Ciudad de México, julio 26, 2024 18:22
Alcaldía Benito Juárez

Cumplen chiles en nogada 200 años este sábado; según tradición, fueron para Agustín de Iturbide

STAFF/LIBRE EN EL SUR

Este sábado 28 de agosto, día de San Agustín, se cumplen según la tradición 200 años de la invención de los chiles en nogada, platillo que se ha convertido en un icono de la gastronomía mexicana.

El manjar tricolor que hoy se consume prácticamente en todo el país y aun en el extranjero, habría sido ocurrencia de las madres agustinas del convento de Santa Mónica, en la ciudad de Puebla, en honor del consumador de la Independencia de México,  Agustín de Iturbide.

En esta fecha se conmemora el fallecimiento de San Agustín de Hipona (354-430), uno de los más grandes teólogos y filósofos de la Cristianismo. Fue hijo de Santa Mónica (331-387), en cuyo honor se erige el bello templo que lleva su nombre, emblemático de la colonia Tlacoquemécatl del valle, en la alcaldía Benito Juárez.

Aunque existen diversas versiones sobre el origen de los chiles en nogada,según la más difundida, convertida ya en una leyenda, efectivamente este sofisticado platillo fue ideado y cocinado por primera vez justamente el 28 de agosto de 1821 por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica, en Puebla, para celebrar el onomástico de Agustín de Iturbide, que de regreso a la ciudad de México tras firmar el día 24 de ese mismo mes los célebres Tratados de Córdoba en esa población veracruzana –con los que consumó la Independencia de México– decidió quedarse unos días en la Angelópolis y pasar ahí el día de su santo, San Agustín, hospedado en el Palacio Episcopal.

Enterado de sus intenciones, el obispo Antonio Joaquín Pérez quiso sorprender al futuro emperador de México con el mejor trato y habría encargado a las religiosas agustinas, que fama tenían de excelentes cocineras, un platillo que fuera memorable.

Y según la conseja  así ocurrió; las religiosas crearon un portento de sabor y le dieron un sentido patrio al incorporar los colores de la bandera trigarante: verde, blanco y rojo, con el perejil, la propio nogada y los granos de granada.

Lo que es un hecho es que los chiles en nogada nacieron de la riquísima cocina poblana. Y que la auténtica receta se basa en productos de esta temporada veraniega de la campiña poblana, particularmente de la región de San Andrés Calpan y Huejotzingo, insustituibles: chiles poblanos auténticos, manzanas panocheras, peras de leche, duraznos criollos, granada y sobre todo la nuez de castilla fresca.

Éste último ingrediente es realmente el que hace la gran diferencia, pues se trata de una especie muy particular por su sabor delicioso y su textura. Se trata de unas nueces redondas, de cáscara dura y rugosa, en cuyo interior guardan la blanca carnosidad envuelta en una segunda y delicada cubierta. La elaboración de este platillo en estricto apego a la receta original implica el partir de las nueces desde el día anterior, para luego poner en remojo su contenido durante toda la noche y facilitar así el retiro de la cutícula.

San Agustín de Hipona (354-430), uno de los más grandes teólogos y filósofos de la Cristianismo, fue hijo de Santa Mónica (331-387), en cuyo honor se erige el bello templo emblemático de la colonia Tlacoquemécatl del valle, en la alcaldía Benito Juárez.

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