Ciudad de México, abril 25, 2024 01:50
Nancy Castro Opinión

La Mentira Histórica

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Una mentira que se ha politizado, deja ver los entresijos de la corrupción gubernamental coludida con el crimen organizado.

POR NANCY CASTRO.

El pasado 19 de agosto es detenido el que fuera procurador durante el sexenio de Enrique Peña Nieto por tres delitos, desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia. Responsable constructor de la “Verdad Histórica “, supuesta realidad de lo que ocurrió a los 43 normalistas desaparecidos de la Normal Isidro Burgos en Ayotzinapa.

La versión del exprocurador consistió en señalar que los estudiantes fueron capturados, privados de la vida, incinerados y sus restos arrojados al río de San Juan en Cocula, Guerrero. Los perpetradores de esos hechos habrían sido integrantes del grupo Guerreros Unidos, luego de señalar a los jóvenes de pertenecer a una banda criminal contraria, Los Rojos.

En marzo, el grupo de expertos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destinó a México para investigar el caso desveló que el entonces procurador había visitado uno de los escenarios clave de aquella versión el 27 de octubre de 2014, antes incluso, de que lo hicieran los peritos de la dependencia.
Su presencia allí ilustra el desastre institucional: Murillo Karam llegaba al basurero después de que la Armada manipulara parte del escenario.

Lo que pareciera avances en las investigaciones de la Comisión por la Verdad y acceso a la Justicia se perfila para ser un tema meramente político, en el que pareciera que hay premura por cerrar el caso al finalizar el mandato de AMLO…”

Una mentira que se ha politizado, deja ver los entresijos de la corrupción gubernamental coludida con el crimen organizado. Es la primera vez que de manera tan evidente el narcopoder arremete con tal ferocidad contra los movimientos sociales. Ayotzinapa es un parte aguas en los movimientos sociales del siglo XXI mexicano, ante un momento histórico de gran indefensión de la sociedad. Ha sido respuesta ante los llamados daños colaterales.

¿La detención de Murillo Karam es una cortina de humo que recurre a una detención más política que la impartición de justicia? Detenidos 20 mandos militares y personal de tropa, 44 policías y 14 presuntos criminales del grupo Guerreros Unidos y 5 autoridades administrativas y judiciales de Guerrero. De los personajes políticos de altos mandos aún no se tiene noticia como del ex secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el ex secretario de la defensa nacional Salvador Cienfuegos, el ex titular de la agencia de investigación criminal Tomás Zeron, y el expresidente Enrique Peña Nieto.

El subsecretario de Derechos Humanos Alejandro Encinas, ante la información que se ha podido recabar a ocho años de los hechos, concluye que la verdad histórica no solo no relata lo que realmente sucedió con los jóvenes, sino que trata de una versión que entorpeció los procesos de búsqueda, generó vicios y deficiencias en las investigaciones.

“La llamada verdad histórica se construyó para ocultar verdad de los hechos, alterar las escenas del crimen, y proteger los vínculos de autoridades con delincuentes, la creación de la verdad histórica fue una acción concertada del aparato organizado del poder desde el más alto nivel del gobierno que ocultó la verdad de los hechos, alteró las escenas del crimen, ocultó los vínculos de autoridades con el grupo delictivo y la participación de agentes del estado, fuerzas de seguridad y autoridades responsables de la procuración de justicia en la desaparición de los estudiantes”. Confirmó.

Presentó una investigación exhaustiva para desarticular la verdad histórica y afirmó que es imposible que los estudiantes sigan con vida. Mientras no haya pruebas científicas, para los padres será una herida que no deja de supurar y por el contrario es y será una burla permanente.

“Las madres y padres necesitamos pruebas científicas indubitables del destino de nuestros hijos. No podemos irnos a casa con indicios preliminares que no aclaran a cabalidad dónde están y qué pasó con ellos”, leyó Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, bajo una intensa lluvia la tarde del viernes 26 de agosto acompañada por los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa y varias organizaciones sociales después de una marcha que congregó a unas 1.000 personas en el centro de Ciudad de México.

CRIMEN DE ESTADO
Al mes de la desaparición de los normalistas apareció en la plancha del zócalo la consigna FUE EL ESTADO. Esa voz fue la protesta del pueblo que se propagó por todo el país y de allí a muchos otros lugares en el mundo: “fue el estado”. La consigna tomo las redes sociales por asalto y el hashtag #FueElestado le dio la vuelta al planeta, eso siempre lo supimos todos, no es nada nuevo. El narco ha tenido cómplices desde siempre —#FueElestado—es un simultaneo proceso del orden estatal. El subtexto de aquella consigna suponía la privatización del estado, la parcelación del poder, la reducción del estado, justamente es lo que hoy estamos viviendo.

“Hay que decir que el concepto crimen de estado como tal no existe en el ordenamiento jurídico mexicano. Sí existe en el Derecho internacional cuando hablamos de delitos internacionales, entre los que están es la desaparición forzada o la tortura, y que se convierten en crímenes de lesa humanidad cuando se cometen de manera sistemática o generalizada. Hay una serie de principios de Naciones Unidas sobre responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos que incluyen cuando el Estado incurre en estas conductas. Se habla entonces de una “responsabilidad agravada”, se invierte la lógica del Estado, es decir, quien debe proteger pasa a ser el atacante.

Este es un total cambio de enfoque al caso que supone que tanto la Fiscalía como los juzgadores mexicanos van a tener que aplicar este conjunto de reglas desarrolladas en el Derecho Penal Internacional para analizar la desaparición de los 43 estudiantes y las conductas desplegadas después para ocultar lo ocurrido.
Además de que, al tratarse de delitos que se cometen desde el poder político principalmente a través del aparato del Estado, se dice que son delitos de realización oculta que dificulta su investigación.

En este tipo de delitos, y así lo señaló el Comité contra las Desapariciones Forzadas en su reciente visita a México, es que las investigaciones se enfocan en autores materiales y a exigir que haya pruebas directas en contra de las personas. 
Y muchas veces es muy difícil encontrarlas porque justo lo que hace el aparato de poder es desplegarse para ocultar toda evidencia y generar impunidad, por lo que hay que ir relacionando distintas pruebas indirectas.

Respecto a la responsabilidad del Estado, sí, subsiste de manera paralela esa responsabilidad por la que le corresponde ofrecer una serie de medidas de reparación, la cual incluye la propia justicia. Y teniendo en cuenta que el Estado es un ente abstracto, claro, corresponde al gobierno actual asumir esa responsabilidad aunque no viviera aquellos hechos ocurridos hace casi ocho años, dice Humberto Guerrero, representante de las organizaciones de sociedad civil en la Comisión para la Verdad por parte del Centro de investigación Fundar, quien estuvo presente en la presentación del informe a los padres de los estudiantes.

Lo que pareciera avances en las investigaciones de la Comisión por la Verdad y acceso a la Justicia se perfila para ser un tema meramente político en el que pareciera que hay premura por cerrar el caso al finalizar el mandato de AMLO. A pesar de “los avances” este 1 de septiembre en su 4º informe de gobierno no mencionó el tema más que de soslayo refiriéndose a que en su gobierno “ya no hay torturas”.

Mientras tanto la búsqueda por la verdad y la justicia encabezada por los padres y madres mes con mes serán la prueba fehaciente de una perseverante impunidad. Si la policía los detuvo, el ejército ejecutó órdenes del narco y el gobierno entonces #FueElEstado y tendrán que ser juzgados cada uno de los implicados por el delito de lesa humanidad y por lo tanto seguiremos exigiendo la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
Porque #VivoSelosllevaronVivoslosqueremos.

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