Ciudad de México, abril 20, 2024 03:39
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El sismo y los ciudadanos

Solidaridad ante la impensada catástrofe que originó el temblor del pasado martes 19 de septiembre. Vía redes sociales, televisión, medios impresos, las imágenes de cientos y cientos de mujeres y hombres movilizados hacia los centros de acopio, inmuebles en riesgo o colapsados, llegan profundo, se incrustan en la memoria y nos conminan a no cejar esfuerzo alguno. La emergencia manifiesta ante la cual los ciudadanos encontraron la fuerza interna para deponer el bienestar particular y buscar el alivio colectivo es digna de reconocer.

Atestiguamos la inquebrantable voluntad de vida. La juventud mexicana dispone empuje para actuar, para dar una mano, para remover escombros, llevar víveres a donde se requieren. Se trata de una situación, un punto de inflexión que recién comienza y del cual sabremos obtener aprendizaje y sensibilidad.

Las calles relatan cómo somos capaces de estar por encima de cualquier tragedia. En ellas observamos contingentes de estudiantes, obreros, amas de casa, elementos de la Marina y el Ejército, cuadrillas de rescate llegadas de otros países, todos bajo el único objetivo de rescatar vidas. Con distintas herramientas, desde cubetas, palas, picos, carretillas, hasta improvisados puntos para recargar baterías de dispositivos electrónicos, trabajan sin descanso.

Asimismo no deja de llamar la atención cómo diversas instituciones y sectores idean mecanismos para acercar ayuda. Así, encontramos que deportistas, músicos, actores, medios de comunicación, almacenes, cerveceras, pequeñas y medianas empresas, farmacéuticas, restaurantes, panaderías, y un largo etcétera enfatizan su intención y disposición por colaborar.

Resulta inevitable entrar en el terreno de las especulaciones, principalmente aquellas personas cuya susceptibilidad ante fenómenos naturales es mayor, por ello es importante resaltar que es imposible predecir temblores o la magnitud de las posibles réplicas. Calma y objetividad.

Es importante ayudar de la manera que mejor juzguemos, guiados por la información y recomendaciones emitidas por las instancias oficiales, sean los gobiernos locales, estatales, federal, Cruz Roja Mexicana. Todo suma y sumará. Por el momento se hace indispensable acudir a los centros de acopio, sean oficiales o de la sociedad civil organizada. En muchos espacios podemos consultar lo mínimo indispensable para llevar.

Posterior a la búsqueda de personas y remoción de escombro vendrá la necesidad de colaborar para que los miles de damnificados puedan retomar proyectos de vida. Hará falta ropa, enseres domésticos, muebles, material de construcción, flujo de capitales, útiles escolares, zapatos, en fin, el camino a la recomposición paulatina de lo cotidiano será largo y debemos permanecer dispuestos y alerta.

Una contradicción como la actual debe inspirar acciones de toda índole, en todos los rubros, en todos los sectores de la sociedad. Podemos hacerlo, sin duda lo haremos, no perdamos de vista que “Patria es humanidad”, actuemos en consecuencia.

(Foto: Diego Simón Sánchez).

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