Ciudad de México, abril 25, 2024 01:55
Opinión Francisco Ortiz Pinchetti

POR LA LIBRE / Aguas con el Buen Fin

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Hay que considerar los riesgos ciertos que puede implicar para los consumidores comunes, las amas de casa, los padres de familia, usted y yo.  

POR FRANCISCO ORTIZ PINCHETTI

Hay quienes consideran no sin razón de que la venta especial denominada Buen Fin, que se realiza anualmente, constituye una práctica nociva y engañosa para la sociedad mexicana, ya que fomenta el consumismo y la adquisición de bienes innecesarios mediante mecanismos propagandísticos inspirados en modelos estadunidenses a menudos tramposos.

Aunque comparto en gran medida esas críticas, me parece que es incorrecto generalizar y negar cualquier aspecto positivo de esa práctica, sobre todo en circunstancias como las actuales en las que urge al país una reactivación económica.  Pienso que bien aprovechada, la promoción puede ayudar a los consumidores a adquirir vienen necesarios a precios más reducidos.

Me parece que hay que darle su valor a ese aspecto. Desde el 2011, el primer año que se realizó el Buen Fin, los montos totales por venta vienen en aumento en cada edición, y en el 2020 alcanzaron casi 239 mil millones de pesos, pese a estar en plena pandemia.

Tan sólo en Ciudad de México, las estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Económico capitalina  (Sedeco)  indican que el Buen Fin que se efectuará entre este miércoles 10 y el próximo 16 de noviembre registrará una derrama de 31 mil 602 millones de pesos, misma que podría superar en un 58 por ciento a la registrada durante la edición de 2020.

Festinar estas cifras, tan positivas, sería sin embargo caer en el extremo contrario, de no considerar los asegunes que la promoción comercial implica.  Si bien los resultados generales pueden ser altamente benéficos para la economía general de la CDMX, los bancos  y las empresas participantes, hay que considerar los riesgos ciertos que puede implicar para los consumidores comunes, las amas de casa, los padres de familia, usted y yo.  

¡Aguas!

Especialistas en la materia, como el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, Salvador Guerrero Chiprés, alertan sobre peligros ciertos que pueden significar las ventas masivas propiciadas por el Buen Fin, que en ocasiones efectivamente pueden significar importantes ahorros para los consumidores.

“La onceava edición incentiva de manera especial el comercio electrónico y por ello la población necesita información para prevenir ciberdelitos y activar una red social de confianza, que alerte de prácticas de riesgo y promociones engañosas que dan paso a fraudes en línea”, advierte en su columna publicada en el portal SinEmbargo.Mx esta semana.

Guerrero Chipés destaca que el sector privado ha trabajado en forma conjunta para llamar a un consumo razonable y, al mismo tiempo, coloca una gama de ofertas que promueve la participación de micro y pequeñas empresas. “El apoyo a estos sectores es un punto acertado de convergencia entre Gobierno federal y empresarios, para la promoción del consumo interno”.

Una de las características del Buen Fin mexicano, (inspirado originalmente en el Viernes Negro (Black Friday) estadunidense con el que se inaugura la temporada de ventas navideñas, es la promoción de ofertas mediante pago diferido a meses sin intereses (MSI), en la que participan gustosamente los bancos, que a final de cuentas son los mayores beneficiarios de la venta especial.

Ocurre que esa “facilidad” de compra a plazos y sin intereses alienta en efecto las compras innecesarias y el consumismo, pues hace que el consumidor imagine que su deuda se va a diluir en los plazos de tres, seis, doce y hasta 18 meses que ofrecen las tarjetas de crédito bancarias a través de los comercios establecidos.

Ese es precisamente otro de los riesgos serios del Buen Fin que debemos tener muy en cuentas a la hora de adquirir los bienes que se nos ofertan en estos días “especiales”. Otro es el engaño vil que significa el reetiquetado para simular rebajas engañosas, inexistentes. Y un tercero es la actividad de los delincuentes que en estos días aprovechan la afluencia de clientes en las calles y los almacenes para cometer sus fechorías.

En suma, lejos de descalificar de entrada a este promoción comercial, observemos recomendaciones como las de Guerrero Chiprés,  que nos indican  que la confianza, la mesura y la prevención deben estar presentes “para un Buen Fin a lo seguro”… además de observar rigurosamente las medidas preventivas frente a la todavía vigente pandemia, en especial la distancia social y el uso de cubrebocas. Válgame.

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