar en un vuelo privado del que se decomisaron 35 mil dólares que, aclaró, no son de ella. Con tal escasez de motivos resulta extraño el apresuramiento con el que Sheinbaum aceptó la renuncia a los pocos minutos de que Paola la manifestó en Twitter.
Efectivamente Sheinbaum dejó sin trabajo a Paola Félix por el solo hecho –oficial– de haber viajado en el jet del empresario periodístico Juan Francisco Ealy Ortiz, no por su gusto por los ravioles rellenos de brie y la champaña ni mucho menos por haberse ausentado del país en el fin de semana del evento de mayor promoción turística de todo el año que casi termina: La Fórmula 1. Y surgen las preguntas: ¿No sabía que Paola había sido invitada a la boda? ¿Sabía de la boda realmente? ¿Es posible que Paola se lo haya ocultado y con qué pretexto? O en realidad la funcionaria ¿acudió con el aval de su jefa?
En Libre en el Sur publicamos este mismo martes que Paola anunció el viernes 5 en Facebook que acudiría a ver al piloto Sergio Pérez al Autódromo Hermanos Rodríguez, cuando en realidad ya tenía prevista su salida hacia Guatemala unas pocas horas después, acompañada del empresario del espectáculo Alejandro Gou. ¿O es que cambió de planes repentinamente, se le escabulló a la jefa, se fue de pinta?
El jueves 4 la todavía secretaria de Turismo capitalina había acudido a la Ciudad Deportiva para inaugurar el Pabellón Ciudad de México en el marco del Gran Premio de la Formula 1. “Una increíble instalación que exhibe lo mejor del arte popular, la cultura y el quehacer turístico de #LaCiudadQueLoTieneTodo”, publicó en redes sociales. Parecía importarle su trabajo, pues.
Hay otras cosas por conectar cuando quien metió en aprietos al gobierno capitalino parece ser una novata de la política. El 5 de agosto acudieron a la presentación de un libro suyo sobre la trata de personas, La cosificación de los seres humanos, la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el propio Santiago Nieto, quienes prologaron el volumen.
Justamente Paola, abogada de profesión, ha sido activista contra la trata de personas, según dice su biografía. Pero no se encuentran antecedentes relacionados con el turismo en su quehacer público, de no ser porque formaba parte del Fondo Mixto de Promoción Turística antes de ocupar el cargo en el que duró un solo mes. Hace 11 años fue concursante de La Academia Bicentenario, un reality show de TV Azteca del que fue expulsada en el primer concierto. Fue diputada federal por el Partido Verde, al que renunció en 2017 para competir al año siguiente por la Alcaldía Cuajimalpa, postulada por Morena, elección que perdió.
Queda la duda también sobre las razones de Paola para tener de acompañante a la boda, en el mismo avión privado, al empresario Alejandro Gou, el productor de musicales al que contrató por asignación directa con el pago de 15 millones de pesos para la realización del desfile del Día de Muertos el pasado 31 de octubre, según consignó Reforma. Tampoco de ello habla Claudia Sheinbaum.
Paola ha sido colaboradora habitual del periódico El Universal y es probable que por ello Juan Francisco Ealy Ortiz, el presidente del Consejo de Administración del diario, la invitara a viajar en su jet privado a Guatemala. Ha trascendido que tiene además una muy estrecha amistad con Perla Díaz, esposa de Ealy. En las páginas del rotativo, Paola recuerda que su abuelo, Alfredo Félix Díaz Escobar fue “amigo y compañero de lucha social” del fundador de El Universal, Félix Palavicini Loría.
En su más reciente colaboración del jueves 4 de noviembre, un día antes del viaje al bodorrio de Nieto, Paola escribió sobre Ealy: “Se dice fácil, pero la constancia de Juan Francisco Ealy Ortiz se ha sostenido contra viento y marea, lo mismo que transitado entre dos siglos, para condecorar una gran carrera”.