Ciudad de México, mayo 20, 2024 06:29
Alcaldía Benito Juárez Francisco Ortiz Pinchetti Medio ambiente Opinión

POR LA LIBRE/ Agua envenenada… y misteriosa

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Luego de cinco semanas de ocultar el origen y la naturaleza de la sustancia que envenenó el agua potable en colonias de Benito Juárez, el gobierno de Martí Batres recurre a una argucia para “reservar” la información ¡por tres años!

POR FRANCISCO ORTIZ PINCHETTI

Luego de más de cinco semanas de ocultarle a los vecinos de la alcaldía Benito Juárez las verdaderas causas de la contaminación del agua potable y sobre todo la naturaleza de la sustancia que envenenó el líquido suministrado a través de la red de distribución, el gobierno de Ciudad de México salió con la novedad de que “reservó” por tres años la información respectiva.

El hecho confirma antes que nada las sospechas ciudadanas y también la misteriosa actitud del jefe de Gobierno sustituto, Martí Batres Guadarrama. Primero negó que el agua que reciben los habitantes de numerosas colonias del norte y poniente de la alcaldía juarense –Nonoalco, Mixcoac, Nochebuena, Ciudad de los Deportes, Nápoles, Del Vallle Centro y Norte, entre ellas– tuviera un olor extraño.

Después descalificó las protestas y atribuyó las quejas vecinales a activistas de partidos opositores que buscaban con ello sacar raja electoral. Luego aceptó la contaminación, pero minimizó la gravedad del hecho. Finalmente la atribuyo a la contaminación de un pozo ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, vecina de la BJ. Ahora oculta la información solicitada por el INAI mediante la argucia legaloide de que podría ser motivo de “interpretaciones erróneas” (sic) en caso de hacerse del dominio público.

El caso es que en muchas partes de la demarcación aun ahora persisten olores extraños en el líquido, que podrían corresponder a sustancias altamente nocivas para el ser humano e inclusive cancerígenas, por lo que el ocultamiento oficial resulta criminal. En algunos sitios se siente un intenso olor a cloro, lo que podría indicar que las autoridades han optado por una sobrecloración del caudal, lo que es igualmente peligroso para la salud.  De ello tampoco habla el gobierno capitalino.

El envenenamiento del agua que llega a miles de hogares en BJ por una sustancia misteriosa tendrá seguramente un costo político; será mayor en la medida de que el jefe de Gobierno persista en su actitud de ocultar la información…”

Es él quien maneja el problema con un criterio más político que técnico, aterrado seguramente por los datos acerca de la eventual victoria de un gobierno opositor en la capital del país, encabezado por el aliancista Santiago Taboada Cortina.

No entiende Batres Guadarrama que ese afán por ocultar la información demandada por los vecinos y por los medios de comunicación confirma la incapacidad y la torpeza características de los gobiernos morenistas y la manera mentirosa de manejarse ante la opinión pública.

No hay que olvidar que además el caso del envenenamiento del gua ocurre en el contexto de una reducción del suministro debido a la sequía que afecta las presas del sistema Cutzmala, así sea que éste apenas representa el 25 por ciento del caudal requerido por la metrópoli. Y que desde hace tres décadas se ha prácticamente suprimido el mantenimiento de la red de distribución obsoleta y dañada, en la que se pierde cuando menos el 40 por ciento del suministro total.

Ahora, el envenenamiento del agua que llega a miles de hogares en BJ –la alcaldía más adversa a la llamada Cuarta Transformación y al presidente López Obrador que la ha agraviado una y otra vez– por una sustancia misteriosa tendrá seguramente un costo político. Será mayor en la medida de que el jefe de Gobierno persista en su actitud de ocultar la información. ¿Qué esconde realmente Martí Batres? Válgame.

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