Ciudad de México, abril 27, 2024 02:03
Alcaldía Benito Juárez Reporte especial

Se apropian franeleros de la calle Manzanas, en Tlaco

Tres sujetos que exigen cuotas a automovilistas ‘venden’ hasta lugares prohibidos con discos oficiales

Los franeleros también usan las motos eléctricas de renta de Econduce para “apartar” cajones de estacionamiento y usufructúan alrededor de 64 espacios. Aquí el negocio se prolonga por 12 horas cada día.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Con completa impunidad, en violación flagrante de la Ley, tres franeleros se han apoderado literalmente de la calle Manzanas, en la colonia Tlacoquemécatl del Valle de la alcaldía Benito Juárez, a un costado del Parque San Lorenzo.

Los sujetos, que se apropian de espacios públicos para hacer negocio privado, exigen cuotas a los automovilistas por permitirles estacionarse y aprovechan hasta los discos que indican prohibición para presionar más a sus clientes, como lo constató y documentó gráficamente Libre en el Sur.

Calle Manzanas, S.A. Flagrante ilegalidad.

Aseguran estar “arreglados” con la policía para que sus clientes no sean sancionados por estacionarse en esos lugares prohibidos y advierten que quien no pague dejará su auto “a su riesgo”.

Ellos usufructúan ilegalmente alrededor de 64 cajones de estacionamiento, incluidos los prohibidos, a lo largo de dos cuadas de la calle Manzanas, y un par de lugares adicionales sobre la calle Millet, entre Manzanas e Insurgentes Sur.

El modus operandi del trío es sencillo: desde antes de las ocho de la mañana empiezan a acomodar los automóviles conforme van llegando, uno tras otro, a lo largo de la calle Manzanas, en la cuadra comprendida entre San Lorenzo y Magnolias, mediante una cuota obligatoria mínima de 30 pesos a cada conductor, que en ocasiones llega al doble.

Los franeleros usan motos eléctricas de Econduce para “apartar” lugares.

Ellos actúan a la vista de todos, ágilmente y en perfecta sincronización, para lo cual utilizan teléfonos celulares.

Suelen ser amables y comedidos con quienes acceden a su extorsión, pero se tornan groseros y hasta agresivos con quienes se resisten a pagar  la ilegal cuota, incluidos residentes de los alrededores.

Así, completan luego de dos o tres horas el carril de estacionamiento limítrofe al parque de San Lorenzo y el de la acera de enfrente, donde hay solamente edificios de oficinas.

Luego prosiguen con el espacio entre Millet y Magnolias, donde hay discos de “No Estacionarse”, espacios que además apartan con motocicletas eléctricas azules de @EconduceMx, obviamente sin el consentimiento de la empresa concesionaria de ese servicio de renta, que ellos mismos colocan  para “apartar” esos lugares.

El negocio se ha ampliado ya a la siguiente cuadra, entre Magnolias y Miguel Laurent, donde usan preferentemente el recurso de las motos eléctricas para “apartar”, las que luego remueven cuando llega algún cliente.

Franeleros de Manzanas. En acción.

Conforme transcurre la mañana, ocupan botes de plástico para “apartar” los lugares que los clientes van desocupando, a fin de volverlos a “vender”. Ellos esconden sus botes entre las plantas del parque para usarlos cuando se necesario, con lo que además maltratan el área verde.

La mayoría de sus clientes-víctimas son oficinistas, particularmente mujeres,  que trabajan en los numerosos edificios de la zona, sobre todo los que se ubican sobre la avenida de los Insurgentes Sur, los que en esa forma tienen asegurado diariamente un lugar de estacionamiento en un área de la alcaldía Benito Juárez particular mente conflictiva, por la falta de espacios de parqueo.  

El negocio termina hacia las tres de la tarde, cuando los tres franeleros se retiran con sus abundantes ganancias en los bolsillos. Entonces la plaza queda a disposición de un colega del turno vespertino que se ocupa de “vender” los lugares del tramo adyacente al Parque San Lorenzo, también a un mínimo de 30 pesos por auto y también a la vista de todos… menos de la autoridad, por lo visto.

Botes para “apartar”. Escondidos entre las plantas del Parque.

  

Qué dice la Ley

La Ley de Cultura Cívica de Ciudad de México establece en su artículo 28, fracción II, que es una infracción contra la seguridad ciudadana el “impedir o estorbar de cualquier forma el uso de la vía y el espacio público, la libertad de tránsito o de acción de las personas, siempre que no exista permiso ni causa justificada para ello”.

Compartir

comentarios

Artículos relacionadas