Llueven críticas a Ricardo Anaya por nombrar a Jorge Romero coordinador de su campaña en CDMX; tiene el cacique panista pésimos antecedentes de corrupción, dicen medios
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Una andanada de severas críticas a Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, publican este sábado diversos medios por haber nombrado como coordinador de su campaña en la Ciudad de México al cacique panista de la capital Jorge Romero Herrera, con pésimos antecedentes de corrupción.
El portal SinEmbargo.Mx destaca que Romero Herrera, actual coordinador de la bancada del PAN en la ALDF, ha sido “señalado por corrupción durante su periodo al frente de la delegación Benito Juárez”. Refiere las numerosas acusaciones en su contra relacionadas con desarrollos inmobiliarios en esa demarcación, así como la simulación de clausura de construcciones irregulares, todas las cuales se concluyeron finalmente.
También recuerda el portal que Romero Herrera, gobernó la delegación Benito Juárez de 2012 a 2015. Y que fue en el ocaso de su gestión en que la denuncia de un proveedor de la demarcación capitalina, al que los funcionarios panistas pedían “moche” del 30 por ciento sobre los contratos que le eran otorgados frecuentemente mediante falsas licitaciones, lo involucró directamente.
El diario Reforma, a su vez, tras referirse al panista como “personaje polémico”, recuerda que “además de haber sido señalado de solapar actos de corrupción inmobiliaria en la delegación, a Romero se le atribuye haber inflado el padrón del PAN en la Ciudad de México”. Como pareja de Mariana Gómez del Campo, refiere el reportero Mayolo López, Romero Herrera empezó a tejer una red de relaciones en las filas del PAN capitalino cuando éste era dirigido por la hoy senadora.
Y menciona que cuando Romero Herrera estaba al frente de la Benito Juárez, fueron detenidos dos de sus funcionarios -Rafael Medina y Sergio Eguren, el primero coordinador de Gabinete y el segundo, director de Desarrollo Económico- por una riña callejera en Río de Janeiro, originada por los panistas al manosear a una mujer.
En Excélsior, la columna institucional Frentes Políticos se refiere también al nombramiento de quien llama “Rey Midas al revés”, previene: “Cuidado. Jorge Romero se unió a Ricardo Anaya para coordinar la campaña en la Ciudad de México. El joven político es una bomba de tiempo. Fue acusado de violaciones de uso de suelo durante su administración en la delegación Benito Juárez; es el mismo que ha resquebrajado y hundido a su partido en los últimos años en la capital del país. ¿Y él será el responsable de coordinar los esfuerzos de Por México al Frente?
“No envenenen su proyecto. Y es que Romero también es recordado por los desmanes ocurridos en 2014, en Río de Janeiro, a cargo de dos de sus funcionarios, Rafael Medina y Sergio Eguren. ¿Saben lo que es nadar contra la corriente? Lo aprenderán.”
SinEmbargo.Mx cabecea así su extensa información sobre el tema: “Bajo fuego por acusaciones de corrupción, Anaya se saca a uno peor, Jorge Romero, para la CdMx” . E informa que Damián Zepeda Vidales, dirigente nacional de Acción Nacional (PAN), fue el encargado de notificar el nombramiento de Romero Herrera, “político involucrado en casos de “moches”; en manipulación de recursos para la reconstrucción de la capital [luego del sismo magnitud 7.1]; en simulación y hasta de ignorar un llamado de auxilio que terminó en tragedia”.
Se refiere luego a que en octubre del 2017, ya lo cuestionaba el periodista Francisco Ortiz Pinchetti: ¿qué haría Anaya, ahora señalado por sus adversarios por lavado de dinero, frente a su gran dilema: Jorge Romero? “La respuesta salió hoy: dejarlo presente”, pone.
Y alude a que en noviembre del año pasado, dos meses después del sismo, SinEmbargo reportó que, desde 2013, Romero tenía conocimiento sobre al menos 209 obras ilegales en la Benito Juárez, una de las delegaciones más afectadas por el movimiento telúrico.
El ex delegado simuló la clausura de obras ilegales, sólo para la foto: todas siguieron operando. El panista lo anunció en conferencia de prensa. Dijo que habría un programa para detener esas obras ilegales contenidas en un “primer padrón” y ofreció clausurarlas a razón de “tres al día” para iniciar un procedimiento de revocación que culminaría en su demolición.
“Esta es una acción que responde a una solicitud de los vecinos, no es una ocurrencia de este gobierno”, dijo enfático, en ese momento, ante los medios de comunicación en el vestíbulo de la sede delegacional. “Es una preocupación ciudadana, me atrevo a decir: la principal”.
“Pero no. Sólo simuló la suspensión de apenas 122 de esas 209 obras iniciales. ¿Cómo se simuló? Todas reanudaron actividades y ni una sola fue clausurada ni menos demolida durante su gestión”.