Ciudad de México, noviembre 5, 2024 22:27
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DAR LA VUELTA / Cuatro escuelas

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De la colonia Insurgentes Mixcoac, destacan cuatro escuelas, separadas por solo pocos metros. Tres conservan sus construcciones originales; la cuarta era el Colegio Madrid, que se mudó y cuyo “castillo” fue destruído.

POR ERNESTO LEE

La colonia Insurgentes Mixcoac cuenta con un gran número de escuelas de todos los niveles, desde preescolar hasta bachillerato o preparatoria -públicas y privadas-, además de varias universidades. Algunas tienen pocos años de existir, pero otras son centenarias. Estas últimas se albergan en construcciones antiguas que, con modificaciones, han sobrevivido a lo largo de los años.

Quizás porque yo también fui a la primaria y a la secundaria en una escuela cuya arquitectura tiene un valor histórico, me gustan las escuelas en inmuebles antiguos.

De la colonia Insurgentes Mixcoac, destacan cuatro escuelas, separadas por solo pocos metros. Tres conservan sus construcciones originales: la escuela primaria Enrique de Olavarría y Ferrari, localizada en la esquina de Avenida Revolución y la calle Goya; la escuela secundaria Leopoldo Ayala, en la equina de las calles Poussin y Goya; y el Colegio Williams, en la calle de Empresa, entre las avenidas Revolución y Patriotismo. La cuarta era el Colegio Madrid, ya desaparecido, que se encontraba entre la calle de Empresa y lo que hoy es la Avenida Extremadura.

Los edificios que albergan las escuelas Enrique de Olavarría y Ferrari y Leopoldo Ayala fueron construidos exprofeso para ser escuelas, en tanto que los inmuebles del Colegio Williams y el Colegio Madrid fueron originalmente concebidos y utilizados como casa habitación.

La escuela primaria Enrique de Olavarría y Ferrari lleva ese nombre en honor del escritor, periodista, historiador y profesor español, nacionalizado mexicano, que llegó a nuestro país en 1865 a la edad de 21 años. Enrique de Olavarría y Ferrari colaboró con Vicente Riva Palacio en la redacción de la enciclopedia México a través de los siglos. El edificio que ocupa esta escuela fue construido en 1905 por Justo Sierra, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, por instrucción expresa del presidente Porfirio Díaz. Esta escuela se erigió como el prototipo de las que se deseaba construir en todo el país, en concordancia con la visión de la educación de primaria del porfiriato. Cabe señalar que Justo Sierra, además de promover la educación primaria obligatoria, fue el creador de la Universidad Nacional de México, hoy Universidad Autónoma de México. El edificio destaca por su fachada de ladrillo rojo y por su frontispicio de la entrada principal, que originalmente estaba rematado con el escudo nacional -que lo identificaba como edificio público-, y que años más tarde fue sustituido por un reloj.[i]

La escuela Enrique Olavarría y Ferrari, aunque siguió funcionando como escuela pública, ya no fue el modelo educativo a seguir que deseaba el Porfiriato. El inmueble, catalogado como monumento histórico, sufrió algunos daños con el sismo del 19 de septiembre de 2017

Aspecto actual de la escuela Enrique de Olavarría. Foto: Ernesto Lee

Sobre la misma calle de Goya, cruzando la Avenida Patriotismo, se encuentra la escuela secundaria Leopoldo Ayala. Este edificio inició su construcción en 1903, gracias a la generosidad del señor Felipe Martell y de su esposa Agustina Bonet de Martell, quienes encomendaron la construcción al ingeniero Rafael García y Sánchez Facio. El plantel, inaugurado en diciembre de 1904 como escuela e internado para niñas, estuvo a cargo de las hermanas de la orden religiosa de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, conocidas como Teresianas, quienes habían iniciado su labor educativa para niñas con una escuela parroquial en 1901. La construcción se caracteriza por las dos torres de su fachada y sus muros con tabiques de barro. Se dice que quizás este colegio llegó a ser el mejor de la Compañía, en América.[ii]

La quinta de campo perteneciente a la familia formada por Julio M. Limantour (hermano de José Yves Limantour, ministro de Hacienda de Porfirio Díaz), y doña Elena Mariscal Smith (hija del ministro de Relaciones Exteriores de Porfirio Díaz, Don Ignacio Mariscal Fagoaga), localizada en la calle de Empresa, frente a lo que hoy es la estación del metro Mixcoac, fue concebida y construida entre 1891 y 1895 por el arquitecto e ingeniero Manuel Sánchez Facio. El espectacular inmueble, que después sería conocido como “El Castillo”, estaba rodeado de amplios jardines que colindaban con otra magnífica construcción: la quinta propiedad de Hugo Scherer Jr., amigo de los Limantour, construida en 1905. [iii]

Al concluir el movimiento armado que tuvo lugar entre 1910 y 1917, conocido como la Revolución Mexicana, todo el entorno socio económico del país cambió. Los habitantes y estudiantes de estas construcciones no fueron ajenos a los impactos de la Revolución.

La escuela Enrique Olavarría y Ferrari, aunque siguió funcionando como escuela pública, ya no fue el modelo educativo a seguir que deseaba el Porfiriato. El inmueble, catalogado como monumento histórico, sufrió algunos daños con el sismo del 19 de septiembre de 2017, pero fue restaurado y volvió a operar como escuela primaria en 2019.

La Constitución de 1917, emanada de la Revolución, retomó la laicidad de la educación establecida en la Constitución de 1857 y terminó por expropiar la escuela que estaba en manos de las hermanas Teresianas. Después de una larga batalla legal, en 1934 las monjas y las alumnas fueron definitivamente desalojadas del inmueble, que pasó a formar parte de la Secretaría de Educación Pública. El maestro Leopoldo Ayala inauguró la nueva escuela en marzo de 1934. Poco después, lo que había sido el antiguo Colegio Teresiano perdió la mitad de la propiedad original. A pesar de que a lo largo del tiempo la escuela ha tenido muchas modificaciones en su interior, su fachada permanece prácticamente intacta.[iv]

Al final de la Revolución Mexicana, la casa y los terrenos de lo que era la finca de los Limantour-Mariscal quedaron como bienes del Comité Revolucionario. Así, “El Castillo” tuvo varios usos: fue cuartel, bodega, casa de huéspedes y refugio para niñas huérfanas, hasta que fue adquirida en 1922 por el señor Camilo Williams, para convertirla en el Colegio Williams, que sigue funcionando como escuela hasta la fecha.

La quinta de la familia Scherer, relata Rafael Fierro Gossman, fue convertida en cuartel a la entrada de los ejércitos revolucionarios a la ciudad de México. Poco tiempo después, desvalijada y abandonada, fue incautada por el gobierno del presidente Venustiano Carranza y utilizada como asilo para convalecientes de la Fuerza Aérea del Ejercito y niñas huérfanas.

En 1926 la propiedad fue restituida a Don Hugo Scherer quien la vendió en 1941 a Josep Andreu Abelló. Ese mismo año abrió como el Colegio Madrid. La quinta Scherer fue demolida en 1958 para ampliar la avenida Extremadura y años más tarde dar cabida a la estación del metro Mixcoac, inaugurada en 1985.[v]


[i] Lino Velasco, Thalía Paola Montserrat. (2020, 11 de septiembre). Escuela Primaria #216 Enrique de Olavarría y Ferrari. http://tesis.ipn.mx/handle/123456789/28505

[ii] Colegio la Florida. (2011, 2 de febrero). Hacia los altares. http://hacialosaltares.blogspot.com/2011/02/colegio-la-florida.html

[iii] Fierro Gossman, Rafael. (2012, 25 de octubre). La quinta Limantour-Mariscal en Mixcoac/Colegio Williams. Grandes Casas de México. https://grandescasasdemexico.blogspot.com/2012/10/la-quinta-limantour-mariscal-en-mixcoac.html

[iv] Escuela Secundaria Diurna No. 10 “Leopoldo Ayala.” (2020, 24 de agosto). https://www.wikicity.com/Escuela_Secundaria_Diurna_No.10_%22Leopoldo_Ayala%22#Alumnos_y_profesores_sobresalientes

[v] Fierro Gossman, Rafael. (2014,27 de abril). Quinta (Chalet) de la familia Scherer en Mixcoac. Grandes Casas de México. https://grandescasasdemexico.blogspot.com/2012/10/la-quinta-limantour-mariscal-en-mixcoac.html

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