¿Qué es Núcleo Urbano, la empresa que hoy se esconde de los vecinos de la Del Valle que defienden a Laureano?

Clausura ciudadana en el desarrollo de Núcleo Urbano. Fotos: Libre en el Sur
Una desarrolladora con sede en Bosques de las Lomas que presume experiencia pero rehúye al diálogo con defensores del árbol Laureano cuando se le exige transparencia.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Núcleo Urbano se presenta en su sitio web como una empresa con “más de 30 años de experiencia” en la construcción y diseño de proyectos inmobiliarios. Asegura que combina la trayectoria de expertos con “la visión fresca de jóvenes profesionistas”. Desde sus oficinas ubicadas en Bosques de las Lomas, uno de los enclaves de mayor lujo en Ciudad de México, ofrecen desarrollos residenciales y comerciales de alto nivel, prometiendo modernidad, eficiencia y habitabilidad.
Pero lo que no dicen en su página institucional es que hoy son protagonistas de una historia incómoda: la de una comunidad indignada, un laurel centenario en peligro y una empresa que —a diferencia de sus renderizados limpios y luminosos— se escabulle entre sombras cuando se le pide rendición de cuentas.
El conflicto estalló en la esquina de Miguel Laurent y Fresas, en la colonia Tlacoquemécatl Del Valle, donde Núcleo Urbano demolió una casa y comenzó excavaciones en un terreno junto a un laurel de la India centenario, al que los vecinos han nombrado Laureano.
El problema no es solo ecológico: también es ético y legal. El sistema radicular del árbol se extiende hacia el predio en cuestión, y cualquier alteración podría significar su muerte. Aun así, la constructora no ha mostrado ningún dictamen que garantice su preservación, ni ha informado si cuenta con la autorización ambiental correspondiente.
Lo más grave es que los representantes de la empresa, incluidos los responsables técnicos, han evitado sistemáticamente a la comunidad. El colmo ocurrió cuando el Director Responsable de Obra (DRO), quien debía dar la cara ante los vecinos y explicar el alcance del proyecto, simplemente no se presentó a la reunión programada en laalcaldía Benito Juárez. “Nos dejaron plantados”, acusó Patricia Solano, representante de los vecinos que defienden a Laureano. La ausencia se interpretó como una señal clara de desprecio hacia la preocupación ciudadana.

Mientras tanto, en internet, Núcleo Urbano publicita este desarrollo con renders de acabados de lujo, luz natural y amplios espacios que, en el papel, encajan en un catálogo de diseño escandinavo para millonarios. Los anuncios ofrecen departamentos desde 7 millones 450 mil pesos, con unidades que llegan a tener una amplitud de hasta 330 metros cuadrados.
Lo que no aparece en los renders es el laurel centenario, ni la movilización vecinal, ni la preocupación ambiental que hoy crece junto con la rabia. Este lunes 2 de junio, vecinos se manifestaron con pancartas, carteles y la consigna “¡Laureano no se toca!”, exigiendo la suspensión de la obra hasta que se transparente el proyecto.
Los vecinos no quieren frenar el desarrollo. Quieren certezas. Quieren que se respete el tejido urbano, los árboles que han acompañado por generaciones a la comunidad, y sobre todo, que las empresas como Núcleo Urbano respondan cuando se les llama a cuentas.
Por ahora, Laureano sigue en pie. Pero bajo tierra, su vida depende de lo que ocurra en ese predio donde el cemento avanza y la empresa calla. Y no desde hace 30 años, como dice su eslogan, sino desde que la comunidad empezó a exigir una respuesta.