Las obras en el DF, ‘ni capricho ni ocurrencia’, sino parte de una estrategia rumbo al 2025, dice Ebrard
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, afirmó que la serie de construcciones que realiza su administración, como la línea 12 del Metro, la tres del Metrobús, la Supervía Poniente o el segundo piso del Periférico “no son una ocurrencia, ni mucho menos un capricho”, porque se trata de una estrategia de movilidad a largo plazo, pues existe un plan maestro en materia de obra pública rumbo a 2025.
Durante su participación en la IV sesión ordinaria del Consejo Económico y Social del Distrito Federal, el funcionario garantizó a los integrantes de este organismo que existe un proyecto de obra pública, el cual pondrá a su consideración. Propuso a la Ciudad de México una “gran política pública con visión al 2025”, que tiene como objetivo lograr la sustentabilidad de la capital del país en las materias de protección social, movilidad, transporte, agua y economía.
Para lograrlo, Ebrard Casaubon sostuvo que el gobierno de la ciudad trabajará en esta visión a futuro con el Consejo Económico y Social del Distrito Federal, ya que se trata del programa más detallado que se haya preparado para el desarrollo de la ciudad en los próximos años. Tras la votación de los miembros del consejo, en la que resultó designado Juan de Dios Barba como su presidente ejecutivo, el jefe de gobierno capitalino ratificó que el reto es que exista representación adecuada de toda la sociedad para diseñar políticas públicas para la ciudad.
En el Club de Banqueros se refirió a la estrategia que la ciudad tiene diseñada con este fin, basada en acciones de sustentabilidad, con especial énfasis en agua, movilidad urbana y obra pública a partir de un plan maestro para la expansión del transporte público. Expresó que “para nosotros es muy importante compartir con ustedes la estrategia de movilidad hacia el año 2025, que no es un capricho, sino es la proyección”.
Advirtió que “si no hacemos la obras que debemos hacer en tiempo y el cambio del modelo de movilidad de la ciudad, entonces se tendrá un problema muy serio: deterioro de la calidad de vida y falta de competitividad”.
La estrategia de movilidad en la ciudad, dijo, “no es una ocurrencia, sabemos perfectamente bien que tenemos que llevar el ritmo de expansión de todo el sistema, combinar la inversión pública con la inversión privada”, porque de no hacerlo así el ritmo de obra sería sólo al 30 por ciento en expansión del sistema de transporte público.
