JUVENTUD COMO SISTEMA / Salud pública
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DINORAH PIZANO OSORIO
El sistema de salud en México tiene serias fallas de diseño, cobertura y asignación de recursos. Así lo deja de manifiesto el documento “Estado y perspectivas del Sistema Nacional de Salud” publicado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias. En principio, y quizá como principal evidencia del desfase que presenta respecto a las diversas realidades sociales, señala que la seguridad social está diseñada para atender a quienes cuentan con un empleo formal. Es decir, más del 40 por ciento de las personas ocupadas no acceden a los servicios que provee el Estado.
Otro factor a revisar es el relacionado con el gasto público destinado al sector. De acuerdo con el estudio, se estancó en alrededor del tres por ciento del PIB, cuando la experiencia internacional indica que como mínimo para el funcionamiento adecuado de cualquier sistema, debe ser de seis por ciento. “En cuanto a la distribución, ésta es por demás regresiva: el Seguro Popular absorbe casi el 40 por ciento del total de los recursos públicos, el IMSS recibe 46.8”.
El Seguro Popular surgió como una alternativa para los trabajadores de los nuevos esquemas laborales que, entre otras cosas como la libre asociación, sustrajeron la seguridad social como un factor incluso de elemental humanidad. Lo anterior se reflejó en el incremento del gasto privado para cubrir asuntos de salud. Por ejemplo, el gasto en salud como porcentaje del PIB en México para el año 2015 fue de 5.8; el 2.8 correspondió al privado. Y de esa cifra, el 95 por ciento corresponde a los gastos de bolsillo [los que se destinan directamente a cubrir necesidades médicas, desde consultas y medicamentos, hasta tratamientos o cirugías], los cuales son “potencialmente catastróficos y empobrecedores”.
Intentar mantener la salud tiene un sesgo social y contribuye significativamente a reproducir el ciclo de la pobreza, inhiben la movilidad social a que los integrantes de determinados niveles socioeconómicos pueden aspirar. El modelo político económico nacional fracasa. Insostenible.
Para resaltar la urgencia de modificar estructuralmente el sistema de salud nacional, vale la pena tomar en cuenta el dato proporcionado por el McKinsey Global Institute, según el cual para el año 2030, es decir, en únicamente 12 años, el 14 por ciento de la fuerza laboral activa mundial será sustituida por una máquina. ¿Cómo o mediante qué mecanismos prevemos dar servicios de salud a los mexicanos incluidos en ese porcentaje?
“Una transformación del Sistema de Salud no puede concebirse si no se toma en cuenta el perfil socioeconómico, demográfico y epidemiológico de la población. México es un país con un alto grado de desigualdad…”.
El estudio completo:
http://www.ceey.org.mx/sites/default/files/adjuntos/estado_y_perspectivas_del_sn_final.pdf