Ciudad de México, noviembre 3, 2024 04:54
Sociedad

Es internet, y no la tele, el espacio donde niños y adolescentes consumen más publicidad

La inversión de la promoción de la llamada ‘comida chatarra’ en medios no disminuyó, simplemente cambió la forma de presentarlos.

Se confundió el espacio laboral con el del entretenimiento, pues las personas pasan prácticamente nueve horas conectadas a internet.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

En los meses de confinamiento la publicidad en internet creció, al igual que el e-commerce y a pesar de la resistencia, los mexicanos perdieron el miedo a las transacciones electrónicas, pues de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online 56 por ciento de la población compró algún producto por medios digitales y más de 80 por ciento lo hizo vía móvil, refirió la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Carola García Calderón.

En tanto, el profesor de la FCPyS, Miguel Rivera Herrera manifestó que de acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México 50 por ciento de las niñas y niños de seis a 11 años de edad son usuarios de internet o de una computadora; en el caso de los adolescentes de 12 a 17 años, el porcentaje es de 80 a 94.

Durante el coloquio “La nueva normalidad, la nueva publicidad”, organizado por entidad académica que dirige, García Calderón expresó que la publicidad tuvo que adaptarse a la nueva realidad que obligó a permanecer en casa y trasladar la vida laboral, educativa y social a internet; el entretenimiento mudó al streaming, la adquisición de productos se dio mediante las ventas en línea y la comunicación fue posible a través de diferentes plataformas.

Se confundió el espacio laboral con el del entretenimiento, pues las personas pasan prácticamente nueve horas conectadas a internet y el uso de la televisión de paga aumentó 22 por ciento, acotó.

Además, se buscó informar de manera masiva la importancia del distanciamiento físico y medidas preventivas contra la enfermedad, incluso el gobierno creó una campaña de la Secretaría de Salud con el personaje “Susana Distancia” y hubo contenidos que reconocían la labor del personal médico. Sin embargo, la publicidad volvió a destacar la venta de productos.

Para la docente y moderadora del encuentro, Silvia Josefina González Martínez la publicidad sigue en trance: “lo vemos cuando salimos a la calle y los espectaculares todavía están disponibles en renta, cuando llegamos a los centros comerciales y hay muchos locales vacíos”, innegablemente durante este tiempo “aumentó el e-commerce y los comercios informales se trasladaron a plataformas como WhatsApp e Instagram”.

Los hábitos de consumo mudaron y se comprobó que ahora infantes, adolescentes e incluso adultos pasan más tiempo en las aplicaciones digitales, a las que se traslada la publicidad.

En el evento también se abordó el tópico del etiquetado de alimentos que entró en vigor en agosto de 2020 y comenzó a circular durante el confinamiento.

Al respecto García Calderón abundó que a partir de 2014 se buscaron nuevas formas de evitar la publicidad de alimentos chatarra en horarios infantiles, tanto en radio como en televisión; sin embargo, consideró que la inversión de la promoción en medios no disminuyó, simplemente cambió la forma de presentarlos.

En este sentido, Yessica Paulina Cano Santander, de la FCPyS, enfatizó la importancia de la sensibilidad en las políticas públicas; es decir, en el “conjunto de acciones que el gobierno debe emprender para resolver las necesidades de la población, visto desde una forma multifactorial”.

Agregó que la ley del nuevo etiquetado tuvo impacto en la opinión pública, en lo referente a legislar a favor de promover hábitos alimenticios saludables para niños y jóvenes.

A su vez, la profesora de Ciencias de la Comunicación de la misma Facultad, Andrea Sánchez Islas, aseveró: “el objetivo del nuevo etiquetado es proporcionar información clara y eficaz para que el consumidor pueda conocer el contenido de los nutrientes de los productos” debido a que México ocupa los primeros lugares en obesidad, en adultos e infantes.

El profesor Eder Antonio Salamanca Fuentes, también académico de esa entidad universitaria, consideró que al estar en confinamiento las personas compartieron su sentir hacia esa disposición a través de redes sociales, específicamente con memes. Más allá de bromas o imágenes graciosas, mostró la percepción y la actitud ante algo.

Además, prosiguió, su uso implica una técnica que se utiliza en la contrapublicidad o antipublicidad, llamada subversión-alteración de mensaje, en forma de parodia o crítica al utilizar elementos originales de las marcas, pero distorsionando el contexto para invertir los significados.

Al continuar su exposición, Rivera Herrera estimó: “es necesario tener una visión integral en la cual se regulen los medios digitales, lugares donde los niños tiene una mayor autonomía”.

El especialista se refirió a la plataforma YouTube Kids, una aplicación exclusiva para que los menores busquen canales y listas de reproducción en cuatro categorías: programas, música, aprendizaje y exploración. Lo importante, aclaró, es que cuenta con un control parental que permite vigilar el tipo de contenido.

Esta red social trabaja en una “experiencia supervisada” para los preadolescentes quienes buscan un nuevo contenido, no infantil, que pueda ser vigilado. Específicamente la llamada Generación Z están migrando de la televisión a utilizar plataformas digitales para informarse o entretenerse y es ahí donde las empresas aprovechan la publicidad de productos, ya que en internet no todo está regulado, indicó.

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