Ciudad de México, diciembre 8, 2024 13:47
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La colonia Álamos: Un jirón de España en México

Se cuenta entre las colonias de la actual delegación Benito Juárez más tradicionales y entrañables, en cuya fundación participaron numerosos inmigrantes españoles. Víctima de la transformación inevitable, y de los abusos, aun conserva vestigios de su pasado, como el hermoso templo de Nuestra Señora de la Consolación.

Omar Reynaldos

Los nombres de sus calles evocan el origen de muchos de sus primeros pobladores; pero cada vez son menos sus características construcciones de estilo español y colonial californiano que quedan en pie. Hay sin embargo jirones de ese pasado, como algunas cuadras de las calles de Alicante, Segovia, Andalucía y Castilla que conservan en muy buen estado casas de los años cuarenta del siglo XX. Fue entonces cuando floreció la colonia Álamos, un breve rectángulo ubicado en el rincón noreste de la delegación Benito Juárez, delimitado por el Viaducto Miguel Alemán, al Norte; la calzada de Tlalpan, al Oriente; el Eje Central Lázaro Cárdenas, al Poniente, y la calle Correspondencia, al Sur.

La colonia Álamos empezó a poblarse en años tempranos del siglo pasado, pero como parte de la colonia Algarín, que en esta forma estaba dividida en dos secciones: una al Norte del río de la Piedad y otra al Sur. En ese entonces menudeaban pequeñas fábricas, bodegas y otros establecimientos, como una fábrica de hielo y la primera planta del agua Electropura, en la calle de Andalucía; pero eran pocas las casas habitación. Su formalización como una colonia independiente se da a partir de los años treinta, cuando empiezan a surgir casas unifamiliares habitadas muchas de ellas por emigrantes españoles, cuya presencia marcaría la historia de este barrio entrañable. A ello se atribuyen los nombres de sus calles, como las ya mencionadas, a las que podemos agregar las de Toledo, Aragón, Navarra, Cuanca, Soria y otras ciudades y provincias españolas. Dos calle diagonales llevan los nombre de Alfonso XIII (el rey de España) y de Fernando, posiblemente en referencia al monarca Fernando VII. En el mero centro de la colonia se ubica el parque principal, llamado “Felipe Santiago Xicoténcatl”, que aunque ha sido remodelado varias veces conserva algo de su fisonomía original. Se dice que el nombre de la colonia proviene del rancho que se encontraba anteriormente en los terrenos donde ahora está la Álamos y no tanto por la presencia de dichos árboles.

El ícono de la colonia Álamos es sin duda el templo de Nuestra Señora de la Cosolación, una advocación mariana muy venerada en diversos lugares de España. Su construcción data de 1937 y la dirección de la obra se atribuye a los padres agustinos Fray Bardomiano Silva y Fray Agustín Cano. Se trata de una pequeña pero muy hermosa construcción de estilo barroco. Su fachada está cargada con detalles esculpidos en relieve, entre las que se cuentan las figuras de la Virgen María, al centro, y de Santa Mónica y San Agustín a los lados. Cuenta con dos torres rematadas en campanarios. En el interior, especialmente bello, el estilo continúa y se puede apreciar ornamentación tanto en sus pinturas, esculturas como en alguna figura religiosa. El recinto no sólo es el centro espiritual de la Álamos, sino su principal atractivo para los visitantes. Nuestra Señora la Virgen de la Consolación es la patrona de Montealegre del Castillo en la provincia de Albacete, España. Según la tradición, la Virgen se apareció en 1605 sobre una retama a un ‘morico’ llamado Jamet, al que le pidió que fuera a Montealegre y pidiera que en aquél lugar se le edificara un templo donde darle culto.

Otro sitio emblemático del barrio fue la escuela primaria “Estado de Chiapas”, donde por cierto estudió la periodista y conductora Carmen Aristegui. El plantel, ubicado en uno de los costados del parque central, sobre la calle de Castilla, sufrió graves daños durante el terremoto que sacudió a la capital en 1985 –que golpeó severamente a la colonia—y tuvo que ser demolido. Gracias al apoyo del Club de Leones Internacional fue reconstruida la escuela en ese mismo lugar, pero y en honor a este club cambió su nombre a “Leonismo Internacional”. Tampoco existe ya un lugar de gran raigambre popular como fue el restaurante bar El Amanecer Tapatío, en la esquina de Eje Central, Obrero Mundial y Alfonso XIII. En esa famosa cantina, un templo de la música mexicana y del mariachi, inició su carrera nada menos que Vicente Fernández.

Entre los personajes oriundos de la Álamos o que vivieron en ella, además de la ya mencionada Carmen Ariestegui, se cuentan Manolo Muñoz, Lucía Méndez, el payaso Bozo y los futbolistas Calderón de la Barca, delantero del equipo América (llegó a ser considerado, en su tiempo, años cincuentas, el mejor delantero de México); el . “Loco” Cesma, del antiguo equipo Marte, y “El Dumbo” López, que jugó en varios equipos.  Siendo estudiantes y vecinos de esta colonia se conocieron Ernesto Zedillo Ponce de León (presidente de México entre 1994 y 2000) y Nilda Patricia Velasco Núñez, que acabarían por casarse.

El inexorable paso del tiempo, aunado a los derrumbes causados por el sismo del 85 y la proliferación de construcciones de edificios de departamentos, muchos de ellos irregulares, auspiciado por la ambición de los desarrolladores y la anuencia tácita de las autoridades de la Delegación Benito Juárez durante los últimos trienios, que han permitido esos abusos, fueron transformando la fisonomía tradicional de la colonia. No así su ambiente y la identidad de sus vecinos más antiguos, que mantienen lazos inquebrantables con el pasado. Persiste también la actividad comercial en el mercado de la colonia, un lugar muy peculiar por la variedad de los productos que ahí se ofrecen, así como en numerosos pequeños establecimientos, como papelerías, tlapalerías, estanquillos, boticas, peluquerías y fondas. Ese sabor, no se ha perdido.

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