Ciudad de México, abril 24, 2024 09:04
Opinión Arantxa Colchero

Certezas de amor y libertad

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Algunos quisiéramos que apareciera una fuerza de izquierda, más cercana a la social democracia que delineara políticas para reducir la enorme desigualdad en el país, con una reforma fiscal progresiva que garantice devolver lo recaudado en bienestar social. Con incentivos para inversión privada eficiente.

POR ARANTXA COLCHERO

La incertidumbre invade todas las esferas de la vida. La más fuerte es el desconocimiento de cuando llegará el fin y cómo. Una paradoja frente a la certeza de que existe un final. Podemos alargar la vida cuidando nuestra salud, haciendo ejercicio, disfrutando cada momento, procurando al otro, pero no todo está en nuestro control.  

Frente a la incertidumbre podemos hacernos falsas expectativas y caer en un círculo vicioso de frustraciones repetidas. Es la no aceptación la que nos ciega. Quisiéramos que algo fuera diferente pero no está en nuestro control que cambie. Aceptarlo pone en su justa dimensión la realidad y la incertidumbre se reduce.

Esto no significa que no podamos anhelar un cambio, es más efectivo si se centra en lo que sí puede transformarse.

Qué más incertidumbre que el futuro del país. ¿Qué partidos y qué candidatos se disputarán las elecciones para el 2024? Sabemos poco y hay pocas certezas. Algunos quisiéramos que apareciera una fuerza de izquierda, más cercana a la social democracia que delineara políticas para reducir la enorme desigualdad en el país, con una reforma fiscal progresiva, en la que pagaran más los que más tienen, garantizando devolver lo recaudado en bienestar social. Buscando incentivos para inversión privada eficiente y fomentando la competencia.

Una fuerza que aceptara la diversidad, que se planteara resolver el enorme atraso en infraestructura básica como disponibilidad de agua en las zonas más marginadas, acceso a agua potable para todos, que ofreciera un esquema de cobertura universal de salud y de educación gratuita de calidad. Muy lejos está de nuestro control lograrlo, pero puede servir sumar ideas para no caer en el círculo de la frustración.

No todo en la incertidumbre es negativo. No saber qué nos depara el destino y aceptarlo, nos permite vivir plenamente el presente; lo bueno y lo malo. Nos permite estar un poco más listos para enfrentar una crisis o un cambio decisivo en nuestra vida. Y reconocer que sí hay certidumbres que pueden ser transformadoras como creer en el amor, en su amplio sentido, y en la libertad.

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