Ciudad de México, abril 23, 2024 15:42
Opinión Víctor Manuel Juárez Cruz

Se ocupa 80% de toda el agua disponible en el país

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

La seguridad hídrica del país está en riesgo. En el contexto de una crisis global del agua, 71% del territorio tiene un grado de presión hídrica alta y muy alta.

POR VÍCTOR MANUEL JUÁREZ

Finalmente, el difícil tema del agua llega a las alturas del poder y es abordado por los principales medios del país. Así la jefa del gobierno capitalino anuncia obras y apoyos para que el líquido vital no falte en la capital, con una inversión de cuatro mil millones de pesos. Desde Nuevo León, Samuel García informa de obras estratégicas para dotar del valioso fluido a la sedienta entidad hasta el 2050.

Y al mismo tiempo que se informa de inundaciones en Sonora, se advierte que disminuye el flujo de agua compartida entre México y los Estados Unidos, por escasez del mismo en las presas conjuntas.

En notas de primera plana se lee que la infraestructura hídrica del país demanda de 80 mil millones de pesos anuales, durante medio siglo, ya que buena parte de los equipos han quedado obsoletos ante el avance de nuevas tecnologías.

El tema es complejo y demanda del conocimiento de los especialistas, quienes afirman que el país requiere de inversiones sostenidas, de aproximadamente de 80,000 millones de pesos anuales, durante los próximos 50 años, para mejorar la infraestructura y con ello el acceso al agua en México y así contribuir a una seguridad hídrica en el país.

Por su importancia y puntualización retomo lo señalado en el estudio  “Perspectiva del agua en México: Propuestas hacia la seguridad hídrica” donde se ha establecido que hay un rezago acumulado en el mantenimiento de la infraestructura hídrica nacional, derivado de la falta de recursos provenientes de las tarifas y los fondos fiscales.

El análisis observa que una parte importante de los componentes de la infraestructura hidráulica han sobrepasado su vida útil o han sido superados por los avances tecnológicos, por lo que es necesario reemplazarlos o sustituirlos por equipos más modernos y eficientes.

La advertencia es clara: “de no emprender estas acciones en el corto plazo, se pondría en riesgo la totalidad de la infraestructura existente, independientemente de los altos costos que se pagarían por presentarse fallas en los sistemas”.

En el contexto de una crisis global del agua, en el país se ocupa 80 por ciento de la disponibilidad del líquido y 71 por ciento del territorio tiene un grado de presión hídrica alta y muy alta.

Fernando González Villareal, científico de la UNAM, detalla que hay 106 municipios con alta vulnerabilidad a sequía y tan sólo 14 por ciento de la población tiene agua las 24 horas del día.

Agrega que la sequía de este año es muy extensa; todo el territorio nacional es afectado en diverso grado, y este año el déficit de lluvias es de 15 por ciento. Las sequías más críticas son donde hay más estrés hídrico, como el norte, el centro, y Ciudad Juárez, Tijuana, Hermosillo, Matamoros y Villahermosa son ciudades en crecimiento que están en una situación difícil en materia de disponibilidad del agua.

El tema es complejo y demanda del conocimiento de los especialistas, quienes afirman que el país requiere de inversiones sostenidas, de aproximadamente de 80,000 millones de pesos anuales.

El tema deber ser abordado con mucha seriedad y urgencia ya que se requiere un cambio de paradigma, que implica garantizar agua potable en cantidad y calidad para la población, considera el investigador.

Durante la presentación del reporte Perspectivas del agua en México, propuestas hacia la seguridad hídrica, elaborado por el Centro Regional de Seguridad Hídrica, la Red del Agua UNAM y Agua Capital, Villareal expuso que el país tiene una alta variabilidad hidrológica, “llueve cuatro meses al año, dos terceras partes de la disponibilidad del agua está en el sureste, donde reside 23 por ciento de la población. Setenta y nueve por ciento de la población se concentra en 74 áreas metropolitanas”

En el mismo evento, Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital, consideró que en el sector se requieren inversiones sostenidas por 80 mil millones de pesos para los próximos años, la caída presupuestal viene desde otras administraciones y se debe elevar.

En la información, retomada de un diario capitalino Vázquez expuso que no hay zonas sin riesgo, la incertidumbre climática lleva a escenarios complejos, difíciles de prever, “no nos podemos confiar en los huracanes”.

Propuso entonces la necesidad de asegurar agua para los ecosistemas, promover abastecimiento para actividades productivas, elevar la eficiencia de uso, ya que “no puede seguir perdiéndose 40 por ciento de agua en las ciudades y en los sistemas de riego”, por lo que se requiere nueva infraestructura y políticas públicas que den más eficiencia.

Otras medidas como mejorar el sistema financiero del agua, elevar recursos destinados al sector, diversificar fuentes de financiamiento, readecuar las tarifas para hacer sostenibles los servicios, los recursos fiscales son escasos y es difícil elevarlas, “hay quienes piensan que el agua la da Dios”, concluye a su vez Villareal.

Y no, el agua la brinda el planeta mismo y nos hemos encargado de contaminarla y hacerla escasa. Su cuidado es tarea de todos, nadie está exento, so riesgo de enfilarnos a la peor de las sequias con sus consecuentes daños a la humanidad entera.

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