Ciudad de México, noviembre 21, 2024 12:26
Ciudad de México Reporte especial Salud

Regulación de la marihuana: el debate continúa; ‘estamos menos preparados para la prohibición’, afirma experto

ADRIANA RODRÍGUEZ

El Senado de la República se prepara para aprobar la iniciativa de Ley General para la Regulación y Control de Cannabis, con la que, según sus promotores, se busca alcanzar la pacificación del país en la lucha contra la violencia y el narcotráfico.

Se trata de una propuesta que ha generado división de opiniones, derivada de la jurisprudencia de la Suprema Corte, la cual concedió amparos basándose en el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad que, argumentó, “permite que las personas mayores de edad decidan sin interferencia alguna qué tipo de actividades lúdicas desean realizar”.

“En una sociedad como la mexicana, que es un país de producción, tráfico y consumo, la violencia de los mercados se ha exacerbado a puntos demenciales”, advierte Jorge Hernández Tinajero, activista y experto en el tema. “Cuando la gente dice que no estamos preparados para la regulación, yo pienso que estamos mucho menos preparados para la prohibición, como lo muestra nuestra tragedia actual”.

Marihuana. A debate. Foto: Cuartoscuro.

 

El 31 de octubre la SCJN concedió dos nuevos amparos a particulares para el uso lúdico o recreativo de la marihuana, alcanzando con ello los cinco amparos necesarios para generar jurisprudencia.

“El derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad permite que las personas mayores de edad decidan sin interferencia alguna qué tipo de actividades lúdicas desean realizar”, argumentó la Suprema Corte.

Tras la jurisprudencia de la SCJN, la senadora por Morena y próxima titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, presentó  el 8 de noviembre una iniciativa en el Senado de la República para el uso médico, recreativo y comercial de la cannabis.

“Nuestras políticas sobre drogas siempre han sido un discurso polémico. Lo que hemos podido comprobar es que su combate frontal a través de las armas, solamente ha producido más muertes en nuestro país. Hoy, no hay familia, sociedad o gobierno alguno que aplauda o que incentive la adicción”, expuso Cordero al presentar la propuesta.

Entre las características de este modelo se encuentra crear un mercado comercial regulado y monitoreado en toda la cadena de valor, desde la siembra, cultivo, cosecha, producción, transformación, etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, distribución, venta, comercialización, portación y consumo de cannabis y sus derivados para fines personales, científicos y comerciales.

De avanzar la propuesta, los usuarios interesados en solicitar permiso para fumar mariguana, deberán acudir a la Cofepris y en caso de ser rechazada su solicitud, podrán acudir ante un juzgado federal para promover su demanda de amparo, el cual se estima podrá tardar unos dos meses en otorgarse.

NO ES UN TEMA MENOR

Jorge Hernández Tinajero, activista, investigador e internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta en entrevista que la decisión de regular el uso de la mariguana no es menor y que representa un proceso difícil pues, destaca, cuando se declara que una ley es inconstitucional en ese momento deja de ser vigente y en nuestro país no es así. Es más, tenemos la jurisprudencia y las leyes siguen vigentes.

“La verdad es que es un proceso difícil porque hay muchos países en los que cuando se declara que una ley es inconstitucional en ese momento deja de ser vigente y en nuestro país no es así. Es más, tenemos la jurisprudencia y las leyes siguen vigentes”, comenta.

Lo anterior quiere decir que el cannabis en cualquier forma de cualquier manera está prohibido “pero por lo menos hay el reconocimiento de que esa ley es inconstitucional. A mí me parece que los fallos apuntan a cosas absolutamente importantes en términos de las libertades en el país.”

Libre en el Sur: ¿Realmente es una alternativa al mercado negro?

Jorge Hernández Tinajero: En términos penales es mucho más costoso cultivar uno sus propias plantas para uno mismo que comprar en el mercado negro. Es decir, si yo compro en el mercado negro y la policía me sorprende en posesión por encima de la cantidad de cinco gramos, lo cual es delito pero no hay pena y eso fomenta la extorsión de los usuarios porque si la policía me detiene, me tiene que poner frente a un juez el cual tiene 36 horas para definir cuál es el carácter de esa posesión.

Por otra parte, cuando se planta mariguana, se toma como producción dentro de las leyes de narcomenudeo y producción, lo cual es penado con ocho a diez años de cárcel, mientras que la posesión simple va de diez meses a dos años de cárcel, con lo cual comprar se convierte en algo más práctico que cultivar.

Siempre se nos ha acusado a los usuarios de fomentar el mercado negro; sin embargo nunca se nos ha dado una opción.

LEES: ¿Qué opinas de la posibilidad de que empresas entren al mercado?

JHT: En caso de que se fuera a legislar, que parece que así va a ser, para regular un mercado abierto, aquí lo que sucede es que los empresarios que entren a ese mercado, su fin último es el lucro y el lucro significa promover el consumo aún cuando en la ley va a estar prohibida la promoción. Sin embargo la lógica es que entre más gente consuma, las compañías tendrán mayores beneficios.

Los usuarios, la verdad es que no necesariamente queremos ser suministrados únicamente por grandes compañías como la Philip Morris o la Coca-Cola, con quien sea, que ofrecerán sus productos, sí, pero nosotros no tendremos porqué ser su mercado cautivo.

LEES: También se abre la posibilidad del cultivo asociado

JHT: La posibilidad del cultivo privado, sin fines de comercio abre una gran posibilidad, no solo en términos personales, sino también para el cultivo asociado.

El cultivo asociado es muy importante regularlo. Significa que una serie de adultos se reúne para crear un cultivo común, comunitario y ese cultivo finalmente se distribuye entre esos socios. Es decir, se puede crear una cadena económica en la que los que trabajen en el cultivo pueden tener derechos laborales, pueden tener seguridad social, pueden tener regularización del trabajo, tener un salario digno, pero no hay un mercado abierto.

LEES: Uno de los argumentos en contra viene de las asociaciones de padres de familia, las cuales consideran que con ello se abre una puerta al consumo infantil.

JHT: De ninguna manera. Los argumentos que usa la gente que no quiere una regulación es esa, proteger a los menores. Sin embargo, deberían de reconocer que lo que existe ahora es un mercado abierto en el que no existe ninguna restricción para los menores.

Hay muchos de ellos que pueden comprar en el mercado negro y consumir y justamente una regulación es que establece límites sobre quién puede y quien  no puede y en este caso los menores están completamente excluidos.

LEES: ¿Es posible que con la regulación los menores queden alejados del consumo de marihuana?

JHT: Que haya fugas  no quiere decir que el Estado no tiene la capacidad para taparlas, es decir, este tipo de conducta es sancionable, al igual que ocurre en los bares. A un bar no le conviene que entren menores de edad porque puede obtener una multa muy grande o una clausura.

LEES: ¿Qué dirías a las personas que aun así sostienen que los menores quedan expuestos?

JHT: Son voces más bien poco razonables, muy manipuladas que no tienen ningún sustento en la práctica y que no reconocen que el sistema de control actual ha fallado por completo, justamente por proteger a los menores.

Lo que pasa es que tienen miedo a que un hijo vaya a tener curiosidad sobre eso y, en su momento de una manera u otra pueda acceder, pero eso, la prohibición no nos funciona tampoco. La curiosidad está ahí, la experimentación está ahí, pero al menos lo que va a suceder es que aquel que va a experimentar va a tener mejor información y por lo menos no va a tener la doble sanción penal.

No es menor el hecho de que un chico que quiere experimentar, además se vea criminalizado e inmiscuido en procesos judiciales y penales que, sin duda, no corresponden a su edad.

LEES: ¿Consideras que esta decisión está vinculada con el desarrollo de la personalidad?

JHT: Sin duda. Aun cuando se trate de una figura jurídica conceptual, sin duda yo creo que los adultos tenemos derecho a decidir sobre nosotros mismos qué es lo que más nos conviene o no y eso se aplica en todas las cosas de la vida, la religión, las aficiones… Es absurdo prohibir algo simplemente prohibir algo simplemente porque tiene riesgos.

Cualquier actividad humana puede tener riesgos y prohibirlo simplemente no hace que esos riesgos disminuyan, al contrario se hace más atractivo.

LEES: Hay un cuestionamiento sobre cómo conseguir la semilla si no se permite su venta

JHT: Eso es porque no saben. La semilla forma parte de la planta. Es como decir cómo voy a producir la manzana si solo tengo la manzana.

En efecto, en el mercado hay una oferta de semillas, incipiente por cierto y que en algún momento fueron hibridadas para producir cierto tipo de productos. No necesariamente esa industria existe en México. Sin embargo, la semilla es parte de la planta.

Esta idea de que no se puede producir porque no tenemos semilla es absolutamente ridícula. De hecho hay variedades endémicas en el país, hay subregiones en el país en donde hay plantas muy bien adaptadas al clima de la región.

LEES: Esta despenalización se ha tomado como una ruta para dar un golpe al crimen organizado, ¿consideras que esta es la ruta correcta?

JHT: Muchos quieren verlo como una táctica para disminuir el crimen organizado, y pues, no. El crimen organizado nació por la prohibición de las drogas y se extendió. El hecho de legalizar no va a ser suficiente, pero es un paso en la dirección adecuada. De otra manera, lo único que hacemos es perpetuar que este tipo de organizaciones tenga grandes incentivos para no solamente lucrar en el mercado ilegal de la planta sino también para ejercer la violencia. Yo creo que justamente lo que está haciendo el Estado al reconocer que  esto es recuperar el control de un mercado que solo ha estado controlado por las redes criminales y, en su caso, orientarlo hacia mejores prácticas dentro de la sociedad.

Yo creo que es el camino correcto. Seguramente habrá que perfeccionarlo en las siguientes actualizaciones, pero sin duda, peor de lo que hasta ahora hemos estado, no va a ser de ninguna manera.

LEES: ¿Qué diferencia encuentras con otros lugares en el mundo donde el consumo de mariguana ya se encuentra regulado?

JHT: Muchísimas, son sociedades muy distintas, entre Canadá, México, Uruguay, Holanda. Sin embargo también hay puentes y coincidencias. La cannabis ha sido utilizada por la humanidad desde hace 7 mil años y la prohibición es relativamente moderna, en nuestro país tiene poco menos de un siglo, internacionalmente, 60 años.

Los sistemas regulatorios y de control sobre las drogas suelen ser mucho más efectivas de manera cultural, por ejemplo en las sociedades prehispánicas, y en ese sentido en el uso de drogas forma parte de las culturas humanas  ha estado ahí siempre, lo que pasa es que en el último siglo para acá lo que se impuso fue una visión moral, una visión puritana impulsada por Estados Unidos que impuso sus condiciones al resto del mundo, que se convirtió en política pública.

Hay un contraste en esta prohibición de tal magnitud que ya hay una rebelión contra ella. Este mismo sistema reconoce que ella misma ha provocado el surgimiento de mafias transnacionales, que numerosas instituciones han sido erosionadas por la corrupción.

LEES: Algo más que te gustaría agregar

JHT: En una sociedad como la mexicana, que es un país de producción, tráfico y consumo, la violencia de los mercados se ha exacerbado a puntos demenciales y cuando la gente dice que no estamos preparados para la regulación, yo pienso que estamos mucho menos preparados para la prohibición, como lo muestra nuestra tragedia actual.

La propuesta del Senado establece una portación de cannabis de hasta 30 gramos. Contempla sanciones penalmente a quien comercie, distribuya, done, regale, venda o suministre productos a menores de edad.

De acuerdo con la iniciativa, bajo la supervisión del Estado, cooperativas podrán cultivar la hierba para distribuirla y venderla y los ciudadanos podrán cultivar hasta 20 plantas de mariguana siempre y cuando no sobrepase una producción anual de 480 gramos.

En caso de requerir una mayor cantidad, será necesario solicitar un permiso ante el Instituto Mexicano para la Regulación y Control de la Cannabis.

A FAVOR Y EN CONTRA

“Sería un error legalizar la marihuana; en ámbitos de seguridad, de ser aprobada, los índices de violencia se incrementarían y habría mucha gente vendiendo esa sustancia. Hoy tenemos dos o tres grupos que pelean por la venta, al rato se van a enfrentar los habitantes de las cuadras y por ende la violencia aumentará”, Collins, secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.

“Se agotó el tiempo de combatir al narcotráfico con las armas; legalizar la marihuana podría ser un mecanismo que puede ayudar a alivianar el estrés en materia de inseguridad”, Arturo Escobar y Vega, líder del PVEM en la Cámara de Diputados.

“Es –la jurisprudencia de la SCJN- una bocanada de libertad. Rompe con el paradigma represivo que nos fue impuesto hace 60 años por los Estados Unidos y que nos ha costado una cruenta guerra interna sin resolver el problema”, escribió en su cuenta de Twitter Porfirio Muñoz, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

“Las propuestas ideologizadas de Sánchez Cordero profundizan la división de los mexicanos, van contra la soberanía de la nación y los más elementales derechos de cualquier persona. Exigimos al presidente electo un deslinde claro de la agenda de Olga, en ello tiene el total de apoyo de millones de mexicanos”, Frente Nacional por la Familia.

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