Ciudad de México, abril 18, 2024 06:41
Opinión Leticia Varela Martínez

Elecciones Octubre 2020

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Cualquier triunfo electoral acompañado de este nivel de abstencionismo es motivo de encender las alarmas de nuestro sistema electoral junto con la legitimidad que acompañará a los representantes populares surgidos de este tipo de procesos.

POR LETICIA VARELA MARTÍNEZ

El 18 de octubre del presente año se celebraron elecciones locales en dos entidades federativas, Hidalgo renovó 84 municipios y Coahuila su Congreso local integrado por 25 diputaciones. De los datos que la jornada electoral nos arrojó comparto con ustedes las siguientes reflexiones:

En Coahuila la participación electoral no llegó ni a la mitad de las personas ciudadanas que tenían derecho a ejercer su voto, la participación apenas rondó el 40% del total de las personas que figuraban en las respectivas listas nominales. Si bien es cierto que durante una elección intermedia, o en este caso, una elección local que no fue concurrente con la elección federal, se presupuestaría una participación por debajo del 50%, tampoco se esperaba una participación tan raquítica.

Cualquier triunfo electoral acompañado de este nivel de abstencionismo es motivo de encender las alarmas de nuestro sistema electoral junto con la legitimidad que acompañará a los representantes populares surgidos de este tipo de procesos; en otras palabras: triunfó el abstencionismo.

De una revisión de la integración de la actual LXI Legislatura de aquella entidad federativa se destaca el crecimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en detrimento del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Unión Democrática de Coahuila (UDC). De las 16 diputaciones locales que para esta elección estuvieron en disputa, la mitad de ellas pertenecían a estos dos institutos políticos, es decir, el pasado domingo 18 de octubre perdieron 8 distritos que les arrebató el PRI.

Respecto de la participación de Morena en dicha elección tengo que dividir mi comentario entre lo que observo y entre lo que hubiera deseado que pasara. Observo que MORENA en aquella entidad federativa avanzó respecto de la elección local pasada y se consolida como la primera fuerza política de oposición desplazando al Partido Acción Nacional, que se perfila en el tercer lugar con la mitad de los votos obtenidos por MORENA.

Quien pretenda señalar una derrota de MORENA en aquel territorio se equivoca. Ahora bien, lo que yo hubiera deseado es que MORENA ganara algunas curules por mayoría relativa, lamentablemente eso no sucedió, en parte porque para aquellos lares aún es difícil que el cambio que ya se gestó en el centro del país permee de manera ágil en un territorio con casi un siglo de gobierno tricolor. Un segundo deseo personal es que al interior de MORENA debemos de resolver lo más pronto posible la renovación de nuestra presidencia con la madurez política que la militancia en particular y la ciudadanía en lo general nos demanda y espera del partido de la #4T, ya que el Movimiento de Regeneración Nacional y sus aliados somos el único dique entre lo deseable o el regreso de los García Luna y los Cienfuegos Zepeda.

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