Ciudad de México, abril 27, 2024 07:54
Opinión Nancy Castro

¡…y nos vamos de vacaciones!

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Esta es una extraña época que deja una importante huella. Te das cuenta de cosas que no piensas el resto del año, todo gracias al factor “hay tiempo para ti”, y entonces retomas propósitos y logras dar el paso a la acción…

POR NANCY CASTRO

El verano, esa época de días relajados en la que sientes que el tiempo es prolongado, la oportunidad de descansar bajo una sensación expansiva al verte al espejo y valorar el aliento que te saca una sonrisa, y todo porque “hay tiempo para ti” para estar con los tuyos, estar sin la tensión de lo planificado.

Quizá en otro momento del año influyen las condiciones climatológicas, se te congelan las ganas de hacer y todo lo vas postergando; pero el glorioso verano te inyecta la libido. Como Anita Beckberg en La doce Vita y todo aquello que veías lejano te parece ingenioso y juegas con las mil posibilidades de abordar proyectos, cambiar hábitos: que suponen cambios radicales y significativos. Las vacaciones de verano, las más largas de todo el año, confieren una actividad psíquica importante, hay quienes necesitan de un lapso para descansar a posteriori.

Este verano ha sido una época de reconexion, de volverse a encontrar con la familia y amigos, recuperar el tiempo. Un asueto largo tras la pandemia nos impuso la distancia y nos contracturó los afectos y las emociones se polarizaron en miedo y angustia. Después de la hibernación impuesta, “Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”. Este verano nos ha permitido recobrar el ritmo de vida y la importancia de las vacaciones.

¿Qué tan necesarias son las vacaciones, aunque sabemos que en gran parte están condicionadas por el aspecto laboral? ¿Qué sería de nosotros sin esos cortos pero tan sustanciosos fines de semana? Estos fueron creados para la emancipación del trabajo, no habría sido posible sin la intervención de Marx y “La Primera Internacional de los Trabajadores”.

En un principio, el fin de semana no fue el sábado y el domingo, sino domingo y lunes. Varias razones dieron lugar a que se estableciese así, con el paso del tiempo los días se modificaron dejando sábado y domingo como descanso semanal.

El derecho a las vacaciones fue parte de la lucha de la clase trabajadora y entonces las vacaciones como tal dejaron de ser un privilegio hace relativamente poco tiempo. En el siglo XVIII los aristócratas europeos solían viajar por el mundo, ya fuera para vivir aventuras o buscar fortuna en otros lugares, pero el resto de la sociedad no tenía este honor. La palabra como tal deriva del latín ‘vacans’, participio del verbo vacare: ‘estar libre, desocupado, vacante’, es decir, como tales, surgieron en la Antigua Roma.

En el siglo XIX fue cuando, gracias a la Revolución Industrial, las clases menos pudientes pudieron comenzar a ‘pellizcar’ un poco de eso que había sido antes un privilegio: además de estipular tiempos de descanso para las personas, también se democratizaron los viajes en ferrocarril pues se desarrolló durante la época, haciéndolos más accesibles.

Con el paso del tiempo hemos desarrollado personalidades, de acuerdo a los cánones laborales asumimos las vacaciones como parte de un bienestar tanto personal como social a fin de restaurar energías consumidas en el proceso productivo y destinar tiempo a la distracción.

Las vacaciones son días que representan tiempo de autonomía, ¿decidimos con libertad?

Hay varios tipos de vacacionistas a estudio sociológicos y estos dependen también de los rangos de edades: las familias con hijos, dependen del ciclo escolar. Los workaholic, los que tienen miedo al ocio, (la fobia al ocio), la culpa por descansar puede más que cualquier lapso de descanso.

Los que no tienen nada de responsabilidad, son los que más suelen disfrutar de sus vacaciones por austeras que puedan parecer.

Están los que piensan que el tiempo de vacaciones va a redimir lo que el resto del año no han hecho con su rutina física y de la noche a la mañana se convierten en deportistas de tiempo completo; pero hay quienes afirman que es mejor repartir vacaciones cortas durante todo el año.

Las vacaciones no siempre existieron.

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