Ciudad de México, noviembre 2, 2024 00:30
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‘No seré yo el que pase la estafeta a otro partido’, dice el nuevo dirigente del PAN-BJ

Después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo ratificó como presidente de Acción Nacional en la delegación Benito Juárez, Luis Mendoza reconoce que es hora de que su partido se vincule más a la ciudadanía, pues el riesgo de perder una elección “es permanente”.

Asegura que la nueva dirigencia delegacional a su cargo se avocará a comunicar “los logros de diez años de gobiernos panistas”, cosa que en su opinión no hicieron sus antecesores. “De cara al 2012 tenemos que convencer a los indecisos y a la gente que ya no quiere votar por el PAN”, desvela.
Para timonear esa nueva estrategia, Mendoza nombró a Rosalía Rangel secretaria de Comunicación del PAN-BJ, gozne al mismo tiempo entre el partido y el gobierno delegacional: Ella, que lo acompaña durante la entrevista realizada en un Toks cercano a la sede delegacional, fue secretaria particular del ex delegado Fadlala Akabani y lo es del actual jefe delegacional, Mario Palacios.
El mismo Mendoza es secretario particular de Jorge Romero, coordinador de Gabinete de la DBJ, y ve “muy positivo” que “por primera vez partido y Delegación estamos trabajando juntos”, lo que ayudará –asegura– a posicionar al PAN “como una buena manera de gobernar”.
El matiz llega tras un sorbo de café. Cuando reconoce, a pregunta expresa, que el albiazul en Benito Juárez enfrenta dos realidades internas que son adversas. Una de ellas es que, a pesar de contar con alrededor de 1,500 militantes, una parte de ellos no participa porque se ha sentido marginada. “Yo me propongo dar herramientas a la militancia para que se pueda desarrollar”, promete.
Tampoco niega el hecho de que existe una disidencia en el PAN (la misma que impugnó su triunfo en la asamblea electiva del pasado 9 de abril), por lo que adelanta que tratará de convencer a los ex candidatos Rodrigo Gómez y Salvador Munguía para que se sumen a “una propuesta no mía, sino de partido”, ya que “el enemigo está afuera”.
Acepta que el PAN ha sufrido un “desgaste de gobierno”, lo que se acentúa porque no ha podido explicar a la gente los límites de sus facultades. “Así, nos reclaman lo del agua, cuando no depende de la Delegación; o el Gobierno del DF se pone sombrero ajeno, como cuando se arreglan los parques con recursos federales. Pero no lo hemos comunicado adecuadamente”, dice.
Mendoza, quien ha vivido toda su vida en colonias del oriente de la DBJ –donde existe presencia importante del PRD—, explica que su reto inmediato es tener lista una estructura electoral cien días antes de los comicios de julio del 2012. “En el pasado cometimos el error de que tres días antes íbamos en busca de representantes; esta vez debemos dar a nuestros candidatos una base más sólida”.
El dirigente panista ha terminado de desayunar su copa de yogurt con fruta. Entonces lanza una alerta: “Alguna vez gobernamos en Azcapotzalco, Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero, y las perdimos porque nos confiamos. Esta vez no nos podemos confiar. O cambiamos o podemos perder. Y no pienso ser yo quien entregue la estafeta a otro partido”.
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